Safe in Your Arms

-: CAPÍTULO 4 :-

Tina se pasó las manos por el pelo y lo alisó. Habían estado en la casa de Newt durante casi una semana y ella había pasado la mayor parte del tiempo en el sótano. Además de la única vez que Newt había venido a hablar con ella, había mantenido la distancia. Parte de ella estaba contenta por esto, significaba que no tendría que hablar sobre Queenie, pero también significaba que no podía hablar con él y eso la molestaba.

Se miró por última vez en el espejo y salió de su habitación, bajando a la mesa para desayunar. Ella fue la última persona en llegar. Se sentó en silencio y comenzó a comer. Newt y Nagini comenzaron a hablar en voz baja, Jacob intervenía ocasionalmente. Tina todavía no sentía que realmente podía hablar con la gente, así que se mantuvo al márgen.

Cuando terminó la comida, Jacob se ofreció a lavar los platos y Nagini a secarlos.

"Todo se puede hacer con magia.", insistió Newt. "Nadie tiene que hacerlo."

"No", dijo Jacob. "Solo déjame hacerlo. Necesito algo que hacer."

Él y Nagini se pusieron a trabajar. Bunty entró con algunas cartas.

"Aquí está tu correo, Newt.", dijo ella. "También hay una carta para usted, señorita Goldstain."

Tina tomó la carta del asistente de Newt y miró la dirección. Era solo su nombre, pero la letra la congeló, Achilles. Se giró y corrió hacia el sótano, dirigiéndose al lugar dónde había pasado la última semana. Abrió la carta temblorosamente y la leyó.

Querida Tina,

Te echo de menos. Dos meses y medio son demasiado largos, especialmente cuando no puedo escribirte. Pensé que podría escribir ahora después de ver ese artículo en el periódico. No hubo demasiados detalles sobre el mitin de París o la pelea posterior, pero mencionó que estabas allí, así como un No-Maj, ese héroe de guerra, Theseus Scamander, y su hermano, el autor del estúpido libro de criaturas mágicas.

Tina se encogió. No le gustaba la forma con la que se refería a Newt, pero seguía leyendo.

Espero que estés bien. Supongo que ya no te necesitan en París, entonces, ¿cuándo volverás a casa? No puedo esperar a verte. No sé dónde estás, así que envié esto usando un búho. Puedes enviar la respuesta utilizando el servicio postal No-Maj, sería más seguro.

Te quiero.

Amor,

Achilles.

Tina dobló la carta y miró el sótano. No apreciaba el tono de la carta, especialmente al principio. Al darse cuenta de que necesitaba responder, se puso de pie y regresó a su habitación. Abrió un cajón y sacó una hoja de papel, una botella de tinta y una pluma. Mojó la pluma en la tinta y sostuvo el papel.

Ella vaciló. ¿Qué digo?

Querido Achilles,

Me da gusto oir de ti. Dos meses y medio es mucho tiempo. Estoy bien. Ahora estoy en Londres y estoy a salvo. No sé cuándo regresaré a Nueva York, pero no creo que sea pronto. Grindelwald todavía está suelto y quiero poder ayudar cuando la gente se mueva contra él. Además, estoy tan profundamente involucrada que podría ser más seguro para mí quedarme en Inglaterra, donde hay personas que sé que no siguen a Grindelwald.

Escribiré más en otro momento.

Yo también te quiero.

Amor,

Tina.

No sabía por qué le resultaba tan difícil escribir las palabras "te quiero" en la carta, pero lo había hecho. Dobló el papel, lo metió en un sobre y escribió la dirección de Achilles, así como la de Newt en la esquina. Al darse cuenta de que no sabía dónde estaba la oficina de correos, se dirigió al sótano para buscar a Newt. No estaba por ningún lado.

"Bunty.", dijo, acercándose a la asistente de Newt. "¿Dónde está Newt?"

La bruja levantó la vista. "Um, está en el recinto del Zouwu. Quizás deberías esperar hasta que salga. No me permite ni a mí acercarme, para que el Zouwu esté más cómodo."

"No pasa nada.", dijo Tina. "El Zouwu me conoce." Se dirigió hacia el recinto y miró dentro. El Zouwu estaba acurrucado en una esquina. Newt estaba al otro lado del espacio, ocupado en algo. Se había quitado el chaleco y tenía las mangas enrolladas hasta los codos. Ella lo observó trabajar por un momento y luego dio un cuidadoso paso adelante.

"Newt.", le llamó. El Zouwu levantó la vista y dio un salto, acariciándose contra ella. Newt se les acercó.

"¿Si?", dijo en voz baja.

Tina estaba repentinamente nerviosa. La carta parecía que estaba haciendo un agujero en su bolsillo. Enterró su rostro en la melena del Zouwu.

"¿Hay algo para lo que me necesites?", solicitó él.

Tina respiró hondo, se recobró y miró a Newt. "Me preguntaba si podrías mostrarme dónde hay una oficina de correos."

"Claro.", dijo Newt en voz baja. "Solo dame un momento para terminar aquí y te llevaré." Se dio la vuelta y volvió al trabajo. Tina lo siguió y se ofreció a ayudar. Él le mostró que hacer y trabajaron juntos en silencio. Ella deseaba que él dijera algo.

"No has estado hablando conmigo.", dijo ella en seguida. "Parece que realmente me has estado evitando."

Newt la miró. "Yo...pensé que eso era lo que querías.", murmuró. "Estabas sentada allí en tu esquina. Es una parte tan aislada del sótano que asumí que querías estar sola."

"Viniste allí una vez."

"Sí, e intenté hablar contigo pero me rechazaste. Asumí que no querías hablar conmigo."

Tina se miró las manos. "Yo...quería hablar contigo pero...cuando mencionaste a Queenie...me dolió. Quiero hablar contigo, pero...no quiero hablar de...ella."

"Sé que no quieres, pero...mantener tus sentimientos reprimidos de esa manera...no es bueno. A veces es útil hablar de las cosas. Sé que no quieres hablar de eso poruqe no quieres pensarlo, pero sé que lo haces de todos modos. Te sientas en ese rellano, sola, y sé que estás pensando en tu hermana. Tratas de actuar como si todo estuviera bien, pero estás muriendo por dentro y se nota, Tina. Realmente se nota.", dijo Newt.

Tina lo miró. Él la estaba mirando directamente, así que rápidamente desvió la mirada. Sintió que se formaban lágrimas en sus ojos, pero las apartó. Ella no quería llorar delante de Newt.

Lloraste cuando se fue, se recordó.

"Está bien llorar, Tina.", dijo Newt suavemente. "Llorar no te hace débil, te hace humano."

Tina sacudió levemente la cabeza y se limpió los ojos, secándose las lágrimas, pero aun así una se deslizó por su mejilla. Se sorprendió al sentir el dedo de Newt apartándosela. Ella abrió los ojos y lo miró. La estaba observando de la misma manera de la que observa a un animal herido cuando trata de encontrar la mejor manera de acercarse a él.

De repente estaba llorando libremente, pero no por Queenie. No entendía cómo Newt podía ser tan comprensivo y tan reconfortante. Apoyó su mano sobre su brazo. Su toque fue reconfortante. Ella se acercó a él y dejó que la abrazara. LLoró en su hombro y sus lágrimas mojaron su camisa.

Se quedaron así durante varios minutos hasta que las lágrimas de Tina disminuyeron. Se apartó, sonrojándose ligeramente, y se secó los ojos. Terminaron su trabajo y Newt se desenrolló las mangas y se puso el chaleco.

"Vamos, Tina.", dijo. "Vamos a buscar esa oficina de correos." 

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