Recuérdame es lo único que te pido. (Daryl Dixon y Tú). Temporada 2

Capítulo 9 Gente Nueva.

¿Es real esto?.
No le voy a dar tanto rodeos al asunto.

-Si, Daryl-. Sin esperarlo me dió un beso. Por supuesto que no lo rechacé. Con mi brazo sano, rodeé su cuello para acercarlo más a mi. Podré besar esos labios cuando quiera. Dejé que su lengua explorará mi boca por completo, sentir su sabor es lo más exquisito, no se compara para nada con Rayan, este beso es sincero tuve que parar el beso, ya no tenía más oxígeno. Terminamos con un beso de pico.

-Vamos al cuarto, tienes que descansar, no te preocupes por Rick yo le diré que estas mal del brazo-.

-Daryl me encuentro bien-. Respondí. No quiero estar en el cuarto cuando se que los caminantes debieron haber dejado destrozadas las vallas y el granero. Necesito ayudar.

-No, solo por hoy-. No voy a pelear, no tendremos nuestra primera pelea de novios ahora.

-De acuerdo-. Dije con un suspiro. Me ayudó a levantarme y caminamos hacía la habitación. Al llegar Daryl me abrió la puerta, me ayudó a acostarme y me tapó con las sábanas. Me siento como una princesa, ni Rayan me trataba así, bueno tal vez si, pero solo cuando quería tener relaciones conmigo a las cuales siempre me negaba.

-No quiero que te levantes para nada, al menos que sea para el baño, yo te traeré la comida-.

-Es ridículo-. Dije en voz baja.

-Lo escuché, y no me importa-. Estaba apuntó de irse cuando recordé.

-Daryl-. Se volteó. -Ahora que ya no estas con Jennifer ¿en donde dormirás?-. Daryl lo pensó por un rato.

-Hablaré con Rick-. Y salió cerrando la puerta. Bueno ¿que haré aquí?. Me levanté y fui por un libro que estaba en un estante de la habitación. Al tomarlo rápidamente me volví a acostar, estoy segura que con mi suerte Daryl hubiera entrado en ese mismo momento pero por suerte no fue así. Tomé el libro del estante  El Principito, leí un par de hojas hasta que me quedé profundamente dormida.

Al despertar veo que el sol se está ocultando, siento que dormí demasiado, me senté y me froté los ojos, sentía los párpados pesados, como si aún quisiera seguir durmiendo pero es raro acabo de despertar y es ilógico que tenga sueño. En eso entró Rubí a la habitación.

-Hola ¿Tienes hambre?-. Asentí. -En un rato más te traemos la comida, no te levantes-. Y se dirigió al baño.

-Rubí ¿los caminantes hicieron mucho daño?-.

-No-. Dijo desde el baño. -Solo fue la cerca ya estamos por acabarla, Rick dijo que Michonne Carl y yo vamos a terminarla aunque nos tome toda la noche-.

-Bueno, pero ten cuidado hija-.

-Claro que si mamá, además Jack no va a a estar tampoco hará guardia en el tejado-.

-Sólo dile a Jack que no se vuelva a dormir-. Dije de modo de burla.

-Si se duerme se cae, el sabe si se hecha su siestita-. Reímos.

-Espero y no se caiga-.

-Pues yo espero que si-.

-Se ve que amas a tu hermano-.

-Aveces mamá, algunas veces lo quiero, otras lo odio y aveces no lo soporto, dependiendo como me trate en el día-. Son imposibles.

-¿Que haces tanto en el baño?-.

-Bueno, me arreglo el cabello, soy la que tiene el cabello más cuidado del grupo y no voy a arruinar mi reputación-.

-Pues suerte, por que Emma te va ganando-.