Tony:
La impresión y el miedo no se escapaban de mi cuerpo.
Mi pequeño Peter, el hermoso y educado niño que había adoptado, acababa de cortar el cuello de un hombre y luego, le clavó un cuchillo en la cabeza como si jugara tiro al blanco.La risa que soltó antes de marcharse me hizo temblar todo el cuerpo. Fué tan sádica y llena de maldad que un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
Una lágrima escurridiza bajo por mi mejilla al darme cuenta de lo corrompido que estaba Pet y una horrible sensación se instaló en mi pecho.No sabía como describir esa sensación. Era como una asquerosa y asfixiante presión.
El miedo y el pánico eran una de las tantas sensación desagradables que estaban adueñandose de mi cuerpo.
El terror me invadió de solo pensar en que ya no podría traer nuevamente al dulce niño que existía antes de todo esto.El simple pensamiento de esto me aterrorizaba.
Llevé una de mis manos a mi boca, intentando callar el sollozo que escapó de mis labios. Mis piernas flaquearon y, sin más, me deje caer de rodillas al piso, preso de la impresión y el miedo.- Tony...- la voz de Natasha me hizo volver a la realidad, alejando esos atroces pensamientos de mi mente. La única mujer del grupo me dedicó una sonrisa que no sabría como identificar, dolida y de apoyo, quizás.- Todo estará bien, ya terminamos aquí. Luego hablaremos con él, no te preocupes.- y aunque quería creerle, su mirada decía todo lo contrario y denotaba que pensaba igual que yo.
Cuando iba a contestar, unos pasos se escucharon en el lugar, haciéndome callar y un Peter con la cara y cuello llenos de sangre se dejo ver por una esquina.
- ¿Van a venir o qué?- preguntó y luego se retiró, aún con una sonrisa extrañamente escalofriante.
Me levanté, cerré el casco de mi armadura y volé velozmente para posicionarme al lado de mi hijo. En poco tiempo el resto del equipo nos alcanzó y emprendimos paso hacia el jet.
Había pasado casi una hora de viaje y ninguno de nosotros era capas de dirigirle la palabra a Peter, que se encontraba inmerso en su traje, viendo un video de la seguridad del aparato.
- Vamos, Karen. Una vez más. Tres, dos, uno POOM. Fué un corte bastante limpio ¿No crees? Linda.- las carcajadas salieron de su boca por décima vez en el viaje. Me senté a su lado, harto de este comportamiento y de no poder ver a mi hijo.
- Es suficiente, Peter.- tomé su hombro con algo de fuerza y le saqué la máscara, dejando ver su rostro.- ¿Que te ocurre? No te reconozco. Tú no eres as...- no pude terminar, la punta del cuchillo militar me apuntaba directo al centro de la frente, nisiquiera sé cuando lo tomó, pero allí estaba.
- Era. Puedes intentarlo nuevamente, soy un ser piadoso...- quitó el arma y guardó silencio, esperando a que me retracte de mis palabras. Pero yo aún estaba en shock. Se posicionó aún más cerca de mí, poniendo su boca en mi oído y susurró.- Él la mató... Y todo fué mi culpa. ¿Viste su rostro? Yo lo hice, hace casi un año. Él estaba robando un banco y yo estaba enojado ese día, así que no contento con detener el robo, lo llevé conmigo y lo rocíe con alcohol. Tenía un encendedor en el bolsillo y no le ví mejor uso, creí que había muerto pero al parecer nisiquiera eso hice bien. Él estaba vivo y quiso cobrar venganza... Y lo consiguió porque yo no fuí tan fuerte como para asesinarlo ese mismo día.
Hoy cobre todos sus pecados, y como si de un Dios se tratase, él a sido perdonado por mí. Sus deudas están selladas, es sangre por sangre.
Sé lo que piensas, aún me faltan muchas cosas por cobrar. Pero, antes de hacer el siguiente paso, necesito información. No te preocupes, sé quien puede saber, un viejo amigo me ayudará.
Te sentirás orgulloso.Mis ojos no podían abrirse más, no cabía en mi impresión. Él decía todo eso totalmente seguro y serio, cada palabra salía de su alma y su sentir. Era una confesión o un aviso, no sabía como tomarlo.
Balbuceé un par de veces, sin embargo nada coherente salió de mis labios.- Ya casi llegamos a la Torre Stark.- la voz de Bruce sonó, sacandome de mi impresión y, cuando me dí cuenta, Peter estaba sentado nuevamente, como si ninguna de esas atroces palabras hubiesen salido de su boca.
