El juego de los espejos (ULEH #2)

¡El prefacio mas corto!

¡Iré al grano! Despidieron al profesor Crull y varios de sus artefactos fueron confiscados.

Me fui de vacaciones a Estados Unidos. Estuve una temporada allá... luego convencí a mi madre y fuimos a dejar a Magna en nuestra patria, fue una larga travesía ¡tenía pruebas!, sin embargo se ahogaron (una historia para otro día).

La despedida con Magna no fue especial. Seguimos entrelazadas, eso significa que seguiría bajo su protección hasta el fin de los tiempos... lo cual me tranquilizó un poco.

—¡Al fin! —salté a la cama— falta poco para empezar el nuevo año ¡y este será tranquilo!

Solté un suspiro y mi madre irrumpió en mi habitación.

—¿A dónde tienes que ir ahora? —me preguntó.

—A donde el destino me lleve —sentí como un peso hundió el colchón y el aroma de mi mami inundó mis fosas nasales.

Mamá se llevó una mano al pecho y suspiró— Eso suena como algo tranquilo... por cierto, te he traído algo.

Giré para encontrarme con su sereno rostro, observé cómo me tendió algo recubierto por un material parecido al cuero.

—Un diario —sonrió y continuó—. Dijiste que se te había terminado (y el otro sufrió un pequeño imprevisto gracias al agua y a la tierra rojiza) así que te he comprado uno nuevo, para que puedas... —dejó las palabras en el aire— hacer esas cosas que haces.

—¡Ay, si! —rápidamente me apoyé en mis rodillas y me lancé a sus brazos.

Entonces, así obtuve el nuevo diario, comencé a escribir desde ese día, no quería relatar el relleno y la tragedia de la travesía con Magna... lo del diario ahogado aún me tenia mal.

Logramos que mamá se quedase con mi hermana en gringolandia, pensamos que era la mejor opción. Si, somos herederas de una gran mansión, fortuna y tierras... pero lamentablemente no estaban a nuestra disposición.

El punto es que mami iba a quedarse demasiados meses sola y triste, al menos, con Bella Elizabeth, se harían la compañía que necesitan.

Voltee a ver mis maletas, con las cuales viajaría mañana a U.S.A, pasaría unas felices semanitas allá antes de partir a Inglaterra.

¡Que emoción!