La reunión en la que se encontraba Jumin tardó tres horas más de lo que se tenía planeado en un inicio. Al salir de la sala de juntas en compañía de Jaehee, lo primero que ambos hicieron fue revisar sus teléfonos. Jumin únicamente revisó el registro de llamadas y notó la insistencia de Luciel, pero Jaehee revisó las llamadas y, además, los mensajes en la aplicación de la RFA.
—Sr. Han —dijo Jaehee—. Parece que Luciel necesita hablar con usted urgentemente. Según sus mensajes, se trata de V.
—Ya veo —respondió Jumin—. ¿Me puedes dar un momento?
Jaehee asintió y se retiró. Jumin buscó entre sus contactos el número de Luciel y marcó inmediatamente. No pasó más de un minuto para recibir respuesta por parte del pelirrojo.
—¡Al fin te contactas conmigo! —exclamó Luciel.
—Hola, Luciel. Lamento la tardanza, la junta se alargó más de lo que tenía previsto. ¿Qué necesitas?
—Escucha, iré directo al grano. Hace algunas horas recibí una llamada de V.
—Entiendo. ¿Y? ¿Te contó cómo va su viaje o cuál es el punto?
—No hay ningún viaje, Jumin. V se encuentra en el mismo lugar que Sunhee en estos momentos —informó Luciel—. Es decir, se encuentra en el mismo lugar que el hacker.
Jumin agrandó los ojos y tragó saliva. ¿Por qué se seguía sorprendiendo por las acciones tan osadas de su amigo, de todas formas?
—¿Por qué está en ese lugar? ¿Dónde está, Luciel? ¿Cómo podemos ayudarlo?
—Yo me hice las mismas preguntas hace unas horas —respondió Luciel con frustración. Sostenía el teléfono con su hombro mientras seguía tecleando a toda velocidad en su computadora—. Verás, hace unos días, V me envió un correo con un archivo encriptado. Según el propio V, ese archivo contiene las coordenadas del lugar en el que se encuentran él y Sunhee; pero, aun con mis habilidades, me tomará algunos días más para desencriptarlo.
—Eso significa que no quiere nuestra ayuda a menos que sea extremadamente necesario, ¿no es así? —suspiró el pelinegro y sobó el puente de su nariz—. ¿En qué demonios está pensando?
—A mí también me gustaría saberlo...
—Si hay algo que necesites, Luciel, no dudes en pedirlo. Gracias por informarme lo que ocurre.
—Eh... eso no es todo —Luciel dejó de teclear y se concentró únicamente en la conversación—. Hay otra cosa que debes saber, Jumin.
—Dímelo.
—No me pidas detalles porque no los tengo, pero... V me confirmó que la Sunhee que se infiltró en nuestra aplicación, se trata de Sunhee Jang, su amiga de la infancia a la que creían muerta.
— ...
Luciel no obtuvo una respuesta inmediata. Lo único que logró escuchar fue una respiración pesada del otro lado de la línea.
—¿Jumin...?
—En cuanto averigües la ubicación de ese lugar, házmelo saber. Iré contigo.
Dicho esto, Jumin colgó.
El pelinegro se quedó de pie, congelado, con la mirada puesta en la nada. Recordó cada ocasión en la que reprendió a V por seguir investigando el caso, por empecinarse en que la policía debía encontrar su cuerpo para que él realmente pudiese aceptar su muerte. Todo empezaba a tener sentido para Jumin, aunque, en el fondo, él también llegó a pensar de la misma manera que V; sin embargo, no quería perder el tiempo con falsas ilusiones. Jumin ya estaba sufriendo suficiente y tenía problemas para lidiar con sus emociones, lo que menos quería era agregar a su lista una posible falsa esperanza, así que optó por la salida fácil por su propio bienestar: aceptar la muerte de su amiga y seguir adelante sin cuestionar nada, borrar de su mente todos los recuerdos que sólo le traerían amargura y lo distraerían de su trabajo en la empresa.
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The Compass [Jihyun Kim | Mystic Messenger]
FanfictionLa vida suele ser caprichosa, y tiene maneras muy extrañas -incluso crueles- de volver a juntar a aquellos cuyos corazones laten al mismo ritmo, que por alguna razón su camino tuvo que ser dividido en el pasado. Después de todo, bien dicen que el pr...