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"Porque una botella de vodka todavía se encuentra en mi cabeza y una rubia me trajo pesadillas, creo que ella aún está en mi cama"

-Un mes-murmuré viendo el caledario que colgaba en una descolorida pared-

Llevaba diez días buscándola, diez días sin éxito, treinta días sin dormir, treinta días de llamadas perdidas, excepto una. Una que respondió y me dijo muy claro que deje de buscarla, que no me necesitaba, que no me quería.

No estaba triste, no había llorado, estaba molesto, molesto por no entenderla.

-¿No vas a atender?-negué hacia la chica que desfilaba por mi living tapada con una de mis camisas. El teléfono sonaba por tercera vez mientras yo tragaba una pastilla para la resaca. No quería hablar con nadie, hoy no quería pensar-

La rubia desconocida se preparaba el desayuno en mi cocina viéndome abrir otra botella de vodka, fruncia el ceño analizando mi rostro cansado y abriendo y cerrando la boca como si quisiera hablar, hasta que lo hizo.

-¿Vos estás bien?

-Clarisa, no te importa

-Me llamo Melisa-indicó sacándome la botella de las manos. La verdad es que lo único que buscaba era olvidar por un momento aquella sensación de ansiedad que me generaba la indiferencia de la castaña. El alcohol era un buen aliado, y Clarisa, a oscuras, también, aunque no había parado en el hecho de que era tan molesta-

-¿Te vas a quedar acá todo el dia?

-No Valen

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-¡No Valen!-reia mi mejor amiga agarrando con sus pequeñas manos las mías para alejarlas de su abdomen-

-Bueno paro, pero me debes algo-recordé lo que había dicho aquel verano de 2012-

-Decime-mentalicé esas ondas que ese día adornaban su cabello, Roma orgullosa me las había ido a mostrar, era la primera vez que según ella no se veía tan aburrida. Si en ese momento supieras que para mi siempre fuiste lo más interesante del mundo, te hubieras reido de mi hasta el día de hoy-

Como cuando te confesé que me gustabas, a los 16, en tu cumpleaños, pensaste que había sido una joda y apretaste mis mejillas para dejarme un beso en la frente que todavía recuerdo. Me habias dicho que era muy tierno y que si unos años más tarde sentía lo mismo podiamos intentarlo.

Roma yo sigo con la misma sensación en el pecho cada vez que te acercas, ¿y vos dónde estás?

Rosas • wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora