Casi dos meses habían pasado desde que Pet está en coma. Sus heridas están casi curada y hoy, al fin, vamos a quitar la dosis de droga que lo mantiene inconsciente.
Desperté temprano, 7:20 a.m marcaba mi reloj. Me levanté con una pequeña sonrisa, hoy sería un buen día, o eso esperaba. Me dirigí al baño para higienizarme, salí secándome el cabello con una toalla de mano, mientras un toallón reposaba en mi cadera cubriendo mi intimidad. Me enfundé en un traje y unos hermosos zapatos negros.
Me coloqué el perfume favorito de Pet <<el perfume de papá>>, ese recuerdo me hizo sonreír aún más. Ajusté el reloj a mi muñeca y bajé a la cocina. Prendí la cafetera y mientras la bebida se hacía, tomé panes y les unte un poco de Nutella, una combinación que mi pequeño me había inculcado. Serví el café en una pulcra taza blanca y, sin más, desayuné.
Luego de unos pocos minutos, bajé al ala médica para encontrarme con Cho, que hablaba profesionalmente con otros colegas enfrente de la habitación de Pet. Esperé a que terminaran de conversar, por educación y me acerqué cuando ya estaba sola. Intercambiamos saludos amistosos y sin más rodeos entramos al cuarto del mocoso.
Lo miré, estaba mucho mejor. Sus cortes ya habían sanado, aunque dejaron cicatrices. Su corazón ya estaba más fuerte, resistente. Y su hemorragia interna ya no existía, además sus pulmones ya estaban en perfecto estado.
- Hola, cariño ¿Como estás?.- acaricié su mejilla con amor, lo extraño con cada célula de mi ser.- Hoy es el día, la doctora va a sacarte la dosis y en pocas horas deberías despertar.- ví a Cho cerrar el paso de la intravenosa para que la sustancia ya no pudiese correr por el catéter, para luego retirar con un ágil movimiento la aguja del brazo de mi niño.
- No dolió ¿Verdad? Pet.- la sonrisa parecía no querer borrarse de mis labios.- Te dejaré descansar un tiempo más, tengo una junta tecnológica en unos minutos. Pero vuelvo enseguida, niño.- le dejé un beso en la frente, acaricié con mi pulgar su mejilla y salí, ansioso de que despertara.
Subí al auto negro que me esperaba en la entrada, saludé a Happy, mi amigo y chófer, fuimos a la empresa, debía atender una junta de negocios. Una empresa que estaba interesada en la tecnología que Stark Industries ofrecía. Quizás podríamos llegar a un trato.
Bajé del vehículo y me dispuse a caminar en dirección a la entrada. Luego de saludar a algunos empleados, subí al elevador que me llevaría al piso donde se realizaría la junta. El cuarto. Una vez llegué, caminé con elegancia hacia la sala, entré saludando formalmente a todos los presentes y me dispuse a escuchar las propuestas para luego dar mi opinión.
Así pasaron las siguientes dos horas, hasta que llegamos a un trato, dando por finalizada la reunión. Salí de la sala de juntas y me dirigí al elevador, presioné el botón y aguardé pacientemente hasta que llegó. Una vez dentro, toqué el primer piso y bajé. Saliendo por fin de la empresa que amaba y odiaba al mismo tiempo. Suspiré con satisfacción al sentir la suave brisa acariciar mi rostro, sacandome una sonrisa. Me subí al auto y fuí a la torre, aunque en el camino paré en una florería. Le llevaría un pequeño obsequio a mi niño. Luego de una media hora llegué.
Subí a mi piso personal, tiré el maletín en algún sillón y me quité el saco del traje. Tomé un vaso y le puse una medida prudente de Whisky, tomándolo de un solo trago. Suspiré al sentir el ardor en mi garganta, reconfortante...
Luego me dirigí a mi habitación, quería darme una ducha para sacar todo rastro de estrés y cansancio que el día me haya dejado. Debía estar perfecto para Pet, mi Pet...
Cuando terminé de higienizarme y arreglarme, tomé el pequeño ramo de flores que estaba en la mesa junto con el papel texturizado color rojo con matices blancos. Agarré la pluma que estaba en un estuche al lado y comencé a trazar perfectas y magestuosas líneas, quería hacer una pequeña nota."Querido Peter:
No sabes cuanto te e echado de menos en este último tiempo. Realmente me alegra que estés bien. No se porque escribo esto, si voy a estar a tu lado cuando despiertes. En fin, ojalá te gusten.
Con cariño, Tony.Una sonrisa se instaló en mis labios mientras la escribía. Satisfecho con mi creación, la metí dentro de un sobre y puse su nombre en él. Tomé todo y bajé al ala médica. Llegué a la habitación de Peter y aún no despertaba, perfecto. Me senté a su lado a esperar, mientras revisaba algunos proyectos en mi reloj.
Peter:
Comencé a ver como pequeños rayos de luz sobresalían de la obscuridad. Sentí un gran calor en el pecho al sentir esa voz tan conocida. Parecía estar en una llamada.
- Si, Ross. Pero ya te dije que no firmaría esos malditos tratados. Nosotros no seremos propiedad de ninguna organización gubernamental, no pienso meter a mis compañeros en ese lío ni mucho menos ser su peón. Los tratados deberán sufrir cambios drásticos si usted quiere que al menos lo consideremos. Además, seamos sinceros, si nos frenas el mundo se irá a la mierda en dos semanas, somos su defensa más fuerte.- ví como metía un caramelo en su boca, al parecer todavía no notaba que había despertado, sonreí.- Si, señor secretario. Pero la decisión individual de cada miembro del equipo es eso justamente, algo personal.- rodó los ojos, parecía harto.- ¿Señor? Creo que lo estoy perdiendo ¿Puede escucharme?- quise reír, estaba usando el papel del caramelo para fingir mala señal y luego cortó.- Jodido idiota...- maldijo entre dientes.
- Lenguaje, señor Stark.- intenté que mi voz saliera normal, pero salió como una queja. Enseguida giró hacia mi.
- Niño, estas bien. Hola, Pet.- se acercó y acarició mi mejilla. Revolvió mi cabello y dejó un beso en mi frente, regalandome una sonrisa pura.
- Hola, Tony.- le devolví el gesto y estiré mi mano para acariciar su rostro.- Te ves cansado.- hice una mueca. Tenía razón. Unas ojeras algo pronunciadas descansaban bajo sus ojos, su barba estaba algo desalineada y sus ojos algo rojos, quizás por no dormir. Él me sonrió mientras negaba con la cabeza.
- Estoy perfecto ahora que estas conmigo, hijo...- esa palabra pareció tomarle por sorpresa. Abrió la boca como para disculparse.
- Te extrañé, papá... Aunque escuché cada chiste malo que me dijiste.- su boca se volvió a curvar y sus ojos se pusieron aún más rojos, brillosos.- Si lloras, me harás llorar también.- regañé jugando, él suspiro y me abrazó cuidadosamente. Como si fuera de vidrio, como si pudiese desaparecer al tocarme.
- Te quiero, mocoso.- sentí como una lágrima caía en mi hombro.
- También yo...- y quería quedarme allí siempre. Entre sus brazos. Para siempre.
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𝕃𝕚𝕥𝕥𝕝𝕖 𝕤𝕡𝕚𝕕𝕖𝕣•IronDad• 🍂
Bilim KurguSu arañita estaba en peligro y él haría hasta lo imposible para que esté sano y salvo.