Buscando a Mamá

17. Ella

Kelzie:

—Aquí tienes. —Le ofrezco un té a Jocelin.

—Gracias..

Sonrie.—No me dijiste quien eras.

—Pregunto lo mismo.

Ambas nos miramos.

—Soy la ..

¿Novia?

Sí, eso soy.

La novia sin titulo.

—Adam y yo salimos.

Jocelin frunce el ceño. —¿Eres su novia?

—Si. ¿Y tú?

—Yo, soy una conocida.

¿Conocida?

—Estoy de regreso en la ciudad y me dieron ganas de ver a Violet. —Me comenta. —Quería aprovechar que estaba aquí para venir a verlos.

—Uhmm.. ¿No los ves hace mucho?

—No.. casi 5 años.

—Violet tiene siete, ella no debe recordarte. —Pronuncio. —Hiciste bien en venir.

—Si. —Me asegura. —Hice bien, creo que vine en el momento indicado.

Sonrio.

Ella deja la tasa sobre la mesa.

—Me dijiste que ahora mismo no se encuentran.

—No, pero regresan mañana. —Le digo. —Si regresas mañana seguro los encuentras.

Ella se levanta.

—Entonces regresare mañana.

Le ofrezco una sonrisa, la acompaño a la puerta y Jocelin se marcha.

Jocelin...

¿Sera alguien importante?

Es una mujer guapa y aunque mis celos ya no son como antes porque Adam y yo estamos juntos, sigo sintiendo curiosidad y un piquete de celos en el estomago.

Suspiro.

No quiero pensar en eso.

Adam:

Bajo del taxi con mi hija y le pago con un par de billetes al taxista luego de entregarnos la sola maleta que lleve con nosotros, cojo la mano de Pecas con una mano y con la otra llevo la maleta.

Tomamos el ascensor y bajamos en nuestro piso.

—¿Podemos pedir Pizza hoy, papa?

—Tu madre dijo que preparo algo para nosotros. —Le comento, al final no será de todo una sorpresa, pero seguramente le encantara igual. — Puedo darte con un frugos.

—¿Mamá cocino para nosotros?

—Si, lo hizo.

Nos detenemos frente a la puerta, saco la llave y la abro.

—Papá.. ¿Aun amas a mama?

Su voz me detiene.

—¿Qué?

—Sé que ahora somos una familia otra vez. —Pronuncia con su voz tierna. —Pero.. ¿Aun la amas?

Trago saliva.

—Papá...

Acaricio su cabeza. —Claro, ame mucho a tu madre.

Lo hice, Jocelin.

—¿Y ahora?

Ahora..

Escucho voces dentro y empujo la puerta, Kelzie debe tener visitas de alguna amiga del trabajo.

—¡Llegamos!. —Gritamos Violet y yo.

Mayor es mi sorpresa cuando paso la mirada por toda la casa y la ubico en la sala.

Mi furor y mi sonrisa cae entonces, porque no solo esta Kelzie.

Esta esa mujer.

Y mi corazón comienza a acelerarse.

—¡Mamá!. —El grito de Violet me regresa a la realidad.

Mis latidos se incrementan mientras observo a la pelirroja frente a mí, los ojos de Jocelin se llenan de lágrimas al oírla a nuestra hija llamarla así, pero mayor es su sorpresa cuando Violet corre hacia Kelzie y ella la recibe en brazos.

—Te extrañe, mama.

—Yo también.

No puedo apartar los ojos de Jocelin y ahora ella tampoco los aparta de mí.

Ella está aquí.

Jocelin, la verdadera madre de mi hija y la mujer que tanto ame, está aquí.