¿Nos conocemos? Serie #1 "Cabronas ¿Y Qué? ✔️

❤️ Capítulo 6 ❤️

Anelí

Sentada en el piso de la biblioteca rodeada de papeles revisando documentos y cuentas. No es nada bonito para comenzar el día. Escucho que tocan a la puerta, pero la pereza puede más que yo. Alzo la voz para mandar a entrar, sin levantar la vista para seguir en mi mundo. Pero nadie me había preparado para la voz que respondió.  

—Anelí. 

¡¡Era él!! No me lo podía creer, lentamente levanté la cabeza y ahí estaba Adrián. Más guapo que nunca con unos vaqueros bien ajustados y un pulóver que resaltaba esos cuadritos que alborotaban mis sentidos. Reparé mentalmente cómo estaba vestida y casi me da un infarto ¡Dios! Estaba hecha un asco. No es que andara como una indigente, pero tenía un short de mezclilla ripeado, una camiseta ancha que decía ¡Se busca alguien que cumpla mis fantasías!  Y el pelo recogido en una coleta a lo como quiera. 

—Hola ¿Qué haces aquí? —pregunté tartamudeando a la misma vez que me ponía de pie.
—Necesitaba verte. Lo siento, pero no aguanto más —susurró con una mirada hambruna.

—¿Qué…

No me dejó terminar, su boca devoraba la mía con desesperación. Me levantó en vilo haciendo que mis piernas quedaran cruzadas a su espalda, y me sentó sobre el escritorio. Ahora sus besos recorrían mi cuello y sus manos repasaban mis curvas. Rápidamente comenzó a sobrar ropa en ese pequeño espacio. Notaba que estaba muy mojada y su pantalón iba a explotar. Suavemente comenzó a quitarme la parte de arriba recorriendo con sus dedos mis pechos y bajando delicadamente por mi ombligo hasta llegar a mi entrepierna, haciendo presión sobre la costura del short logrando que me humedeciera más. Le ayudé a zafar mi sujetador y a desbrochar los botones del short para quitármelo. Detuvo sus besos mirándome pícaramente, comenzando a bajar la cabeza. Sentí como su lengua invadía mi zona íntima, con movimientos certeros ¡¡Oh Dios!! Estaba a punto de correrme, mi vagina empezó a convulsionar descontroladamente. 
Empecé a escuchar como mi teléfono sonaba rompiendo el momento ¡Que se joda! Pero él seguía sin parar. De pronto todo fue desapareciendo poco a poco, como un oasis en el medio de un desierto, sentí una neblina y una mano que me zarandeaba por el hombro.

—¡Anelí!! Despierta —oí la voz de Julia. 

—¿Julia? —pregunté algo confundida

—Sí, soy yo. No quiero imaginar con lo que estabas soñando. Así que despierta, tu teléfono está sonando.

¡Oh noooooo! ¿Por qué la vida tenía que ser tan cruel? Todo había sido un sueño, sabía que era muy bonito para ser verdad. Lentamente me incorporé en el sofá y le hice señas a Julia para que me acercara el teléfono. Miré la pantalla y ahí estaba el maldito número privado ¿Quién rayos sería?

—Bueno —Y nada. Solo se oía la respiración del otro lado —¡Puede dejar la bobería y decir realmente lo que  quiere! —grité molesta.

—Shhhhhh —rieron. 

—¿Quién es? ¿Qué quiere?

—Pagarás por su culpa —dijeron antes de colgar.

Me quedé mirando el teléfono sin entender nada. No podía reconocer la voz porque habían usado un distorsionador de audio. Así que lo mismo podía ser un hombre o una mujer. Una sensación extraña recorrió mi cuerpo y eso casi siempre me sucedía cuando tenía un mal presentimiento.

—¿Qué pasa Anelí? —preguntó Julia preocupada.

—Creo que tengo un acosador –dije pensando por lo que había dicho.

—¿Un acosador? ¡Ay virgencita de la Caridad! ¿Por qué todo te tiene que pasarte a ti? Tenemos que hacer algo —se llevó sus mano a la cabeza.