Buscando a Mamá

24. Secreto

Adam:

—Kelzie..

—Está bien.—Pronuncia sujetando sus maletas.—No tienes que decir nada.

Me acerco a ella y acaricio su rostro, ella cierra los ojos, sus ojos se ven cansados de tanto llorar.

—Iré a verte después.—Le prometo.—En cuanto pueda.

Kelzie asiente con la cabeza.

—Ven aquí.

Le rodeo con los brazos, ella me devuelve el gesto y siento su cuerpo temblar.

—Recuerda lo que te prometí.

Kelzie asiente y se aparta de mí, veo una gota a punto de caer de sus ojos y alcanzo a limpiársela.

—Promete que no vas a llorar más.

Vuelve a asentir con la cabeza.—Lo prometo, Adam.

Sonrio y pongo los ojos en el pasillo.

—Violet..

Kelzie intenta silenciarme, pero yo sigo.

—Kelzie ya se va.. ¿No vas a despedirte?

Pero mi hija no se muevo, no escucho ni sus pasos y pongo la mirada de regreso en mi novia.

—Déjalo así, Adam..

—Kelzie..

—Está bien, solo me iré.—Insiste.

Ella se marcha después de eso.

(*)

—¿No es suficiente con lo que has hecho ya?.—Le pregunto a Jocelin, quien se atrevió a venir otra vez.

—Vine a ver a mi hija y no, no es suficiente.—Me responde.—Tengo derechos.

—Derechos..

Jocelin alza una ceja.

—Violet está muy afectada ahora mismo.. ¿Piensas que querrá verte?

—Lo intentare al menos.

Cálmate, Adam.

—Quiero ver a mi hija, Adam, no puedes impedírmelo.

Me hago a un lado.

Ella pasa.—Gracias.

—Claro, veremos si ella quiere verte.

Me da una mirada enojada y va directo a su habitación, al principio Violet no quiere abrir, pero le da la oportunidad, igual como hizo conmigo y porque ella es así, es algo que le enseñe a mi hija.

Ahora mismo no sé si hice bien.

(*)

—¿Y bien?.—Le pregunto a Jocelin tras verla salir del cuarto de mi hija, ha tardado alrededor de unos 20 minutos y estuve a punto de interrumpir, pero al verla salir, preferí abrirle la puerta.

—Solo está enojada y necesita tiempo, pero congeniamos.

Sonrio.

Ella sale de mi departamento y se vuelve hacia mí antes que le cierre la puerta.

—Vendré mañana.—Ahora ella manda.—Vas a dejarme ver a mi hija. No es una petición.

—¿Ahora vas a ordenarme?

—Sí y no vas a decir que no.

Alzo una ceja.

—O apartare a Violet de ti.

Mi corazón se detiene.

—Jocelin...

—Ahora que estoy aquí he decidido que no puedo estar lejos de mi hija.—Me dice.—Me he enamorado de ella y quiero ser la madre que Violet desea y si tú me lo impides..

—¿Si te lo impido qué?

La observo tragar.—Que no me temblara la mano llevarte a juicio.

Mis manos se forman puños, siento tanta ira dentro de mí, pero la dejo ir y le muestro una sonrisa.

—¿Un juicio? ¿En serio?.—Pronuncio.—¿Y crees que un juez va a darte la custodia de Violet? ¿A ti?

Su mirada tiembla.

—¿A una mujer que abandono a su hija por un hombre?

Sus labios se separan.

—¿Y qué luego se presentó aquí cuando ella ya tenía 8 años? ¿Por qué? ¿Por qué esta arrepentida?.—Le pregunto.—¿Quien saldrá prendiendo aquí? ¿Realmente piensas luchar contra mí, Jocelin? No lo creo.

Ella se tensa y niega.

—Aunque no lo creas tengo más oportunidades de ganar el caso.

Me burlo.—Claro..

—¿No te interesa saber por qué?

—Nada de lo que digas me va a intimidar.

—¿Y qué hay de esto?.—Me pregunta y me deja más confundido lo que dice.—Porque Violet es mi hija.

Frunzo el ceño.—¿Ahora de que estas hablando?

—Estoy diciendo que Violet si es mi hija.

—Jocelin...

Ella sonríe encantada ante la situación.—¿Qué pensabas?.—Me pregunta, mi corazón cada vez más acelerado.—Sabes cómo era ..¿ En serio no lo intuiste?

Los ojos se me llenan de lágrimas y ella se ríe de la situación.

—Mentira.

—No lo es.—Me responde.—¿Lo entiendes ahora, Adam..?

No es verdad.

No puede ser verdad.

—Violet no es tu hija, Adam.

Hola..

Y cuando Jocelin no podía ser más desgraciada..

Lo fue.

>>Yiemir.