Capítulo O1.

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Hermione se encontraba en el salón de Artes Oscuras, ya había acabado la clase. En esa ocasión tuvo que ser la última en salir, junto con Harry y Ron. Ya que se le habían extraviado sus apuntes.

— No los veo por ningún lado. — Exclamó Ron buscando en el piso y rincones.

— Yo tampoco. — Dijo Harry para hacer una pequeña pausa. Y ponerse a pensar en que le podría haber pasado a los apuntes de su mejor amiga. — ¿Alguien no querrá hacerte una broma? — Los dos caminaron hacia Hermione, quien se veía realmente preocupada por sus apuntes. Solo eran unos apuntes extras de la clase, ella tenía mucha más información. Claramente, por algo es Hermione. — Vamos, no te pongas así. Te podemos pasar los apuntes. —

— Es que yo anoté cada palabra de el profesor, no es por ofender chicos. Pero literalmente anoté cada palabra que nos decía el profesor, no es lo mismo. — Hermione suspiró para no entrar en desesperación. Ya era la hora de ir a el comedor, no quiso que sus mejores amigos se quedaran buscando algo que era su responsabilidad. — Chicos, vayan. Yo seguiré buscando, no se preocupen por mi. —

— ¿Segura? — Dijeron los dos al mismo tiempo, a lo que Hermione río. Eso los hizo sentirse mejor.

— Sí, más que segura. — Les dedicó una sonrisa.

— Vale, está bien. Te guardaremos algo. — Harry y Ron le dedicaron una sonrisa, a lo que Hermione asintió. Salieron de el salón en marcha hacia el comedor.

Hermione siguió buscando, por cada rincón, por todos lados. Hasta que recordó que había estado teniendo problemas con Pansy, entonces pensó que quizá ella había sido la causante.

Escuchó unos pasos que venían de el pasillo. Era extraño que alguien estuviera por los pasillos a la hora de ir a el comedor. Pensó que quizá era algún perfecto, por lo que lo ignoró y siguió con su labor.

— Hey, Granger. — Escuchó una voz femenina. Y sin pensarlo dos veces sabía quién era. Volteó los ojos y miró quién era. Nada más y nada menos que Pansy Parkinson. Estaba recargada en la puerta de el aula.

— ¿Qué quieres, Parkinson? — Frunció el ceño, siempre que la buscaba era para molestarla o algo negativo.

— Qué bien se escucha mi apellido en tus labios. — Río para acercarse. — Me preguntaba, ¿qué haces aquí a la hora de estar en el comedor? — Dijo mirando a Hermione de arriba a abajo. Cosa que la puso sumamente nerviosa.

— ¿E-eso te importa? — Dijo intentando de ocultar sus nervios. "Tonta, no tararees." Se dijo a sí misma.

— ¿Tú, importarme? JA, JA, JA. — Río sarcásticamente, algo que a Hermione le dolió en un lado. ¿Por qué? Ni ella lo sabe. — No, Hermione. Jamás me preocuparía por una sangre sucia. — Hermione en ese momento sintió algo que le dolió demasiado en el pecho. Ni los comentarios estúpidos de Draco le habían dolido como los de Pansy. — Vine porque creo que se te perdió esto. — Con su varita apareció los apuntes de Hermione. No la molestó o algo por el estilo. Se los dió de a una.

— ¿A caso es una broma? ¡¿Por qué demonios me escondiste mis apuntes?! Por tu culpa perdí la hora de el comedor. — Colocó los apuntes en el escritorio sin dejar de mirar a Pansy. Sonaba demasiado enojada, sus apuntes eran lo más sagrado para Hermione. Pansy no cambió su expresión aunque por dentro se sentía aterrada por el enojo de la señorita Granger.

— Yo no lo hice, si lo hubiera hecho, no me hubiera delatado tan fácil. ¿No crees? — Hermione no dijo nada al respecto. — No soy tan estúpida, Granger. —

— ¿Cómo puedo saber eso? — Frunció el ceño mirando fijamente a Pansy.

— Te daré mi recuerdo. — No podía dejar que pisaran su serpiente. Quería demostrar que si ella lo hubiera hecho, hubiera sido más astuta. Como toda una Slytherin. Así que se concentró, y comenzó a extraer el recuerdo desde su sien con la varita.

Hermione se sorprendió, ¿por qué sería tan honesta con ella? ¿Acaso querrá hacer que no piense que es la peor persona?

Pansy una vez extrajo el recuerdo, no tenía un frasco o algo por el estilo. Por lo qué Hermione tomó uno que había de casualidad en el aula y se lo dió, Pansy guardó allí el recuerdo y se lo entregó a Hermione.

— Ahora sí, adiós. — Dijo de manera seria para salir de el aula.

Pasaron las horas, ya era la hora de ir a la sala común para la ocupación de dormir. Hermione no había podido acudir a algún pensadero en el resto de el día. No aguantaba más, por lo que decidió salir de la sala común junto con el frasco que contenía el recuerdo en la madrugada y dirigirse hacia el pensadero más cercano que encontrara. Caminó por los pasillos de manera silenciosa. Una vez lo encontró, sonrió ya que tenía demasiadas ansias de ver el recuerdo. Lo vertió y sumergió su cabeza.

RECUERDO.

Pansy estaba demasiado atenta a las acciones de Hermione, no dejaba de mirarla. Pero esta por lo concentrada que estaba en la clase ; no se daba cuenta. Al casi terminar la clase, dejó un momento sus apuntes en el escritorio de el profesor. Draco se lo había llevado para hacerle una broma demasiado pesada y no devolvérselo. Pansy se dió cuenta, a la hora de ir a el comedor salió junto con él.

— Que la Sangre sucia se divierta buscando sus apuntes. — Dijo para después reír. Pansy solo río de manera falsa.

— ¿No crees que yo debería guardar sus apuntes? Soy más sigilosa y estructuro mejor las travesuras. — Lo interrumpió.

— Mh.. vale, aquí tienes. No se los darás, ehh. — La miró sonriendo.

— Tu sabes que no. — Dijo correspondiendo la sonrisa.

FIN DE EL RECUERDO.

Hermione sacó la cabeza y se quedó confundida. ¿A caso le preocupaba?, ¿por qué me miraba así en clase?, ¿por qué me lo daría planeando una travesura con Draco?, ¿le importo..?... Pansy es una Slytherin muy leal, ¿por qué habrá pensado en mi y devolverme mis cosas? Tengo muchas preguntas por hacer.

Se dijo a ella misma.

CONTINUARÁ..

𝒜𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑑𝑖𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑑𝑖𝑚𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora