CAPÍTULO 5

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|Marco|

Capté el sol en mis ojos molestándome, y desperté. Inmediatamente pude sentir un dolor en mi cabeza intolerable y una punzada que dolía bastante a causa de la resaca. Giré, y noté la presencia de alguien más a mi lado. Forcé mi mente para acordarme algo de la noche anterior, y recordé lo suficiente como para saber quién era ella. Chanel, mejor amiga de Mario, revolcón de anoche y fotógrafa del equipo.

Noté como se acomodaba en la cama y seguía durmiendo plácidamente con la respiración calmada. Sin dudas, era la mujer más hermosa que había conocido. Sus ojos azules eran lo que más me atraía de ella, junto con sus labios carnosos bien definidos y sus rasgos de belleza que llamaría la atención de cualquier hombre. Y ni hablar de su figura, era simplemente perfecta. A la hora de describirla, no habría ningún detalle que se me escape de su cuerpo. Me encantaba.

Su manera de interactuar conmigo, mostrarse tímida y a la vez coqueta era algo que me atraía mucho de una mujer. Su manera de hacerlo conmigo era... fascinante. Nunca me había sentido tan completo con ninguna chica con la cual había estado, ella era diferente. Pero no pensaba atarme a Chanel, ella era algo de una noche y ahí terminaba la historia. Sinceramente, no me gustaban los compromisos. Y supongo, que ella también lo debe ver de la misma manera en que lo veo yo.

Dejé de observarla y me levanté de la cama. Me puse mi bóxer y mi jean, dejando mi torso desnudo, y agarré mi celular mientras bajaba por las escaleras hacia la cocina. No pude evitar ver lo que la pantalla anunciaba. "Mensaje nuevo, Mats"

"Marco, no estoy en mi casa. Estás solo con la chica que estuviste anoche, intenté no husmear en la habitación, pero me fue inevitable. Vuelvo en la tarde. Por cierto, buena elección ;)"

No pude evitar sonreír y largar una leve carcajada ante el mensaje de Mats, era un idiota, pero estaba en lo correcto. Yo no me equivocaba a la hora de elegir.

Noté el desorden que había en la casa, y negué con la cabeza. Mi amigo a veces ni siquiera es capaz de llamar a alguien para que le limpie la casa.

Me preparé un café y desayuné tranquilamente mientras veía la televisión. Dejé la taza para lavar y fui investigando el interior de la mansión nueva de Mats, que la inauguró de una manera terrible. Estaba por el pasillo, cuando me topé con el baño. Decidí darme una ducha, el olor a cigarrillo y alcohol no eran de mi gusto, me resultaban desagradables.

|Chanel|

Desperté por el sonido de mi celular en la pequeña mesa que acompañaba la cama. Volteé y sentí el frío de las sábanas recorriendo mi cuerpo, y varias punteadas en mi cabeza, tenía resaca, de eso no había dudas. Pero sin embargo, no olvidaba la noche que había tenido.

Marco no estaba a mi lado, significaba que se había despertado. Me levanté y noté la camisa blanca de él tirada en el suelo, sonreí al tener el recuerdo de anoche. Sin pensarlo la agarré y me la puse, sintiendo el olor varonil que tenía ésta, me encantaba. Tenía el aroma de él.

Caminé hasta la mesa chiquita que adornaba la habitación y le hacía compañía a la cama, y agarré mi celular. Prendí la pantalla. "17 llamadas perdidas, 13 mensajes, 20 WhatsApp y 7 mensajes en Facebook." Todas las notificaciones pertenecían a mi mejor amiga.

¡Emily! Seguro me mataría, olvidé avisarle que no iba a volver a casa anoche. Rápidamente la llamé, soy una estúpida por no informarle donde me iría.

― ¡Chanel Lefebvre! ¿Dónde estás? Te advierto que ni bien llegues a casa, ruegues por tu vida. Me hiciste pegar un buen susto―gritó, reprendiéndome.

―Hola Em, ¿Cómo andás? Todavía estoy en la casa de Mats. En un rato vuelvo a mi casa―respondí con suma tranquilidad, restándole importancia que ella estaba muy preocupada.

―Ah, hola. Estoy bien, gracias―se notaba que estaba furiosa―. Pero, ¿¡Qué!? ¿¡Cómo que "todavía estás en la casa de Mats"!? Cuando vengas, espero una explicación coherente de todo esto.―y así, finalizó la llamada. A veces, Emily se portaba como mi madre.

Bajé por las escaleras, tenía la suerte de recordar donde estaba la cocina. Me preparé un té y lo tomé tranquilamente. Cuando lo terminé lo lavé en la pileta. Me resultaba muy raro que no estuviera nadie en el chalet, iba a dar un recorrido en la mansión, no perdía nada con intentarlo.

Caminaba por los pasillos, miles de puertas a cada costado mío, miles de habitaciones vacías. Hartada de buscar, me distraje con mi celular mientras me dirigía hacia la cocina, cuando siento unas manos en mis caderas tirando de mí. Asustada, pegué un chillido.

Al darme la vuelta me encuentro con un Marco Reus sonriente, con gotas de agua cayendo por su torso desnudo marcando el camino de sus abdominales y con una toalla alrededor de su cintura cubriendo sus partes más íntimas.

No pude evitar morder mi labio, sin dudas éste hombre me iba a dar un infarto. Lentamente me acerqué a él, hasta tal punto de tener nuestros cuerpos totalmente pegados y lo besé apasionadamente. Nuestras lenguas estaban en contra, desarrollando una guerra. Las emociones dentro de mí florecían, y se hacían cada vez muchas más.

Hablando de la Chanel tímida, cohibida y vergonzosa, ésta está ausente en éste instante. Marco conoció a una Chanel coqueta, simpática y extrovertida, y si así le gustaba, tendría que ser así cada vez que esté con él. ¿Por qué pienso que voy a estar con él? Estoy completamente equivocada.

El beso se tornó salvaje y desesperado. Marco no se rendiría nunca. Fuimos hasta el sillón del living y me senté sobre su pelvis colocando mis piernas a cada lado de su cintura. Tocaba sus músculos con mis manos, contorneándolos. Su torso era algo que me encantaba, sin dudas. Él comenzó a desabrochar la camisa de él que llevaba puesta, y dejó al descubierto mis pechos, dejándome sólo con mis bragas. No había tensión entre nosotros, sólo deseo que se reflejaba en nuestras miradas.

Empezó a hacer magia con mis pechos, yo solamente podía lanzar gemidos en el vacío. Terminó con ellos e inició a bajar lentamente mis bragas, yo saqué la toalla que rodeaba su cuerpo y lo besé.

Lo siento Emily, supongo que voy a volver algo más tarde a casa. Espero que sepas entender.

Y otra vez, volví a ser de Marco.

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¡Buenas! Perdón por no actualizar antes. Mi inspiración desapareció por algunos días. Y éste capítulo lo hice con cada poquito que tenia de inspiración en esos días, espero que les guste.

Saludos, Marti.

Regeln. (Marco Reus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora