Capitulo 30 :)

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(Texto original del libro en Físico)

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(Texto original del libro en Físico)

Capítulo en compensación por no subir el viernes, por cuestiones personales.

Disfruten.

Como ya era de esperarse, el turno para la revisión del yeso de mi brazo llegó. Y qué más oportuno que un lunes a la mañana. La verdad es que no me importa qué día, el problema es que odio levantarme temprano. Es algo que no puedo hacer, no porque no quiera -aunque tampoco quiero- sino que mi sistema no funciona a esas horas de la mañana. Puede ser que a las once o doce sí, pero no antes. No sé cómo hacía yo para levantarme e ir al instituto sin caerme de bruces al piso en el camino.


Por lo que, cuando el despertador de mi celular suena a las ocho de la mañana, me levanto aún con los ojos cerrados y me dirijo al baño para bañarme. Hago un esfuerzo enorme por abrir un ojo y ponerme una bolsa para cubrir el yeso antes de meterme debajo de la ducha. Confío en que el agua fría me despejará el sueño, pero una vez allí, no tan solo me despierto, sino que doy un salto con los ojos más que abiertos y comienzo a temblar en ese mismo lugar. El agua congelada se mezcla con el ambiente frío que hay. Al parecer tendré que llevar tres camperas al hospital para no congelarme en el camino.


Una vez ya limpia, completamente limpia y con un olor a vainilla que, sorprendentemente, me gusta en el nuevo champú de Damon, salgo del agua. Me siento despejada y para nada nerviosa. Solo es una revisión del yeso, ¿no? No hay nada de qué preocuparse. Espero.


Quiero ya quitármelo de una vez y olvidarme de él. Es tan difícil estar todo el día con esto colgando de una tela que se enrosca a mi cuello. Es pesado e insoportable. De suerte puedo cambiarme y colocarme la ropa correctamente. Pero no solo quiero que eso ya no exista, sino que también no quiero tener mis malditas costillas adoloridas. En la semana anterior pude recuperarme bien gracias a que me la pasé acostada en la cama, pero no es como si ya no tuviese los dolores.


Más aburrida no pude estar. Damon, a los pocos días, se recuperó bastante bien de los nudillos. Sorprendentemente, a escondidas de mí, él se ponía crema para que sus nudillos se pongan mejor y así estar bien en poco tiempo. Por lo que de a poco comenzó a ir de nuevo al gimnasio. A pesar de que yo le decía que es mejor que no vaya a entrenar porque le hará peor a sus manos, se fue sin darle importancia a mis palabras. No entiendo cómo a la hora de irse no vino con la mano completamente rota. Sí, todo él es puramente músculo duro y difícil de romper, pero recién se estaba curando las manos como para ir y volver a ejercitar. Mataré a Rick por dejar que él lo haga.

Él es mi boxeador © {Saga Damon #1} DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora