Después de un par de días me sentía mucho mejor. Las lesiones de mi cuerpo estaba sanando muy bien, aunque algo lento.
Luego de que desperté, el dolor había sido casi insoportable, por lo que estuve bastante tiempo con morfina para poder sobrellevarlo. El tiempo de reposo se pasaba lento y aburrido. Había intentado recordar a detalle cada suceso que había ocurrido cuando fuí secuestrado, pero había partes borrosas y faltaban algunos pedazos.
Luego de un tiempo intentando recordar, me dí por vencido y decidí levantarme de mi camilla en el ala médica e invadir el taller de Tony. Donde seguro estaría mi traje. Aunque nisiquiera recordaba si lo había traído conmigo, pero debía intentarlo.
Me metí a hurtadillas, puse mi mano para abrir el taller y cuando al fin pude acceder, busqué en cada rincón sin éxito. El traje lo deben tener los que me llevaron. La idea no me gustaba nada, carajo.Ya habían pasado 3 días desde que volví a la torre. Le pregunté a Tony porque May no venía, pero él me dijo que tuvo que irse de viaje por trabajo, ya que ahora contaba con un puesto importante en Industrias Stark. Intenté comprenderlo, pero un dolor en mi estómago me decía que algo estaba mal, que había un peligro.
Sin más opción decidí volver a mi cuarto a descansar. Me envolví en las sábanas de la camilla, algo incómodo, pedí a Jarvis apagar las luces y me dormí.
Todo estaba oscuro y el desagradable olor a humedad reinaba en el ambiente. Sentía una opresión en el pecho y un sentimiento de tristeza me azotó de golpe. Sin darme cuenta había comenzado a llorar.
Todo paso derrepente. Todo se iluminó y ví a May, luego todo se volvió oscuro nuevamente, oí un ruido ensordecedor a mi lado derecho, claramente un disparo. ¿Porqué no podía moverme? Las luces volvieron a prenderse, dejando ver al cuerpo inerte de mi tía. Grité, lloré y sentí el comienzo de un ataque de pánico e ira. Me solté de ese maldito agarre y golpeé a ese misterioso hombre contra la pared. Pero cuando levanté mi vista a su cara, esta era toda negra.
- Pet, ey. Debes despertar. ¡Peter, despierta!- una voz lejana llegaba a mis oídos. El dolor en mi pecho volvió. Aunque no sabía si era miedo, tristeza o simple dolor físico. ¿May estaba muerta? ¿Por eso no vino conmigo? Fué mi culpa, la usaron como venganza. El dolor no me dejó seguir pensando. Puntadas demasiado fuertes por todo mi pecho se hicieron presentes, dejandome sin aire y un pitido en mis oídos no me dejo oír nada más. Un cansancio descomunal se hizo presente y solo quería dormir. La tristeza y culpa me consumían, solo me dejé ir...
Tony:
Estaba haciendo mejoras en mi traje. Llevaba más de cuatro horas encerrado en el taller. Tomé un trapo para limpiarme las manos, decidido a ir a la cocina por algo para comer y tomar. Dejé mi llave en la mesa y, antes de salir, miré unos planos.
- Señor, el joven Parker presenta anormalías en sus signos vitales, taquicardia y su temperatura aumenta. Está al borde de un paro.- tiré los planos al suelo.
- ¿Le avisaste a Cho? Jarvis.- corrí en dirección al área médica luego de escuchar la afirmación de mi IA. Subí por el ascensor y me dirigí al cuarto donde estaba Pet. Llegué antes que la doctora al parecer. Me adentré a la habitación y lo ví. Parecía estar teniendo una pesadilla, estaba llorando.
- Pet, ey. Debes despertar. ¡Peter, despierta!- comencé a moverlo un poco. Las lágrimas salían de sus ojos en mayor cantidad. La preocupación me estaba invadiendo. Iba a tirarle agua cuando sentí el pitido insistente de la máquina que controlaba sus signos vitales.- ¡Cho, por la mierda! ¡Ayuda!.- el grito salió del fondo de mi garganta y mis lágrimas comenzaron a bajar.
Llevé mi mano a su cabello sin saber que hacer y comencé con unos pequeños mimos.- Tranquilo, mocoso. Todo estará bien, estarás bien.- susurré. Los pasos y ruido de maquinas no se hicieron esperar. Me sacaron de la habitación casi a rastras. No quería dejarlo solo.
Me senté en el pasillo con la cara entre mis manos. Las lágrimas se abrían paso entre mis dedos. El miedo y la preocupación me hacían dar un fuerte dolor de estómago. Solo quedaba esperar...
- No va a pasarle nada, no puede pasarle nada...- mi voz salió rota en un susurro. Tiré de mis pelos ante la frustración de no poder ayudar a mi niño, mientras las lágrimas desbordaban mis ojos.
Luego de horas, Cho salió del lugar. Su mirada lucía preocupada y eso solo me hizo alterarme más. Se acercó a mi y se sentó a mi lado.
- ¿Como está?- me miró a los ojos, como pasandome fuerzas.
- Está... Estable, por ahora. Pero si vuelve a tener otro ataque así, ya no podrá soportarlo. Si cae de nuevo, ya no podría despertar. Entonces quedaría en...- el terror se hizo presente en mis ojos al imaginar tal escenario.
- Coma permanente...- completé la frase en un susurro. Ella asintió y colocó mi mano en su hombro. Levanté mi vista y asentí.
- Eso no es todo...- me miró como pidiendo disculpas, no entendí tal acción.- Yo... Está en coma inducido, Tony. Creí que sería lo mejor. Su situación es crítica, así podremos controlarlo y...- no la deje terminar.
- ¿Lo mejor? Acabas de decirme que si le pasa algo así, no podría despertar ¿Y tú vas y lo duermes? ¡Jodida mierda, Cho!.- caminaba de un lado al otro. El miedo me hacía actuar estúpidamente. Ella se paro al igual que yo y me frenó por los hombros.
- Nosotros lo controlamos así. Todo estará bien, solo necesita este tiempo para sanar y descansar. Está muy grave, Tony. Si no sana rápido y su corazón vuelve a tener un ataque como ese, no habrá retorno. ¿Lo entiendes? Era la única opción que me quedaba.- su mirada estaba seria, soltó mis hombros y asentí.
- Lo siento, Cho. Es que el miedo me tiene mal, si algo le pasara yo... No podría estar sin él. Lo lamento.- rompí a llorar, ella me abrazó hasta que me calme. Agradecí y se retiró. Dejándome solo en esa sala de espera.
Pasaron 3 horas, quizás más y yo no podía aceptar que no despertaría. Cuando se hizo de madrugada, me digne a ir a mi habitación. Tomé una rápida ducha y me acosté. Más no pude pegar un ojo en toda la noche...
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𝕃𝕚𝕥𝕥𝕝𝕖 𝕤𝕡𝕚𝕕𝕖𝕣•IronDad• 🍂
Ficção CientíficaSu arañita estaba en peligro y él haría hasta lo imposible para que esté sano y salvo.