CAPÍTULO 10

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|Marco|

Chanel se había ido, dejándome solo en la cama, atónito y sorprendido. Definitivamente ésta mujer iba a darme un infarto, nunca pensé que me iba a dejar así.

Estaba durísimo, y no pensaba volver al boliche a buscar a otra chica, yo sólo quería a una que me dejó hace unos minutos. Ella era incondicional.

Rápidamente me dirigí hacia el baño a darme una buen ducha fría para relajarme y bajar el bulto que tenía. Bufé, estaba frustrado. Sólo Chanel podría provocar ésta sensación en mí, ella me enfadaba.

Salí del baño con la mitad de mi cuerpo envuelto con una toalla, busqué un bóxer entre los cajones del mueble y me lo coloqué. Caminé con pereza hacia mi cama, puse a cargar mi celular y activé la alarma para levantarme temprano, mañana u hoy a la mañana sería el último entrenamiento antes del primer partido de la Bundes liga. Estaba algo nervioso, la primer fecha en éste campeonato iba a ser con el Bayern de Múnich, nuestro clásico.

Lo único que me alegraba al jugar ese partido, era que podría ver a Mario y a Robert. Ciertamente, hace bastante no hablo con Lewandowski, pero supongo que será bueno verlo después de tanto tiempo. Y Mario... Bueno, con él me hablo seguido. Es como un hermano para mí.

Dejé de pensar, cerré mis ojos y rápidamente caí en un sueño muy profundo.

(...)

Chanel me besaba apasionadamente, mientras bajaba el cierre de mi pantalón y rápidamente me los sacaba. Ella paró de besarme, y se dirigió a mi cuello. Mordía y succionaba mi piel, tocaba mi torso descubierto yendo de arriba hacia abajo. Sentí cómo posaba su mano en mi parte más íntima, yo sólo pegué un gemido bastante audible. Estaba muy agitado, ella me encantaba.

Observo cómo ella me mira a los ojos, sonriendo con una expresión bastante traviesa. Chanel se iba acercando cada vez más a mi rostro, pero ella se hacía borrosa.

Abrí mis párpados rápidamente y desperté de golpe, sentándome en la cama. Estaba sudado y muy agitado, había tenido un sueño húmedo con Chanel. Ésta chica no salía de mi cabeza.

Minutos después, mientras trataba de recuperarme de mi respiración agitada e irregular, sonó mi alarma.

Preparé mi bolso, me cambié, desayuné y rápidamente ya estaba en mi auto conduciendo hacia el estadio.

Saludé a Klopp, hicimos la entrada en calor y luego comenzamos con el entrenamiento. Mientras estábamos en los pocos minutos de descanso, destinguí a Erik charlando muy animádamente con Chanel. Terminaron de hablar y observo cómo el rubio posa sus manos en su cintura y la abraza. Cierro mis manos en puños con mucha fuerza, logrando que mis nudillos se pusieran de color blanco.

¿Qué se creía? Erik me está comenzando a caer mal. Ella es mía, y lo tendría que saber claramente.

Terminó el entrenamiento, y Chanel ni se dignó a saludarme. ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué me ignoraba?

Me dirigí hacia los vestuarios, y allí me bañé y me cambié. Estaba esperando a que Erik entrara. El rubio tardaba mucho en volver de las canchas, y una idea pasó por mi mente. Se quedó hablando con Chanel.

Esperé un par de minutos más hasta que por fin llegó. Antes de que pudiera ingresar a bañarse, lo detuve.

―Erik, tenemos que hablar.

― ¿Qué pasa?―preguntó con su ceño fruncido, confuso.

―Luego lo hablamos. Te espero en el estacionamiento―dije con firmeza.

Caminé hasta el estacionamiento con mi bolso colgado en mi hombro y después me dirigí hacia mi auto. Me apoyé en un lado de sus puertas y esperé hasta que el rubio llegara.

