Capítulo 2. Cara a cara

189 11 0
                                    

Haymitch nos dirige a Johanna y a mí adentro del hospital, llegamos a un mostrador donde está una enfermera y Haymitch habla con ella.
-Venimos a visitar a Peeta Mellark
-¿Todos a la vez? –Pregunta la enfermera mirándonos a los tres.
-Claro que no, por separado. –Responde Johanna rodando sus ojos, como sí la enfermera fuera la persona más tonta de Panem, yo le doy un ligero codazo en las costilla para que se comporte, ella niega con la cabeza y pone los ojos en blanco.
-Me temo que por la hora sólo podrán pasar uno o dos de ustedes. –nos dice la mujer mirando varios papeles que tiene en su mostrador. Haymitch voltea a vernos y dice que entonces lo mejor será que pase yo primero. Asiento con la cabeza y la enfermera me pide que la siga, cuando comienzo a caminar mi mentor me habla.

-Toma las cosas con calma Katniss, trátalo bien. –yo lo miro ofendida. El me devuelve la mirada de advertencia. –Solo no seas tan tú.
-De acuerdo. –le digo sarcástica. –Entonces seré como Effie o mejor aún, como tú. –él me da una mirada de reproche y yo me enojo de hombros.
Pero seguimos caminando detrás de la enfermera hasta llegar al final del pasillo y damos vuelta a la derecha, entramos en otro pasillo y de nuevo hasta el final del pasillo y otra vez a la derecha y llegamos a una pequeña sala de espera con algunos sillones blancos y una pantalla en la pared, hay un pequeño pasillo en el cual entramos, la enfermera se detiene en la cuarta puerta.
-Está es la habitación del Sr. Mellark, yo estaré en la sala de espera por sí necesitan algo.

Me siento nerviosa y más porque estaremos solos y no sé qué haré si me ataca de nuevo pero es mejor así, sin nadie mirando, le asiento con la cabeza a la enfermera y se va, tomo unas respiraciones y toco la puerta, escucho la voz de Peeta desde el otro lado.
-Adelante.

Tomo el pomo de la puerta lo giro y empujo la puerta suavemente, hasta abrirla lo suficiente para que pueda entrar.
-Hola Peeta. –Le digo tímidamente y me quedo ahí de pie junto a la puerta.
-Hola Katniss. –No veo que se sorprenda, así que me imagino que le avisaron que vendría a verlo.
-¿Puedo pasar? –le pregunto ya que creo que me veo estúpida ahí parada en la puerta.
-Claro, pasa Katniss. –Entro en su no tan pequeña habitación, es más como un pequeño departamento, tiene una pequeña cocina el fondo del lado derecho, un par de sillones cerca de la puerta, una mesa con dos sillas cerca de la cocina y al fondo del lado izquierdo veo un par de puertas blancas, supongo que una da al baño y la otra a su habitación, es lindo, me gusta más que mi habitación en la mansión.

-Me gusta tú habitación. –le digo mientras me siento en uno de los sofás.
-Es más como una casa para mi, a mí también me gusta, me hace olvidar que estoy en un hospital ¿Y a que debo tú visita Katniss? –me dice tomando asiento en el otro sofá.
-Bueno quería verte y platicar contigo. –le digo y busco cualquier lugar para mirar menos a él.
-Eso es una sorpresa. –me decido a mirarlo porque puedo notar algo extraño en cómo me habla, me recuerda un poco a la primera vez que hablé con él después de que fue rescatado e intentó matarme, así que recuerdo el consejo de Haymitch y no presionarlo demasiado.
-¿Por qué sorpresa? –le contestó tratando de sonar curiosa y no incriminante.
-Pues Johanna me dijo que no querías salir de tú habitación, por eso no creí que vinieras a visitarme. –me relajo un poco después de esa respuesta.
-Sí eso hacia pero ya entendí que no puedo estar encerrada toda la vida, tengo que continuar porque se lo debo a Prim y a ti. –y allá vamos con la sinceridad, decidí cambiar y aquí empieza el cambio.
-¿A mí? –me dice sorprendido y confundido, se remueve en el sofá con algo de incomodidad. Pero tras pensarlo un poco me indica el espacio en el sillón junto a él para que me siente, me acomodó y sigo hablando con el chico de ojos azules que ya está más cerca de mí, nos miramos con apenas unos centímetros separandonos.
-Sí también te lo debo a ti, gracias a ti en primer lugar es que esté viva, no sólo por el hecho de los panes de hace años, sino también a salvarme en la arena y porque te quiero demasiado como para no valorar lo que has hecho por mí.

Nueva Tiranía •Everlark•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora