-Hey, dormilona, despierta -susurra en mi oído con suavidad mientras acaricia mi mejilla con lentitud, una voz ronca, baja, tranquila y sexi.
Me remuevo en contra de ese tacto, no queriendo aún despertarme por completo para seguir soñando, pero cuando apenas me muevo un poco, un dolor extraño se instala instantáneamente en mi parte baja. Un dolor desconocido que hace que rápidamente mis ojos sean abiertos con terror al no acordarme cómo es que llegué a tener dolor allí, acurrucando mis piernas entre sí para calmar esa palpitación que unos músculos desconocidos, en donde nunca antes había experimentado dolor, dejasen de doler. Hago una mueca, quejándome interiormente de esto tan extraño que siento. Primero pienso que es un sueño, pero luego el dolor se intensifica más y me doy cuenta de que no lo es.
Lo primero que veo es a Damon. Acostado junto a mí, de lado con un brazo flexionado debajo de su cabeza mientras su mano la sostiene. Me está mirando, divertido y con ternura. Siento cómo las mariposas vuelan a lo loco en mi estómago mientras todas las imágenes de anoche aparecen en mi mente. Me relajo instantáneamente y le sonrío levemente, tímida y avergonzada. No sé por qué me siento de esa manera, pero así me siento. Anoche todo pasó a luz apagada, por lo que no me pudo ver casi nada, pero ahora el sol brilla fuera mientras copos de nieve van cayendo. No sé qué hora es, pero calculo que no será muy tarde, ya que, si no, mis hermanos ya estarían en el instituto, aunque dudo que vayan a ir. Estoy segura de que pondrán la excusa de que me secuestraron y que tienen que estar conmigo para faltar a clases y tener un justificativo. Es muy probable.
Damon me sonríe, alegre y feliz mientras me doy cuenta de que me está acariciando el costado derecho de mi cadera. Es allí cuando reparo en que nada me está cubriendo y que a pesar de que el tiempo está muy frío afuera, Damon no tiene ni la mínima intención de cubrirme con nada. Por lo que yo lo hago, y busco con mis pies la sábana que está en la parte baja de la cama. Rápidamente la aproximo con mis pies hasta poder agarrar la sábana con mis manos, pero al parecer no es la idea de Damon.
Él nos tapa a los dos, dejando la sábana apoyada en nuestros estómagos, sin que cubriera nada del pecho para arriba.
Es extraño sentir el aire fresco contra mis pechos, tenerlos al aire libre, así como así mientras un tipo que está muy bueno los mira. Debo ya estar roja como un tomate por la vergüenza. No sé desde qué momento comencé a ser la chica tímida que soy ahora, pero al parecer esta está constantemente escondiendo su cuerpo por la vergüenza.
-Hola -murmura. Mueve su cuerpo más cerca del mío hasta juntar nuestra piel. Me mira a los ojos, el brillo de intensidad cubriendo ese mar azulado por completo. Repasa mi cara con la mirada, intentando encontrar algo o tan solo viéndola. El atisbo de admiración aparece luego de unos minutos, y no sé si es porque estoy desnuda, o porque de verdad me admira por lo que sea que hice.
-Hola -le sonrío levemente y con lentitud. Él aún sigue su recorrido con sus dedos en la piel de mi cadera, exactamente sobre las marcas de balas que tengo. Sé que tiene preguntas, pero lo extraño es que no sale ninguna de su boca. Se mantiene callado durante unos minutos, en los que yo espero alguna que otra pregunta sobre mi pasado, pero no dice nada. En su mirada no hay nada más que amor y felicidad. Las dudas deben estar en algún lado, pero no se asoman por ahora, por lo que disfruto este tiempo que él me da para organizar las palabras que usaré para explicarle mi pasado hasta que él me lo pregunte.
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Él es mi boxeador © {Saga Damon #1} DISPONIBLE EN FÍSICO
RomanceLibro publicado en físico por Nova Casa Editorial. Disponible en librerias❤️ {-Saga Damon #1 Él es mi boxeador -Saga Damon #2 Completamente mio} Él Arrogante. Gruñón. Presumido. Desvergonzado. Orgulloso. Posesivo. ...