Minutos antes de alcanzar nuestro destino, logré escuchar que hablaba con alguien, sin duda alguna iba a investigar su listado de llamadas para averiguar de quién se trataba. Al llegar a la torre, él bajó con su traje ya puesto y sin decir ni una palabra, se fué en medio de la noche. Suspiré y me dirigí al interior de la base, tenía demasiado en que pensar.
Peter:
Saltaba de edificio en edificio hasta llegar al lugar de encuentro que establecí con mi contacto. Necesitaba información y él seguramente la tendría o podría conseguirla de una manera u otra.
Me faltaba bastante camino por recorrer aún. Espero que sea una persona con paciencia porque no pienso acelerar el paso.Después de unos diez minutos llegué al lugar: la cima del edificio más alto de toda la zona, un sitio al azar pero que, raramente, ambos conocíamos.
Al llegar, no había nadie en el techo, así que me senté en el borde con los pies colgando en la inmensa caída que había desde allí hasta el piso.Había pasado casi dos horas desde que llegué al lugar, para este punto ya estaba acostado en el techo, jugando con el cuchillo militar que había tomado de la misión y, de vez en cuando, observando las estrellas que hoy parecían brillar más que nunca.
Mis sentidos se activaron al detectar una segunda presencia cerca y me acomodé de forma que pudiese levantarme rápidamente si había algún que otro ataque sorpresa de parte del individuo.
Mi rostro demostraba indiferencia pura, aún cuando sentí que el otro sujeto aterrizaba sigilosamente detrás de mí, con cuidado desenvainó una katana que descansaba en su espalda, aún sin hacer el menor ruido y se preparó para atacar.En una décima de segundo me encontraba detrás de él, con el filo del cuchillo cortando la tela de su traje y levemente su piel por la presión ejercida en la zona afectada.
- Yo no haría eso si fuera tú...- moví el cuchillo un poco más, cortando aún más profundo y gozando del posible dolor que sentía. Igual de rápido que antes, me separé de él quedando justo frente a frente. Levanté el cuchillo frente a mi rostro, con mi mano izquierda subí un poco mi máscara dejando el descubrimiento mi boca y con mi lengua lamí el filo del arma, disfrutando de la sangre que allí reposaba.
- Eres una persona muy peculiar, quizás podamos llevarnos bien.- noté una sonrisa bajo su máscara y yo solo respondí carcajeándome como loco ante la idea de que haya alguien en el mundo que pudiese comprenderme. Él solo me miraba, sin perderse un solo detalle de cada movimiento que realizaba.
Ladeé mi cabeza a un lado, en gesto confundido. Aun llevaba levantada la máscara dejaba ver una sonrisa gigantesca y algo tétrica.
- Yo no vengo a hacer amigos, necesito información y tú...- me acerqué a el peligrosamente sin borrar mi sonrisa, paseé el cuchillo por todo su pecho y cuello, hasta llegar frente a su ojo.- ... me la vas a dar, justo ahora.- él sonrió y me miró, en total silencio, como dando paso a que siguiese hablando.- Necesito saber la ubicación exacta de un individuo en las cárceles de máxima seguridad con las que cuenta S.H.I.E.LD. Es un ex compañero y creo que le gustaría mi obsequio.
Pase el cuchillo bordeando mis labios y otro ataque de carcajadas salió de mi ante la idea de hacer sufrir a esa escoria.
- Claro, lindura. Tú solo dime su nombre y yo me encargaré de todo...- el sujeto guardó su katana nuevamente en su funda y me miró esperando una respuesta.
- Esto será tan pero tan divertido...- murmuré para mi mismo, siendo escuchando por mi contacto que sonrió. Yo mantenía mi sonrisa y mi mirada se encontraba baja, observando como mi mano izquierda era cortada por el filo del cuchillo, dejando caer un hijo de sangre.
- ¿Y bien? ¿Como se llama el sujeto al que debo localizar?- presionó. Levanté mi mirada y la junté con la suya, eran iguales: deseosas de sangre, venganza y brillosas al pensar en tortura.
- Steve Rogers.
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𝕃𝕚𝕥𝕥𝕝𝕖 𝕤𝕡𝕚𝕕𝕖𝕣•IronDad• 🍂
Ficção CientíficaSu arañita estaba en peligro y él haría hasta lo imposible para que esté sano y salvo.