Asistente personal •KOOKMIN•

02

No duró mucho en la casa de la familia Jeon. Simplemente cogió las cosas que creyó que eran más necesarias. De todas formas, podría volver allí siempre que quisiera. Tampoco le comentó mucho a su familia de su nuevo asistente. Simplemente le dijo que quería una casa más cerca de la empresa, que quería algo más de intimidad. Les dijo que había contratado a alguien para que le llevase la casa, lo que no les dijo era que también era su secretario. Su madre le insistía en que se quedase a cenar, pero no podía dejar solo a Jimin allí, y menos habiéndole dicho que preparase la cena. Se disculpó infinitas veces con su madre, con la promesa de que se verían pronto. Tampoco se iba de la ciudad. Salió de allí con pasos rápidos pues quería volver cuanto antes. Ya con las cosas metidas en el coche recordó el CD. Se maldijo por ser a veces tan despistado. Volvió a entrar, directo a la que era su habitación, pero alguien en la puerta le detuvo.

-Parece que tienes mucha prisa, hermanito -sonrió-

-Si, ahora si me disculpas, me olvidé de algo -le apartó prácticamente de un empujón. Cogió el CD y se dirigió de nuevo a su coche-

-¿Por qué no nos quieres decir donde vives?

-¿Que no entiendes de necesito intimidad?

-Sabes que lo podemos averiguar igualmente, ¿no?

-Si, pero me da igual... Yo solo quiero alejarme de aquí un tiempo... Sobretodo alejarme de ti...

-Me hieres hermano...

-No me llames así... Sabes que hace años que no nos consideramos como tal...

-Puede... Me gusta más molestarte... ¿Sabes? -Se acercó a Jungkook, dejándolo acorralado en la puerta de su coche- Me hubiera gustado tener otro tipo de relación contigo, hermano... Una historia de romance entre hermanastros... -Sus respiraciones se mezclaban-

-Estas loco -Se zafó de él de un solo empujón. Por suerte Jungkook era mucho más fuerte que él- No te vuelvas a acercar a mi de esa manera... Es más... Piérdete para siempre Min...

Subió a su coche y se alejó de allí dando un acelerón. Miró por el espejo retrovisor y se maldijo por hacerlo. Min Yoongi estaba saludándole con la mano con una sonrisa ladina en su rostro. En realidad no odiaba a su hermano, pero le molestaba su forma de ser. Min Yoongi era gay, pero eso no le molestaba en absoluto. El respetaba la creencia de cada uno, así como la sexualidad. El es hetero pero no homofogo. Si que es verdad que al principio, cuando lo conoció a la edad de 15 años, le parecía bastante raro. Nunca antes había conocido a un chico que le gustase otro. Pero su madre era muy liberal con respecto a ese tema, y le enseñó que no hay que juzgar a las personas por algo tan banal como eso. Había temas peores de los que preocuparse. Jungkook se disculpó con su hermano por haberlo tratado mal y a partir de entonces tuvieron una relación normal. Fue cuando Yoongi cumplió sus 20 años que todo cambió. Una cosa era que le diera igual que le gustasen los chicos a otra muy diferente que le tirase los tejos cada vez que sus padres no estaban. Estaba harto. Pero no lo odiaba. Si algo malo le llegase a pasar a su hermano, no sabría que haría.

Por fin llegó a su nueva casa. El olor a un delicioso estofado le recibió nada más abrir la puerta. Jimin parece que no le escuchó. Jungkook se apoyó en el marco de la puerta, viendo como Jimin bailaba alguna canción. No sonaba canción alguna, se moría de ganas por saber que canción estaba pensando que lo tenía tan absorto del mundo exterior. Aprovechando que no le vio, fue al salón. Puso el CD que trajo en el reproductor y buscó la canción que escucharon en el coche. La puso a un volumen considerado. Jimin asomó la cabeza y le sonrió, para luego volver a su tarea. ¿Cómo era posible que ese muchacho que conocía de a penas unas horas le diera tanta paz? ¿Qué clase de magia usa para quitarle todo el mal genio que traía por culpa de su hermano? Su móvil sonó.