Noches De Luna Llena (Zayn Malik) (HOT)

Capítulo #8

Desperté temprano ese sábado. No había ningún adulto en casa, papá se había ido temprano a tomar el avión para ir de viaje por asuntos de trabajo, y mamá había ido de compras.

Me puse a preparar el desayuno para Niall, Alice, y por supuesto para mí. Mientras esperaba a que los panes acabaran de tostarse, le envié un mensaje a Zayn:
"Buen día, Malik.".

Tomé los panes y la mermelada, los puse en un plato y me senté en la mesa a untarlos con mermelada mientras esperaba la respuesta del Malik.

Mi celular sonó, y con una sonrisa me puse a leer el mensaje.
"Buen día, Horan. ¿Te digo algo?"
"¿Qué?" le pregunté.

"Tengo tantas ganas de verte que si me dejaras iría en este mismo instante a tu casa... ¿Qué te parece?"

Me lo quedé pensando mientras distribuía los panes untados con mermelada en tres platos y me dirigía a la heladera. Es una propuesta tentadora... pensé mientras sacaba el yogur bebible y cerraba la heladera.
"No lo sé. Mi hermano y mi mejor amiga están en casa." le contesté.
"Preséntamelos."

Escuché a alguien bajar por la escalera. Me apresuré a servir el yogur en los vasos y ponerlos en la mesa.

- Buen día, Jenna. - me saludó mi hermano entrando al comedor con cara de dormido. Me miró y abrió los ojos de golpe. - Momento. ¿Preparaste el desayuno? - preguntó con sorpresa mientras yo soltaba una carcajada.

- Sí, me levanté temprano y no tenía nada para hacer, de modo que preparé el desayuno.

- Guau. - se limitó a decirme.

Quise salir del comedor para despertar a Alice, pero Niall me detuvo.

- Sabes, Jenn... - masculló, pensativo. - Tal vez este mal que lo diga, pero... No hacías esto desde lo de... Ya sabes, lo de Louis.

Hice una mueca al escuchar su nombre.

- Tienes razón. - le espeté, saliendo del comedor. - Está mal que lo digas.

Le fruncí el ceño y me dirigí a mi habitación, algo resentida con mi hermano.
"Tal vez no sea el mejor momento... Lo siento." le contesté a Zayn mientras subía las escaleras.
"Está bien, hermosa. No hay problema. Entonces, ¿nos vemos a las 6, no?"

Abrí la puerta de mi habitación.
"Cuenta con eso." le contesté. Guardé el celular en mi bolsillo y me acerqué a Alice.

- Despierta, Bella Durmiente. Abajo te espera el desayuno.

- Humm... - se desperezó ella, abriendo los ojos y estirando los brazos. - Desayuno.

Me reí.

- Vamos, Allie, a levantarse. - dije, abriendo las cortinas para dejar entrar la luz del sol. - Afuera hay un hermoso día.

- Puf. - sonrió irónicamente. - Sólo lo dices porque tienes una cita, pequeña traviesilla.

Se levantó de la cama y, tomando su ropa, se dirigió al baño. Yo me senté a esperarla, la verdad no quería bajar sola por miedo a que Niall insista con lo de Louis. Así solo conseguiría deprimirme de nuevo, y no quería. No cuando todo estaba comenzando a mejorar.

- Vamos. -me apuró Alice saliendo del baño en un tiempo récord, cambiada y aseada. - Tengo hambre.

Bajamos las escaleras y nos dirigimos al comedor. Alice se sorprendió al ver el desayuno ya hecho. Me sonrió.

- Te felicito, Niall. Hacía mucho que no nos preparabas nada.

Mi hermano soltó una risotada.

- De hecho, no fui yo.

Ambos me miraron, Alice con los ojos como platos. Yo miré el piso, algo intimidada. Ella se recuperó rápidamente al notar mi incomodidad.

- Genial, Jenna. Gracias. - me dijo, sentándose a desayunar. - Oye, Ni. Me preguntaba... ¿Qué te pareció el chico nuevo, el tal Harry Styles?

[...]

- ¡No sé qué ponerme! - grité exasperada.

Mamá había llegado de las compras, y luego de saludarnos, me avisó que se iría a pasar la tarde a lo de Karen, una gran amiga suya, y luego a cenar con la abuela. En cuanto se fue, yo había ido a ducharme, y ahora me encontraba enfrente a mi armario, completamente frustrada.

- Toc, toc. - oí decir a Alice, quien se había apoyado en el marco de mi puerta. - ¿Necesitas ayuda?

- No, si te parece. - repliqué con ironía.

Alice se puso a buscar en mi armario, revoleándome de vez en cuando algo para que me lo pruebe. Para cuando nos decidimos, la mitad de mi ropa estaba distribuida en el piso. Miré la hora.

- ¡Son las cinco y media! - exclamé, sorprendida de cómo había pasado el tiempo. No iba a llegar a terminar. - Mierda, no me da el tiempo.

- Descuida, luego ordeno tu habitación. - me prometió Alice. - Vamos, te alisaré el cabello.

Terminamos con un pequeño tiempo de sobra en el que la ayudé a doblar algo de ropa.

Escuché el ruido de una moto estacionándose en la entrada de mi casa. Mientras Allie miraba disimuladamente por la ventana, yo me apuré a tomar mi bolso y mi celular. Oí el timbre de la puerta y bajé las escaleras al trote, acompañada por Alice.

- ¿Quién es? - me preguntó Niall al verme correr hacia la puerta.

- Alice te dirá.

Dejé a mi hermano y a mi amiga en la sala, y luego abrí la puerta con una gran sonrisa grabada en mi rostro.