XII. Gracias

2.8K 171 12
                                    


XII. Gracias


Harry.

          Una niña.

          Joder.

           Iba a ser padre de una niña.

           Mi corazón empezó a latir de una forma en la que no creí que fuera capaz, que fuera normal. En mi cuerpo se desprendió una felicidad enorme desde mi corazón, como una luz que fue llenando todo a su paso, de repente me sentí lleno, me sentí completo.

          Pude sentir algo de ardor en mis ojos, y reí. Esto era increíble, era jodidamente asombroso. En un impulso que no fui capaz de procesar antes de hacerlo, me acerqué a Abigail y la abracé. Fuerte. Su cuerpo se tensó al sentirme en contra del suyo, sus brazos seguían a sus lados y solo sentí una ligera aceptación de su parte cuando sus dedos tocaron mis costados.

          Sentí una lagrima recorrer por el lado izquierdo de mi cara y la limpié rápidamente con mi mano a la vez que absorbí con mi nariz. Joder. Definitivamente no estaba preparado para el tumulto de emociones que me embargaban.

          —¿Estas llorando? — la voz de Abigail me sorprendió y me alejé de ella dando un par de pasos hacia atrás. Ella tenía un rastro de lágrimas retenidas en sus ojos, pero no parecía dispuesta a dejarlas salir.

          —Me has tomado por sorpresa. — me excusé.

          Caí en cuenta de algo inmediatamente. Si Abigail estaba presente aquí, si había venido a decirme que tendríamos una niña, solo podía significar algo: ella iba a aceptar que estuviera presente en su vida. O eso creía.

          —¿Qué significa esto? — pregunté, intentando asegurar que no me estaba haciendo falsas esperanzas. — ¿Por qué has venido a decírmelo?

          Mordió su labio ligeramente y llevó sus manos a sus ojos para retirar una gotita que apenas se escapaba.

          —Puedes ser parte de su vida... pero tengo condiciones. Solo quiero que la vida de esta bebé sea la mejor posible, que no le falte nada, y no solo hablo económicamente; quiero que tenga amor, que no tenga que mendigar nunca atención de nadie, quiero que sea feliz en cuanto a lo que me sea posible darle se refiere. — guardó silencio y posicionó sus manos: una en su espalda baja y la otra en la panza. — Estoy segura que yo sola puedo hacerlo ¿me entiendes? Así que, al dejarte ser parte de ella, estas llevándote gran parte de esa responsabilidad, así que tienes que estar seguro de que es lo que quieres, que estarás para ella cuando sea que te necesite, que estas comprometido realmente con ella, no conmigo ¿de acuerdo?

           Mi sonrisa se extendió.

          ¡Pero claro que estaba seguro!

          —Abigail, te lo aseguro, no voy a decepcionarla, ni a ti. A mi hija no le faltará nada.

         Presionó sus ojos fuertemente y luego sonrió forzadamente.

          —Disculpa. No es fácil escucharte decir esto... a ti, llamándola tu hija. Me cuesta. — Su sinceridad me hizo darme cuenta de que en verdad estaba tomándole un esfuerzo enorme estar aquí, dejándome ser parte de. Y podía ver lo mucho que ella quería a esa bebé, ella solo tenía miedo de que alguien pudiera lastimarla. Pero yo no lo haría.

          —No te preocupes, con el tiempo estoy seguro que te acostumbrarás.

          Ella asintió levemente.

El Donante | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora