The Compass [Jihyun Kim | Mystic Messenger]

Capítulo VI

» Sunhee Jang «

Han transcurrido un par de días desde que Ray me dio la tarea de probar su juego de citas. Debo admitir que es entretenido hablar con los miembros de la RFA en el transcurso del día, más que estar encerrada en el laboratorio como una esclava, sin duda alguna; pero, tengo esta constante sensación de que son muy realistas para ser simples inteligencias artificiales. ¿Quizás Ray es un verdadero genio y puso todo su empeño al crearlos? Pero aun si ese fuera el caso, ¿por qué? ¿Con qué motivo se esforzaría tanto? Es decir, este sitio podría parecer cualquier cosa, menos una compañía de videojuegos.

Alargué un suspiro y revisé mi teléfono, pero no había mensajes nuevos. La noche anterior había tenido una plática interesante con V y Jumin en la que el primero compartió una fotografía sumamente adorable de cuando ambos eran niños, cantando en el coro de la iglesia. Jumin, naturalmente, se molestó con su amigo por compartir un recuerdo tan privado con una completa extraña como yo, pero... en cuanto a mí, sentí una peculiar sensación de calidez y familiaridad en el momento que vi la fotografía. Dicho sentimiento logró abrumarme tanto que terminé por ignorar los comentarios poco amables de Jumin y, después de todo, V estuvo ahí para defenderme, como lo había estado haciendo desde el principio.

Hay pocas palabras que describan lo que siento cuando hablo con ese par en específico. Es decir, cuando hablo con Zen, los halagos no paran de llegar y las selfies tampoco; con Yoosung la conversación se centra en videojuegos y en incómodas charlas sobre... ¿cómo se llamaba? ¿Rika?; con Jaehee son conversaciones amenas sobre su día en el trabajo y alguna que otra sospecha hacia mi persona; con 707 o Luciel... bueno, debo decir que ese pelirrojo es sumamente especial y divertido, más cuando hace bromas a Yoosung; sin embargo, con Jumin y V la cosa cambia por completo. A pesar de que Jumin es el que menos amable se ha mostrado, hablar con él se siente peculiarmente bien y, de alguna forma, siempre estoy esperando que se una a la conversación. ¿Quizás soy masoquista? Y en cuanto a V... ¿cómo puedo explicarlo? Mi corazón se acelera cuando entra al chat, mis mejillas se tornan rojizas cuando se dirige a mí con su amabilidad tan característica y me siento como la mujer más afortunada cada vez que me defiende y exige a los miembros que me traten como una más de ellos. Pero ¿cómo es posible? Estoy perfectamente consciente de que son inteligencias artificiales y, aún así, las sensaciones que experimento con cada conversación son más reales de lo que me gustaría. No se supone que me enamore de personajes ficticios de un videojuego, ¿cierto?

Pero...

¿Y si no fuera un videojuego?

¿Y si ellos fueran personas reales?

No... Ray jamás me mentiría.

¿Verdad?

Como si lo hubiese invocado con el pensamiento, Ray se apareció en mi habitación con un muy bonito ramo de rosas que no tardó en perfumar la habitación con su fresco y embriagante aroma.