El recetario de Lolito

Albóndigas Celestiales

-Canibalismo... es una palabra curiosa, me gusta su significado, pero en términos básicos es la acción de comer carne, de humano en este caso, antes era comúnmente consumida en colectivo y a modo de ritual ¿Sabías que los Mexicas comían carne humana de sus guerreros en honor a sus dioses? En mi caso no lo hago por ningún dios, es más dudo de su existencia así que deja de rezar por favor que me pones de los nervios- Hablaba mientras daba vueltas por el lugar

-Maldito caníbal, ¿Por qué yo? ¿Por qué mi dios? – Hablo la monja del convento de Karmaland, la cual llevaba rezando a su dios desde que despertó en el sótano de lolito, el gran y respetado chef del restaurante "Viande" curiosamente el significado del nombre de su restaurante era "Carne" ese restaurante era uno de los más caros y lujosos de toda Karmaland, la mujer se preguntaba porque era ella la que estaba siendo atormentada por ese hombre, ¿Por qué? Si ella solo había hablado con el cuándo acepto la comida que le dono al convento, creía que era un gran hombre y tan amable al preocuparse por los que tenían menos, ahora veía que detrás de esos verdes ojos se ocultaba la maldad de un hombre sin escrúpulos y que al final debería pagar por su favor

-Tu dios no vendrá a salvarte así que, porque no te relajas, en verdad no me gusta la carne dura por el miedo, el olor es espectacular, pero al final la carne termina durísima y tengo que golpearla más para que esta se ablande- Continúo hablando sin prestarle mucha atención a sus preguntas, estaba concentrado en hacer que ella se calmara un poco para no tener que lidiar más tarde con su carne

- Responde por favor, si he de unirme a dios hoy quiero saber en que erre para unirme a él antes de tiempo- Pregunto un poco más calmada y resignada, la mujer ya llevaba tantas horas que había perdido la cuenta y las ganas de continuar

-Está bien, contestare a tus dudas solo para relajarte- Dijo mientras acariciaba la cara de la chica, tenía unos ojos bonitos que seguro servirán excelentemente para sazonar un platillo

-Bueno, ¿porque tú? Porque tu carne es pura, no está manchada por la mano del hombre, tu edad es la ideal, eres joven lo que hace que tu carne sea más delicada y por ende más apetitosa, llevas una gran dieta lo cual hará que tus intestinos estén en perfecto estado y .... Me gusta un poco el elegir al azar, nada en especial, pudo ser otra de tus hermanas, pero creo que el destino, dios o como sea me hizo escogerte a ti y también un bote con distintos nombres de la gente de tu convento-

La mujer se echó a llorar, tan poco valía su existencia para ese hombre que había sorteado su destino, el miedo la invadió y la preocupación por sus hermanas, ¿alguna terminaría igual que ella? Deseaba que no

Lolito solo la miro mal, dios que dramática había resultado la monja, ella por su parte trataba de calmarse ya que el hombre solo parecía ponerse más ansioso - ¿Porque comenzó a hacerlo? - Si se iba a ir de este mundo saciaría su curiosidad sobre el hombre de naranja

-Eh, pero si eres una pequeña cotilla, ahora ya quieres saber toda mi historia, pero me temo que no te la puedo decir Davinia no estaría feliz- Miro su reloj y suspiro era hora, no le gustaba tanto el proceso de matar a alguien, pero era la única forma de conseguir la carne que tanto anhelaba

-El tiempo se acabó y tengo hambre así que vayas con bien- Dijo para atravesar a la moja con un cuchillo, la pobre ni pudo terminar de orar cuando el cuchillo ya estaba en su corazón

Lolito no era ningún animal y siempre que mataba a alguien lo hacía de una forma certera y rápida más que nada para no hacer que su carne se malograra y el rostro de su víctima no terminara con esa incomoda cara de horror

-Tu carne servirá para alimentarme, creo que ya cumpliste tu propósito- Y con eso cerro los ojos de su víctima mientras iba hacia su mesa en búsqueda de sus herramientas

Tomo los brazos y los desmembró del cuerpo de su víctima, luego procedió a las piernas, todo esto mientras pensaba en que haría para la cena

Una vez terminado el trabajo de desmembrar y separar cada pieza del cuerpo de la monja en distintas bolsas para guardarlas en su gran refrigerador de carnes, lo único que tomo de su botín fue un pedazo de la pierna derecha. Subió de regreso a su gran cocina y saco su recetario, tenía hambre y el asesinar, desmembrar a una víctima siempre lo cansaba, pero no podía negar que la carne fresca siempre era la mejor

-Creo que ya sé que puedo hacer...- Dijo sonriéndole a esa ficha blanca con la receta de su difunta abuela para preparar albóndigas

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INGREDIENTES

Cantidades para las albóndigas:

· ½ kilo de carne de res 

· ½ kilo de carne de cerdo 

· 1 diente de ajo picado 

· 1 huevo 

· 1 huevo cocido 

· c/s de sal y pimienta

Manera de hacerse:

Primero tomar la carne y pasarla por un molino de carne, en este caso primero hay que separar la carne del hueso ya que para esta preparación solo se necesitara la carne más blanda y jugosa, después de ser molida pasarla a un bowl se mezcla la carne con el huevo, pimienta y la sal. Después de ser mezclada se forman bolitas del tamaño deseado, en el centro se coloca un pedazo del huevo previamente cocido como relleno.

Cantidades para el caldillo:

· 3 o 4 jitomates depende el tamaño

· 250 ml de agua

· ½ Cebolla

· Sal al gusto

Manera de hacerse:

En una licuadora se vierte de 3 a 4 jitomates limpios junto a la media cebolla y los 250 ml de agua una vez licuados en una cacerola a fuego medio se vierte el líquido para luego sazonarlo con sal y ajo si se desea

Las bolitas de carne previamente hechas se colocan en el caldillo y se deja cocinando por 1 hr y 15 minutos para que se cocinen bien, dependiendo de la carne utilizada se requerirá más o menos tiempo

La persona que le había enseñado a cocinar fue su abuela o como el la llamaba su Tita, desde pequeño se pasaba horas entre aromas y sabores ayudando con lo que sus pequeñas manos pudieran, el preparar esa receta siempre le traía gratos recuerdos de infancia, al menos cuando estaba en casa de tita

Lolito estaba ligeramente impaciente, el hambre le atacaba y la manzana que había comido no había ayudado a saciar su hambre, espero a que las albóndigas estuvieran listas y destapo la olla en donde se encontraban, el olor era espectacular, rápidamente sirvió en un plato hondo las albóndigas y se sentó a comerlas

Apenas probo un bocado lo supo esas en verdad eran unas albóndigas celestiales...

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Y bueno esta es mi nueva historia, espero que les agrade, todas las recetas aquí presentadas se pueden realizar en la vida real solo cambiar obviamente el ingrediente principal

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Tengan un gran día y cocinen mucho...