Al cabo de unos quince minutos, Erik llegó con su bolso en mano y dirigiéndose hacia mí.

― ¿De qué tenemos que hablar?

―Es sobre Chanel. ¿Estás con ella?―y por un momento, deseé que la respuesta sea que no.

―No lo sé―contestó en un tono cortante, me empezaba a fastidiar.

― ¿Cómo que no lo sabés?

―Mira, Marco...―Erik comenzó a rascarse la nuca, dudoso― Chanel es una chica especial, y por lo que he visto, muy buena persona. Vos nos sos la persona indicada para estar con Chanel. Ella me gusta, y me gustaría ir en algo serio, ¿Era eso lo que querías escuchar?―ahora de estar dudoso, pasó a estar desafiante.

Me dejó helado. ¿Qué quería decir con que no era la persona indicada para estar con ella? Yo nunca más volvería a estar en una relación seria, no luego de lo que pasó con Carolin. Y tampoco Chanel me gustaba, pero con su comentario me ofendió, y no lo iba a dejar pasar.

― ¿No soy la persona indicada?

―Vamos, los dos sabemos para qué la querés. Sólo es para entretenerte un rato. Sexo―me contestó frío, con voz ronca.

No perdí más el tiempo, di la vuelta y me subí a mi auto. No iba a quedarme allí para que me siga insultando, me termine enojando y que la situación pase a peores.

(...)

Ya pasó un mes desde mi discusión con Erik. Me aislé de él, y ya no nos hablamos ni nos saludamos. Supongo que nuestra amistad terminó.

Ahora me juntaba con Mats y Ciro, pero en estos momentos me encontraba en mi casa con Hummels.

Chanel... Simplemente no la puedo sacar de mi cabeza. En los entrenamientos la veo y observo cómo saluda cariñosa y alegremente a Erik. Por lo que he visto no son nada más que amigos, por ahora. Y eso es lo que me alegra en cierto punto. Las veces que intenté saludarla, me contestaba de una manera fría y cortante, y cuando esperaba a que ella me saludara primera, no lo hacía. Lo que me dí cuenta que ella ya no quería relacionarse conmigo, así que ya no la saludé más. Ahora éramos unos completos desconocidos, y me dolía.

― ¿Hace cuánto no te acostás con alguien?―preguntó Mats, muy directo para como yo lo conozco.

― ¿Desde cuándo te interesa eso?―le contesté, riéndome por la pregunta de mi amigo. Él, tan sincero, fue directo al grano.

―Sólo preguntaba, hace bastante que no me comentás que anduviste con una chica.

―Estuve con tres, pero no pude―confesé.

―Es por ella, ¿No es cierto?―Mats me conocía, y muy bien.

―Sinceramente... No la puedo sacar de mi mente. Ella es como un fantasma cuando estoy con otras chicas, como si tuviera un remordimiento, y eso es lo que me detiene. Me vuelve loco.

―No puede ser verdad, dios mío Marco―dijo Mats, como descubriendo lo peor que se puede temer.

― ¿Qué ocurre?―pregunté curioso, pero ya me estaba preocupando.

―Nunca pensé que diría esto pero es que no lo puedo creer. Marco... Chanel te gusta, y mucho.

¿Me gustaba Chanel? Nunca me detuve en pensar en ello.

¿Ella verdaderamente me gustaba?

*        *        *

Hola! Primero que nada quiero pedir mil perdones por actualizar, creo, después de un mes. Simplemente estuve muy ocupada y la inspiración no estaba dentro de mí.

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LOS +3K. TANTO A LAS QUE SIEMPRE VOTAN Y COMENTAN, Y A LAS QUE NO. SIEMPRE ME ENCANTA QUE VOTEN Y COMENTEN, Y YO PENSANDO QUE ÉSTE PROYECTO NO TENÍA ÉXITO.

MIL PERDONES Y MUCHAS GRACIAS!!

Saludos Martu

Regeln. (Marco Reus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora