Notas del Corazon.

4.4K 594 48
                                    

Soltó un suspiro, cerro sus ojos y comenzó a tocar.

Tocaba el instrumento de manera brusca, pero la música que creaba era hipnotizante, sus dedos presionando aquellas cuerdas mientras su mano se movía con maestría sobre el centro.
Su cuerpo no tardó en seguir el ritmo, moviéndose con calma al momento que una suave sonrisa se alojaba en sus labios.

Sus ojos se abrieron levemente observando el violín que su madre le había regalado años atrás, aquellas manos entrenadas para quitar vidas podían ser igual de delicadas para tocar un instrumento como ese.

Aún así, había alguien disfrutando de ese pequeño espectáculo.

Bruce Wayne.

Había salido temprano de la reunión así que regreso a casa para ver si Damián estaba en casa.

Sonrió inconscientemente, no sabía que su hijo tenía una afición con los instrumentos clásicos, aunque de alguna manera lo vio venir, aquella melodía era hermosa, parecía como si un profesional lo tocara.

Damián tenía una leve capa de sudor cubriendo su frente por el esfuerzo, pero poco le importaba, movía su cuerpo al compás de las notas, se sentía libre.

En esos momentos de tranquilidad se puso a pensar, ¿Realmente tenía sentimientos por Jon?

Los toques se hicieron más suaves.

Suspiro, no quería caer por algo tan bajo como el amor, sabía que el mocoso sentía lo mismo por como lo miraba, escuchaba y actuaba.

Por no mencionar que lo beso.

Ugh.

Se sonrojo al recordar la sensación de tener sus labios sobre los suyos, pronto la melodía cambio a una más tranquila y delicada, con unas últimas notas termino la canción.

El mayor se quedó unos segundos más en la puerta esperando que tocará un poco más, pero no sucedió, suspiro, retrocedió unos pasos y lo dejo solo.

— Mierda... — se quejó el árabe dejándose caer en la cama, sintiendo su corazón latir fuertemente.
— Odio esto. — tallo su rostro con un sentimiento asfixiante en su pecho.

Quería que todo esto terminara, muchas veces intento alejarse de él pero le fue imposible.

«¡Estúpido corazón! ¡Estúpidos sentimientos! ¡Estúpido! ¡Estúpido! ¡Estúpido!» se reprendió a sí mismo, miró el techo y dio un último suspiro.

<Toc toc>

La ventana fue golpeada, creyó que había sido algún árbol y se dedicó a ignorarlo, hasta que volvió a sonar, se giró algo enojado encontrándose con dos grandes ojos azules, una sonrisa de oreja a oreja, traje azul y rojo...

— ¡¿Jonathan?! — gritó confundido mirándolo por el cristal, salto de la cama y abrió el objeto para dejarlo entrar.
— ¡¿Pero que mierda haces aquí?! — exclamó en un susurro, estaba muy frío fuera del lugar, podría enfermarse.

¿¡Y por qué le importa si se enferma?!

¡Mierda!

— Solo vine a pasar el rato, estaba aburrido y pedí permiso con mi mamá. — contesto, de sus manos, un tierno gatito hizo acto de presencia.
— ¿Por qué trajiste a Maí? —

— Quería verte. —

— ¿Ella o tu? —

— Nah, solo yo, quería tener una excusa para entrar, aunque no lo necesite. — la dejo en el suelo para que caminara por el lugar, una sonrisa surco sus labios y miró al mayor.
— ¿Qué hacías? — cuestionó mirando el instrumento en la cama.

— ¿Tocas el violín? —

— No, y si ya fue todo lo que tenías que hacer, puedes irte. — gruño empujándolo hacia la ventana.
— Puedo salir por la puerta. —

— También pudiste entrar por ella. —

— Dami... — suplico dejándose caer sobre el moreno.
— Cierto, tenemos trabajo que hacer. — recordó el kriptoniano mirando a su amigo.
— Kori nos pidió hacer un reporte de la misión pasada. —

— ¿Uh? — eso llamo su atención.

— Mentira. — lo tomo de sus hombros y lo miró a los ojos, pronto sus labios se unieron en suave y tranquilo beso.

Besos faltantes: 5

Enamorando a un Wayne «JonDami»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora