Capítulo 27. Los Letales ¿Enamorados?

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Qué fácil es para Plutarch decir que ¡A trabajar! El solo manda y si no está feliz simplemente se pone a gritar como loco. Tenemos que dominar a tres mutos en diferentes direcciones, ¡genial! ¡Súper fácil! Nótese el sarcasmo.

–Bien, ¿Qué propones Peeta?
–Será una tarea difícil, dos tenemos que dominar a tres y revisarlos que no maten a nadie.
–Al menos no somos Haymitch y Beetee que tienen que dominar a esos perros chupasangre. –Peeta sonríe y mueve la cabeza, su sonrisa se me contagia y también sonrío.
–Bueno creo que no será necesario que los tres sean activados al mismo tiempo, así que qué te parece si activamos a uno primero, una hora después a otro y así. Así será más larga nuestra intervención.
–Es buena idea Kat, entonces, ¿a quién primero?
–Creo que lo mejor sería hacer sufrir a los Letales ¿no? Al fin y al cabo Coin quería que sufrieran en la Arena antes de ser asesinados.
–De acuerdo, te cedo el honor. –Busco una pantalla que me muestre a Percival y Krystal, están acurrucados en un rincón cubiertos con la manta que les enviaron y comen la mitad de una manzana cada quien, parece que se están quedando sin provisiones, giro la cámara para ver qué hay alrededor de su refugio, hay un árbol justo enfrente de la entrada de la casa, si coloco una rama justo a la altura de los ojos de Percy y de Krystal, puedo poner al muto en esa rama así inevitablemente verán sus ojos y lo demás se hará solo.
–Listo, tengo el plan.
–Avisemos a Plutarch entonces.
–¡Plutarch! Estamos listos para empezar con el primer ataque.
–Sí, está bien, autorizado. –Tomo la consola, coloco la rama en el árbol de enfrente, y coloco al búho-tigre sobre la rama, lo que obviamente generó un ruido, puedo ver que los dos Tributos se sobresaltan, Percy se levanta.
–Yo voy Kry, aguarda aquí. –Después de levantarse y ponerse el abrigo coge una espada y un cuchillo y le da un beso en la cabeza a Krystal ¡¿Qué?! ¿Un beso? ¿Cuándo pasó eso? Volteo a ver a Peeta.
–Peeta, ¿te habías dado cuenta?
–Sospechaba pero no estaba seguro. –¡Demonios! ¿Cómo no me había dado cuenta? Bueno eso creara más expectativa, el muto empieza a rasgar la corteza del árbol con sus garras lo que provoca más ruido, el rubio se acerca a la destartalada puerta y la abre de un tirón, al ver que nadie entra se asoma y sus ojos se encuentran con los enormes ojos gris tormenta del muto, que justo en ese momento resplandecen y se tornan completamente de azul eléctrico.

–Percy ¿quién es? ¿Qué pasa? –Le pregunta Krystal todavía acurrucada en el rincón envuelta en la manta, pero ya ha tomado un hacha y esta a la expectativa y lista para atacar de ser necesario.

El rubio se gira hacia Krystal y le dice: –No pasa nada afuera. Pero ¿por qué no vienes y te cercioras?
–¿Estás bien Pers?
–Sí, vamos ven, hay algo hermoso que tienes que ver. –La morena se levantó y fue hasta la entrada, su mirada se cruzó con la del muto que volvió a cambiar el color de sus ojos.

