-Estoy en casa. - La suave voz del pecoso resonó por el lugar a penas entró a la casa.
Katsuki se asomó desde la cocina viendo al pecoso dejar sus cosas en la entrada. Preparaba un té para él, recién había llegado y ya se había duchado.
-Pensé que vendrías primero que yo. - Izuku lo miro y sonrió suavemente.
-Pasé por la casa de Shouto a dejar unos informes. - El hombre se acerco a sus esposo dejando un beso en su hombro y pasando sus brazos por sus caderas.
Katsuki posó su barbilla en cabeza de Izuku y lo abrazó contra su pecho.
-Vamos a dormir. - Murmuró contra su cuello y dejó suaves besos.
El rubio le beso la cabeza y soltó un asentimiento. Estaba tan mentalmente y físicamente agotado que solo quería acurrucarse con su esposo y olvidar todo.
La plática con su madre había sido tan desastrosa y estresante que no quería pensar en nada más. Sabía que Deku estaba igual, algo le decía que había pasado algo en el rato que no estuvo en casa.
Pero respetaba su silencio y sabía que Izuku también respetaba el suyo. Ambos hablarían en algún momento pero ahora debían descansar sus mentes y cuerpos.
-Ve a ducharte. - Murmuró contra su cabello. - Te prepararé un té.
Izuku se separa un poco de él dejando un beso en su barbilla y camina hacia la habitación. Katsuki sabe que el verde de sus ojos hay una tristeza más arraigada que la de la pelea anterior.
Su corazón se oprime al no saber con seguridad la verdad detrás de su dolor, sabe que él tiempo hará hablar a Izuku y al el también. Pero duele.
Solo saben que no pueden alejarse del otro. Ha sido difícil aprenderlo pero su amor puede más que cualquier cosa y eso ya lo han demostrado antes.
Camina hacia la habitación con dos tazas de té.
Puede escuchar el suave murmullo de la ducha resuena en el baño de su habitación, el espera a su esposo mientras acomoda la cama para que ambos duerman.
A los pocos minutos escucha como la ducha se apaga y después Izuku aparece por la puerta con una de sus camisas como pijama. Katsuki inmendiatamente sabe que el pecoso está más triste de lo que aparenta, la costumbre de ponerse su ropa para dormir es algo que ha hecho desde que empezaron su relación. Izuku decía que le daba tranquilidad sentir siempre su olor.
-Hey, ¿estás bien? - Pregunta cauteloso sin querer hacerlo sentir demasiado presionado.
Izuku se acerca a él y se sienta junto a él en la cama. Acaricia su rostro, pasando suavemente sus dedos por la cicatriz y lo mira profundamente. Katsuki siente su corazón oprimirse de leve temor, el recuerdo de su piel abierta le hace pensar cosas horribles.
Toma la mano del peliverde y besa suavemente la palma, dejando sus labios pegados a la piel, aspirando su aroma y sintiendo la calidez de la piel.
-Te amo ¿de acuerdo? - Sus ojos rojos miran directamente a los verdes y estos se humedecen.
-Lo sé. Te amo, Kacchan. - Murmura el peliverde acercándose a su rostro y besando lo suavemente en los labios.
Las tazas de té se olvidan en las mesas de noche. El estrés de las ultimas semanas, de su tristeza y su pelea caía sobre ellos como cansancio. Ambos en la oscuridad simplemente se abrazan, dejando esporádicos besos en sus rostros y labios hasta quedar profundamente dormidos.
● ● ●
Al ver a su esposo salir por la puerta, suspiró.
Lo que estaba a punto de hacer era algo horrible, era intrusivo y se sentía asqueroso al hacerlo, pero sentía que debía.
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El Mejor Papá.|KatsuDeku|
Fiksi PenggemarLuego de vencer a All For One y la Liga de Villanos, Deku y Kacchan siguen manteniendo la Paz en Japón como los dos Héroes más grandes. La pareja casada no podría ser más feliz y cómoda con sus vidas, sin embargo Izuku nota algo en el comportamiento...