El Mejor Papá.|KatsuDeku|

~Sea necia, ¿qué quiere? ¿que la punse?~

Katsuki lo miró fijamente, tratando de buscar la mentira en sus palabras, tratando de encontrar la broma en ello, pero no lo encontró.

Bajó la mirada tratando de entender lo que su esposo acababa de decirle, tratando de asimilarlo. Volvió a mirar los ojos verdes llenos de lágrimas y una mirada llena de impotencia, no podía estar ahí.

Se paró de la cama, alejándose hacia la puerta.

-¿Kacchan?- La voz afligida lo llamó.

-Necesito estar solo.- Murmuró el rubio saliendo de la habitación. Dejando a Izuku completamente solo.

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- Hey, ¿sabes qué sucedió?- Mina se acercó a la castaña sigilosamente.

Ochako alzó la mirada de sus papeles fijándose a donde miraba la pelirrosa. Suspiró afligida al ver a la pareja en la oficina frente a ella, ambos trabajando en completo silencio.

Había pasado un poco más de una semana desde que algo parecía ir demasiado mal entre Katsuki e Izuku. Las agencias de Hawks y Mirko se habían unido luego de vencer a La Liga de Villanos, por lo que muchos de ellos habían empezado a pasar demasiado tiempo juntos, lo que quería decir que muchas parejas tenían más tiempo en la agencia, no había sido de extrañar que Katsuki e Iuku estuvieran mucho tiempo haciendo papeleo juntos mientras hablaban o compartían opiniones  o a veces intercambiando rápidos besos cuando cada uno tenía su turno de patrullaje.

Pero desde hacía una semana simplemente parecía que no se volvían ni a ver. Ellos habían visto muchas peleas entre ellos, la mayoría por trabajo o asuntos tontos, pero nunca habían parecido tan sombrías y tan distantes, siempre pasaban rápido pero ahora estaban demasiado distanciados. Los chicos solo habían notado ese semblante distante y depresivo en Katsuki luego de que Izuku se había marchado a Sur América.

Ambos parecían demasiado perdidos en sus propios pensamientos y no parecían para nada cerca de encontrar una solución. Solo parecían alejarse más y más.

-No lo sé.- Suspiró mirándola. - Izuku no ha hablado conmigo, no ha dicho absolutamente nada más que lo necesario. Cada vez que me acerco huye y parece querer llorar cada vez que  habla, estoy muy preocupada.- Mina se mordió el labio.

- Katsuki no ha hablado, tampoco es como que suela hacerlo mucho, sin embargo lo ha hecho menos de lo normal. Nada de gritos, nada de insultos, nada. Sólo silencio y se ha alejado mucho.- Suspiró preocupada, ninguno de sus amigos tenía ni una idea de lo que sucedía. -¿Y si hablamos con ellos?

-No creo que sea lo ideal.- Miró el rostro afligido de su amiga.- Si ellos no lo pueden arreglar, no creo que ninguno de nosotros podamos hacer algo.

Ashido sabía que Uraraka tenía razón sin embargo se sentía impotente. Quería poder hablar con ambos y preguntarles al respecto, pero ahí radicaba el problema, la pareja siempre había sido tan fuerte y tan llena de amor que si ellos no encontraban manera de solucionar cualquier abismo entre ellos era porque simplemente no había una solución.

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Suspiró por milésima vez en el día.

Se sentía tan triste, enojado y afligido que no podía simplemente concentrarse en todo el papeleo. Por más que lo intentaba, su mente solo viajaba y corría hacia el hombre sentado a su lado, la manera tan frígida en la que le miraba, la manera en la que no le dirigía la palabra más de lo necesario y que parecía demasiado perdido en su mente.