No sé que les habrá mostrado o qué les ordenó hacer, pero la primera en atacar fue Krystal, cuando levantó el hacha y la dejó caer con mucha fuerza sobre la cabeza de Percy, quien alcanzó a rodarse a la izquierda y esquivar el golpe de la morena, al mismo tiempo que con el cuchillo que llevaba en la mano izquierda, lo enterró en la pantorrilla de Chase, la cual gritó de dolor, sacó el cuchillo de su pierna y se lo arrojó a Templesmith quien estaba en guardia con la espada, esquivó con facilidad el cuchillo, y atacó con la espada a la chica que lo esquivo con agilidad a pesar de que salía demasiada sangre de su pantorrilla, corrió hasta la esquina donde estaban acurrucado minutos antes y tomó otra hacha.
–¡Percy! ¡¿Qué demonios te sucede?! ¡Dijimos que nos protegeríamos el uno al otro hasta el final. ¿Por qué me atacas?
–¡Tu quieres matarme! ¡No lograrás engañarme más! –Y diciendo esto Percival se abalanzó de nuevo sobre Krystal, quien le arrojó la manta y se movió de ahí, arrastrando una mochila con ella, se colgó la mochila de una correa y le dio en la espalda al rubio con el mango de una de las hachas, y después salió corriendo de la casa empapándose de inmediato por la torrencial lluvia que caía en ese momento, se internó en el bosque corriendo hacia el sur, pronto llegará a los peñascos y si no presta más atención caerá, con grandes posibilidades de morirse ahogada. Ordeno al muto moverse detrás de ella, cuando está por llegar al peñasco el muto se para frente a ella, vuelve a hacer brillar sus ojos y Krystal se detiene, la chica sacude su cabeza.

–¡Fuiste tú! Tú hiciste que Percy me atacara. –Le grita al muto, quien se avienta sobre ella, la lluvia es tan fuerte que no la deja ver bien, pero alcanza a moverse antes de que las garras del muto se le entierren en el pecho, solo recibe un ligero rasguño en el brazo derecho, que la hace gritar, aun así ataca con el hacha de su mano izquierda, la entierra en el lomo del muto, el cual gruñe y vuelve a intentar hipnotizarla, Krystal cierra los ojos y ataca a ciegas con el hacha de su mano derecha, por suerte vuelve a darle un hachazo al muto, que ahora se desangra por ambas heridas, al sacar el hacha que le enterró en el pecho, el muto cae sobre el suelo fangoso y ruge muy fuerte, Krystal abre los ojos y lo ve tirado frente a ella y empieza a enterrarle el hacha repetidas veces en todo su cuerpo, mientras grita –¡MUERE… MALDITO… MUTO! MUERE… MUERE… MUERE… DESGRACIADO… ASQUEROSO… MALDITO… MALDITO… MALDITO MUTO…

Hasta que finalmente le enterró el hacha en la cabeza y se la partió en dos, la chica estaba llena de sangre, tanto del muto como de sus heridas, la manga de su chaqueta estaba desgarrada y la pernera del pantalón estaba empapada en sangre, finalmente se deja caer sobre sus rodillas en el lodo y grita, y después se pone a llorar desconsoladamente.

–Buen trabajo Katniss, eso fue muy atractivo visualmente. –Me felicita Plutarch mientras da algunos aplausos. Yo me encojo en mi lugar y me ruborizo un poco. En realidad yo no hice mucho.
–¿Qué hacemos con Krystal? –Le pregunto mientras miro como la chica se sigue empapando bajo la lluvia y veo como su cuerpo se agita por los sollozos de su llanto.
–Dejémosla ahí. Que ella decida cuando moverse.
–¿Y si muere de hipotermia o ahogada?
–Bien, está bien, arma algún refugio cerca. –Accede finalmente Plutarch.
–Yo me encargo Katniss, no te preocupes. –Me dice Beetee, antes de que yo me ponga a hacerlo.
–Gracias Beetee.
–Bien, parece que esta fue suficiente distracción por un día. Mañana ya daremos otro show, creí que no sería mucho, pero me he sorprendido. Buen trabajo. Vayamos a almorzar algo. Beetee te quedas de guardia con Peeta mientras el resto vamos a almorzar algo. Pueden ordenar lo que quieran para almorzar aquí.
–Yo también quiero quedarme. Es más Johanna, Enobaria y Haymitch podrían irse a descansar ya, nosotros podemos controlar esto sin problema. –Le digo yo a Plutarch, el cual me mira detenidamente y finalmente accede.
–Está bien. ¡Vamos!

Enobaria, Johanna y al final Haymitch lo siguen fuera de la Sala.

Enobaria, Johanna y al final Haymitch lo siguen fuera de la Sala

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Karly 🖤

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