Buscando a Mamá

29. Despedida

Kelzie:

—¿Dónde esta Adam?. —Pregunto al profesor de Salsa, Adam no tiene muchos amigos porque vive para su hija y se dedica a pasar más tiempo con ella, pero al menos tiene una estrecha amistad con él.

—¿No te enteraste?. —Inquiere.

El corazón se me acelera.

—¿Le paso algo?

—No te preocupes, no es nada de salud..

—¿Entonces por qué ha faltado varias veces esta semana?

Lo que me responde, hace dejar mi clase a la mitad para salir corriendo e irme.

(*)

Ahí está..

El corazón se me acelera mientras camino hacia él, esta vestido con un traje oscuro y su barba está bien rasurada, se ve muy presentable, creo que jamás lo he visto así.

Se encuentra acompañado del que debe ser su abogado, cuando él se retira, pongo la mano en su hombro y él se gira hacia mí.

Sus ojos se iluminan.

Los míos se llenan de lágrimas.

—Kelzie.

—Lo siento. —Pronuncio, lo lamento por todo. —Espero no haber llegado tarde.

Entonces veo el miedo en sus ojos y el me rodea con los brazos.

—Justo a tiempo, Kelzie.

(*)

Me quede en la última sesión antes de que se tomaran el descanso para dar su veredicto.

Y cuando volvimos, la decisión fue clara.

—Se le entrega la custodia total de la niña a la madre.

Y eso es todo.

Eso fue todo lo que dijo el juez o al menos lo que quedo en mi cabeza porque mis propios oído decidieron no escuchar más como una forma de protegerme del dolor.

Puse los ojos en Adam y me hubiera gustado estar con él todas las sesiones que se llevaron a cabo antes, pero no fue así y ahora, él está sufriendo.

Jamás he visto un rostro así en su cara después de que el juez dictara la sentencia y muy diferente al de él, Jocelin estaba sonriente, disfrutando del dolor de Adam.

(*)

—Papá...

Los ojitos de Violet se llenan de lágrimas.

Estamos en su habitación, todas sus pertenencias están aquí porque la misma Jocelin dijo que no las necesitaba, no dejo que Violet se llevara nada, tal vez para hacer sufrir a Adam cada vez que entrara a la habitación.

Uno ya podía esperar lo peor de ella.

También aunque la habitación estaba llena, se sentía vacío.

—¿Me llamaras todos los días?

Adam asiente con la cabeza.

—Lo prometo.

Un puchero se forma en los labios de Violet, ella rodea con los brazos a su papá y comienza a llorar.

Violet llora incluso pero que cuando se entero de toda la verdad, mi niña llora y no deja de llorar.

Y aunque al final, Adam se resiste, el también termina llorando igual que yo.

(*)

Me cuesta hacer dormir a Adam, esa noche me quedo con el hasta que sus ojos finalmente se cierren.

Y el teléfono comienza a sonar.

Él se levanta y contesta.

—¿Quién es?. —Le pregunto.

Su rostro se tensa demasiado y se levanta preocupado.

—Enseguida voy. —Responde él y cuelga.

—Adam..

Se coloca los vaqueros. —Voy a matarla.

—¿Algo le pasó a Violet?

—Juro que voy a matarla.. —Su voz se quiebra.

—¿Adam.. quien ..?

—Es la policía. —Me responde interrumpiéndome y noto las lágrimas en sus ojos. —Es la maldita policía, Kelzie.