#19 -Mis 18 regalos-

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Cuando Alex me dijo que me fuera con él jamás pensé que nos iríamos de verdad y mucho menos a otro país al que nunca había venido.

México, Alex me había traído a México.

Después que subí a su moto Alex me llevo a una playa donde un auto nos esperaba para llevarnos a Texas; al principio estaba desconcertada, nerviosa pensando que si mi padre nos encontraba está vez si nos mataría, pero no pasó. Y todo esto era gracias a Valeria, mi hermana se había puesto en contacto con Alex para que me salvará, Valeria era la mejor.

Le pregunté a Alex para donde nos dirigíamos y él respondió México. Todo era un poco confuso; yo no tenía mis documentos y Alex dijo que no me preocupara ya que él tenía todo resuelto.
Su gran idea era cruzar la frontera como ilegales ya que así no abría ningún rastro de nosotros.
Al cruzar la frontera Alex nos consiguió papeles falsos, que según él era necesario para que mi padre no nos encontrará.

El viaje hacia la ciudad de México había sido muy pesado, en todo el viaje hubo turbulencia y provocaba que mis nervios subieran de nivel. Al bajar del avión Alex solo tomó la única mochila que llevaba.

-¿Mocosa estás bien? -se detuvo y levantó mi barbilla para que lo viera mejor.

-Solo estoy cansada, crees que ya podemos irnos a descansar, -limpié el sudor que estaba en mi frente y recosté mi cabeza en su hombro.

-Ya casi cariño, solo un poco más. -Alex miró la hora en su teléfono y al levantar la mirada me señaló al frente. -Mira ahí está.

Mire hacia el frente y la sorpresa que me lleve fue ver a Sama junto a un auto de color gris, el chico al vernos comenzó a reír y se acercó a Alex para saludarlo.

-Jamás pensé que lo harías Alex, -Sama no borraba la sonrisa de su rostro mientras le daba unos golpes en la espalda a Alex-. Hola Azul.

-Que tal Sama. -Lo saludé con la mano mientras él nos indicaba que entraramos al auto. -Falta mucho.

-No fugitiva, ahora lo llevo a mi apartamento para que descansen un poco ya que en unas horas estarán volando a su destino.

-Bien Sama y gracias por los documentos,

-De nada.

-¿Tienes todo listo?

-Por supuesto hermano, tengo todo listo y ahora suban.

Subimos al auto y Sama comenzó a conducir, moría por darme un baño y por un poco de comida, estaba sumamente cansada.

-Cuando me llamaste y dijiste que vendrías para acá con Azul pensé que era uno más de tus arranques, jamás pensé que fuera real.

-Sama por Dios, porque lo dudaste.

-La chica es menor de edad y supongo que la policía los está buscando.

Sama tenía razón pero eran menor de edad por un muy corto tiempo ya que en un par de días cumpliría 18.

-Pues se darán por vencidos porque en 2 días cumplo 18 años, así que no hay problemas.

La gran mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora