Capítulo XXX:|Birds|

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Solo él sabe que detrás de esa mirada llena de secretos y fría como el hielo, existe un corazón ardiente. Pasional por la justicia de sus sentimientos, alabado por una voluntad roja intachable.

...

Izuku sabía que al bajar del avión, las autoridades japonesas estarían en el aeropuerto para entregarle información sobre la catástrofe. No tenía tiempo para ello así que se adelantó a sus acciones, durante las diez horas de vuelo ya había reunido suficiente información sobre el tema. Todo lo que le dirían, ya lo sabía de antemano. Y como un lobo saliendo de la fría Siberia en busca de su dueño, firmó el acuerdo de estadía y viajó a la zona en un automóvil de civil sin importar las insistencias del gobierno para que viajara más seguro en una caravana de policías. No había tiempo para shows. Cuando llegó, todos los vieron como un halo de esperanza, ninguno de ellos sabía que no estaba ahí para salvar sus vidas. Lo haría pero su propio cuerpo poseía un límite de esfuerzo y una necesidad emocional, su bebé era más importante que las víctimas y Katsuki su máxima prioridad. Además, muchos de los héroes que había conocido en antaño ya estaban en labores de rescate. Todo lo que haría sería un extra. Porque solo él podía salvarlo, siendo la única persona sobre la tierra capaz de olfatear al alfa de ojos carmesí. Lo demás sería una forma de no hacer demasiado evidente su único deseo. Aún así, era demasiado extraño desde el principio. Gran parte de la catástrofe se ocasionó en un complejo departamental de personas adineradas, los héroes seguían ansiosos buscando un rastro de la mujer que solo estaba dejando un camino explícito de destrucción. Antes de llegar a tierras internacionales, se dió cuenta que el ataque que ella había provocado no era coherente.

Buscó información sobre la mujer en su laptop, hackeó unas cuantas fuentes de información gubernamentales y dió con su historial de vida. Una mujer que vió a su madre morir a manos de su propio padre, una violación que terminó con resultados fatales. La tacharon de villana solo por obtener justicia propia por su mano, porque las pruebas de que la causa de muerte de su madre fuera su padre no eran concluyentes y el gobierno no tomaba su testimonio como verídico al estar involucrada emocionalmente. Izuku podía ver el dolor en las imágenes que el gobierno le había tomado antes de encerrarla, entonces vio la información sobre un bebé y como el padre, un héroe de baja popularidad, había muerto a manos de otro villano. El mismo villano que ella asesinó a sangre fría días después de salir, nadie extrañó su ausencia porque él no poseía familiares. Dedujo antes de bajarse del avión que ella estaba buscando a su hijo, pero no lo estaba buscando entre los escombros de la zona de catástrofe. Todo lo que estaba haciendo, toda esa destrucción masiva, era presión social para que le dieran la ubicación de su bebé. 

De cierta manera, con su hijo moviéndose ligeramente en su vientre, la entendía. Pero nunca justificaría su actuar, porque entre los cuerpos inertes que salían de los escombros, habían niños que podrían asemejarse al suyo. Con el ceño fruncido, ignoró todo a su alrededor y se lanzó a buscar.

Suspiró con fuerza y sonrió nostálgico ante la esencia de su alfa. No era densa entre el olor a sangre, y las feromonas de dolor en el ambiente eran persistentes con solo percibirlo; su bebé pateó con fuerza. Dejó caer una lágrima mientras usaba sus látigos para moverse más ágil por todo el desastre, como una viuda negra entre la destrucción de una madre herida. No tardó en ver víctimas directas de la mujer, le llamó la atención su estado, como estaban en el suelo. Inmovilizados y consumidos con unas raíces que retenían sus manos y pies contra la superficie, arrodillados y llorando sangre. Podía percibir el lamento de cada uno con solo sentir la pesada carga de feromonas. Disparó a las raíces y siguió su camino esperando ayudar con esa pequeña acción, después de todo algunos héroes estaban siguiendo sus pasos de cerca en busca de más víctimas. La villana se había calmado lo suficiente para aprovechar, lo cual era extraño porque nadie había podido sobrevivir al encanto de sus pesadillas sin caer en ellas. Izuku solo esperaba que no fuera demasiado tarde para su alfa, había estado desaparecido unas doce horas. Tenía comida y agua en su cinturón por si él lo requería, incluso tenía una inyección de adrenalina si su corazón se detenía a mitad de camino. Solo tenía que sentirlo. 

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