𝓱𝓮'𝓼 𝓪 𝓯𝓸𝓸𝓵

675 59 209
                                    

Un grito lastimero y risas escandalosas. Sangre corriendo y profanando los vírgenes muros. Lágrimas entre heridas. Locura salvaje alimentada por dolor. Un ser que apenas era irreconocible su antigua belleza por las incontables heridas y otro que estaba lejos de estar cuerdo. 

Yeosang observó como un artista observa a su obra maestra al agonizante Hongjoong. Las bellas pinceladas de cuchillos adornadas por la sangre seca marcando la mayor parte de su cuerpo, unos hermosos cardenales que variaban entre una extensa paleta de colores regados por su blanquecina tez, su piel que con suerte llegaba a cubrir sus afilados pero demacrados huesos, pequeñas quemaduras que exponían despiadadamente la carne, sonrisa vacía, manos que ahora eran simplemente palmas,  cortos cabellos blanquecinos que apenas protegían su cabeza y las pistas de lo que alguna vez fue la actividad favorita de Hongjoong como cereza del pastel. Era simple y sencillamente una escena tan esplendorosa a ojos de Yeosang y el deseo de más le daban la emoción de volver a sentirse vivo con una locura inimaginable.

Pero pronto acabaría para su mala suerte, lamentablemente Hongjoong no duraría para siempre y mas temprano que tarde terminaría muriendo como es natural. Y hasta el momento en el que Hogjoong dé su ultimo respiro desataría en él  todo el dolor que le era posible con nada más que la habilidad de su mano y algunas herramientas con las que ya había sellado el delicado cuerpo de Hongjoong. Y le fascinaba su poder sobre semejante fragilidad, sobre tal atrocidad que tuvo la valentía de meterse en su camino. Para el momento en el que Hongjoong ya deje esta desgraciada vida Yeosang finalmente tendría la dicha de cumplir con su último paso del plan y podría morir en paz, si es que le era concedida.

Yeosang reía al escuchar como su víctima pedía clemencia mientras le daba fuertes estocadas. Era maravilloso y como no, no se detendría tal vez hasta cansarse. O hasta que un hilo de sangre corriera entre sus muslos y  una llamada insistente de Seonghwa remate la interrupción. Yeosang dejó de reír y tiró al suelo a un agónico Hongjoong llorando. Bufando y quejándose tomó su teléfono y contesto la llamada a pesar que sus manos estuvieran totalmente pintadas por la fresca sangre de Kim. Era una situación que le encantaba a Yeosang. 

- Hey, Yeo ¿cómo estás, pequeño?- Se escuchó a Seonghwa a través de la línea con un tono dulce. Yeosang dejó de gruñir gradualmente mientras acomodaba su vestimenta y limpiaba sus afilados cuchillos de colección de cocina a la vez que escuchaba la alegre voz de su esposo con una sonrisa que rayaba en el descaro en su rostro. Pudo notar como Hongjoong bajaba el volumen de sus sollozos pero sin callarse del todo  para poder apenas apreciar la voz de Park, lo único por lo que de alguna forma seguía aguantando. 

-Bien, cariño ¿que ocurre?-El tono de Yeosang había cambiado completamente a como había sido hace unos minutos. Pasó de ser violento y furioso a uno dulce y cálido. Un escalofrío recorrió la agraviada espalda de Kim al notar la potente dualidad de Kang. A medida que Yeosang hablaba se acercaba hacia Kim para después proporcionarle una patada en el estomago para que se calle. El chico entendió y se tragó su sufrimiento como ahora ya de costumbre. La sonrisa de Kang se dobló a una de superioridad y burla.

- Pues te quería avisar que regresaré temprano hoy.-Yeosang pudo imaginarse a Seonghwa sonriendo por como sonaron sus palabras.

-Oh ¿y a que se debe ese milagro, eh Park?- El hecho de haber presenciado por una fracción de segundo la faceta bromista de Kang hizo que el estómago se le retorciera al pobre Kim. Esa risa juguetona, voz vacilante y mirada brillante se quedarían grabadas hasta su próxima vida, e inclusive tal vez a la siguiente a esa.

-Muy gracioso Kang. Sabes que estuve ocupado estos días.-La sinceridad se desbordaba de las palabras de Seonghwa sin embargo la sonrisa de Yeosang se borro y sus ojos se oscurecieron inmediatamente al escuchar la última frase. Le traía malos recuerdos. Inconscientemente volvió a patear a Kim, con un poco más de fuerza que antes.Pero la verdad es que te tengo una sorpresa.-La risita que soltó Park al final hizo que los dos muchachos sonrieran enternecidos. Uno nostálgico y el otro ido. Pero enamorados a fin de cuentas.

𝐌𝐈𝐍𝐄 ❛𝓢𝓮𝓸𝓷𝓰𝓼𝓪𝓷𝓰❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora