CAPÍTULO 3

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|Marco|

Estaba hace tiempo en la fiesta de Mats, se notaba que la mansión de éste iba a explotar, había muchas personas.

Comencé a buscar en el chalet de lujo quien sería la elegida de ésta noche. Había muchas de cabello rubio. Varias me llamaron la atención, pero ninguna era de mi gusto, ninguna me fascinaba.

 Fui a la barra del jardín, le indiqué al barman que me dé algo fuerte. Luego de unos minutos apareció con un largo vaso que dentro tenía un líquido verde manzana. Lo probé, era de sabor menta, sin dudas lo bajé de un trago y pedí más.

Me dirigí a la entrada del patio y me apoyé en el umbral de la puerta con el vaso en la mano. Veía como la gente se divertía, hablaba y bailaba. Luego de estar apoyado un rato, Mats pasó por al lado mío agarrado de la mano con una morocha de un cuerpo bien definido. Él se limitó a sonreírme de costado. Me reí, seguro la llevaría arriba.

Después de estar un rato más observando la fiesta en el jardín, me di la vuelta, ya me estaba aburriendo. Al voltearme, pude ver a lo  lejos una chica de cabellera castaña y bucles en sus puntas. Tenía unos ojos grandes y azules, con labios carnosos bien definidos. Se podía notar el maquillaje que poseía, era lo justo como para resaltar las facciones de su rostro.

Conectamos miradas por unos minutos, sonreí de costado y le guiñé un ojo. Pude notar cómo se puso nerviosa y sus mejillas enrojecían. Ella era la indicada.

Seguí con la mirada hacia donde iba, parecía que algo la llamaba. Se dirigió cerca de las escaleras, y abrazó a Mario, luego saludó a Erik. Un momento… ¿Götze conocía a esa lindura? ¿Erik también?

Ignoré las posibles respuestas que estaban en mi mente. Terminé el líquido del vaso y fui a la barra a beber un poco más.

(…)

Hace rato ya la estaba mirando como hablaba y reía con Erik mientras tomaban algunos tragos. Debía hablar con Mario para saber quién era ella, no iba a perderla de vista en toda la noche si era necesario.

Busqué con la mirada al castaño, y lo encontré bailando con una rubia. Si mal no recuerdo, ella había llegado junto con la castaña que me interesaba. Me acerqué a Mario.

―Hey, ¿Qué pasa?―dijo con el ceño fruncido. Sonreí de costado.

―Necesito que me hagas un favor―observé cómo me escuchaba atento, así que proseguí― ¿Me das el número de la castaña que abrazaste?

― ¿De Chanel? Es la fotógrafa de tu equipo―declaró. No lo sabía, ¿Cómo no pude notar a esa chica?―Ni loco, es mi mejor amiga.―borré la sonrisa de mi rostro.

― ¿Tanto la querés?―me reí, parecía como si fuera su novia. Inmediatamente recordé de todas las veces que lo salvé de que su ex novia lo encontrara con otra mujer― ¿Y los favores que me debés?―. Le hice una mueca.

―Con una condición. Una lágrima de ella y diez dientes menos tuyos, me importa una mierda nuestra amistad―sonreí con satisfacción, logré lo que quería, convencí a Mario para que me diera el número de la castaña, Chanel.

La miraba desde una la esquina del living, donde delante de mí había muchas personas. Ella no sería capaz de verme. Saqué mi celular de mis jeans, y tecleé un mensaje. El destinatario indicaba “Chanel” y abajo su número de celular.

“Estás preciosa ésta noche, linda.” Ella miró para todos lados y no me encontró. Pude ver como tecleaba en su teléfono.

Vibró mi celular, “Mensaje nuevo, Chanel”

“¿Quién sos?” Preguntó.

“Vas a tener que averiguarlo. Salí al jardín de atrás, linda.” Observé cómo le decía algo a Erik y se levantaba. Iba a ir, sonreí para mis adentros y me fui hacia el patio.

Su mirada me buscaba, lo sabía. La gente estaba dispersa en el sector donde ella estaba, podía ver su cuerpo. Mordí mi labio, tenía unas curvas bien definidas, una musculosa pegada a su cuerpo con escote y unas piernas que se lucían muy bien con la falda que llevaba.

“Me encanta como te queda la pollera.”

“Repito, ¿Quién sos? Dame una pista, por lo menos.” Contestó.

“Te estoy mirando en este preciso instante, atenta.”

La miraba fijo, ella estaba buscándome. Encontró mi mirada, y le sonreí de costado. Me devolvió la sonrisa. ‹‹Así que coquetea››

Desvié mi mirada al celular, rápidamente escribí un mensaje, y se lo envié. Iba a ir por ella, pasaba por entre la gente y vibró mi celular.

“Sí, sinceramente no pensé que iba a tener un acosador tan lindo.” Sonreí, seguía coqueteando conmigo.

Noté como se reía, y luego trataba de escribir en su celular, cuando me miró. Se puso nerviosa, se le notaba mucho. Mordió su labio y desvió la mirada. Terminó su trago y se fue adentro, la seguí.

Vi como le indicaba al barman que quería más de su trago, la esperé y se metió en el amontonamiento de gente a bailar. Me metí allí y agarré su cadera con mis manos.

― ¿Pensaste que me habías perdido linda?―susurré en su oído. Su piel se erizó.

―Te quería invitar a bailar―río.

El Dj cambió de canción, ella terminó su trago y tiró el vaso al piso. Empezó a mover sus caderas rozándolas con mi cuerpo, me excitaba. Comencé a darle besos en su hombro, ella tiró su cabeza hacia atrás, invitándome a su cuello. Chupé y mordí su piel, quería marcar lo que era mío.

Ella se dio la vuelta, miró mis ojos y mordió su labio. Me estaba poniendo caliente, no lo negaba. Puso sus manos en mi cuello y yo agarré su cintura. Vi como se acercaba lentamente, pegó nuestras frentes y dejó un beso en la comisura de mis labios. ¿De en verdad se atrevía a hacerme eso? Me dejó confuso, ella sólo reía. Cuando terminó de reír, puse mis labios sobre los suyos. Ella seguía mi ritmo, y pedí la entrada de mi lengua en su boca. Se desató una guerra de lenguas, esta chica besaba genial. Sus labios eran adictivos. Estaba bastante excitado, ya no podría aguantar más.

―Te quiero mostrar algo arriba, ¿Querés ir?―susurré en su oído.

Ella sonrió y asintió. ‹‹Genial››

La agarré de la mano y subimos las escaleras. Nos dirigíamos a la habitación que me había dicho Mats si es que quería llevar a una chica. Abrí la puerta y la miré sonriente, invitándola a pasar.

Ella pareció pensar algo por unos momentos, luego me sonrió y entramos a la habitación.

Me encantaba esta chica, me fascina Chanel.

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Holaa... Ya se, me deben odiar!! No pude subir los dos capítulos hoy, les comento algo. Cada vez que subo un capítulo, es porque lo terminé de escribir recién, y de verdad me cuesta hacer un capítulo de más de mil palabras, tardo mucho tiempo en escribirlo, mínimo 1 hora y media. Se preguntaran, ¿Para que querés hacer un capítulo de más de mil palabras? Bueno, yo he leído novelas y me molesta mucho que sean de 2 o 3 párrafos. Y me propuse como una "meta" de hacer los capítulos de esa capacidad.

Les voy a decir una cosa, mañana PROMETO SUBIR DOS CAPÍTULOS. LO JURO.

Saludos Marti.

Regeln. (Marco Reus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora