Por primera vez la casa no parecía ser la de siempre. Había risas, un exquisito aroma a comida casera, música y aunque afuera, la noche caía tan intensa como el retorno de la lluvia, dentro había la calidez y la luz que desprendías con cada movimiento.
—...y así es como aprendí hacer éste plato — dijiste mientras servías salsa blanca en un tazón y salsa criolla en otro. Se me hacía agua la boca de solo ver la chuleta cocinada al horno con papas — la blanca es para las papas y la criolla para la carne — honestamente me saqué la lotería, una mujer hermosa, cálida y que sabe cocinar. Seguí tus instrucciones, vertí los contenidos y me dispuse a probarlos, ni bien probé bocado un gemido de placer se escapó de mí, aquello era la gloria. Sabores estallaron en mi boca, quería más — ¿Te gusta? —
— Me encanta — respondí sincero. Mi casa se sentía tan cálida, me di cuenta que así se sentiría tener un hogar, también me di cuenta que nunca lo tuve.
Mis ojos divagaron por todo el lugar, la música country se escuchaba de fondo, haciendo ambiente, nunca había puesto música yo, creía que si lo hacía me sentiría más sólo.
Mi atención volvió a ti, a tu manera de ser, de moverte, de hablar. Eres más que una cara preciosa y un cuerpo perfecto, eres integra, auténtica. Mi hogar lo hacías tú, no se necesita de tiempo para saber que cuando algo es...es porque es y ya, los que necesitan semanas, meses o incluso años es porque no es o no saben lo que están buscando. Tu apareciste sin que te buscara, justo cuando empezaba a darme cuenta de que era lo que necesitaba. Aun así, tenía que saldar una deuda con el destino, ahora que estoy en cero de nuevo, él te puso en mi camino, mi cuerpo, mi mente y mi corazón saben que no te queremos lejos ni por un segundo. Mi pregunta es...¿Soy lo que buscas? No quiero pensar en que la respuesta sea un no porque no quiero no tenerte.
— ¿Así que tú sueño es enseñar a cocinar? — pregunté maravillado, normalmente si viniera de otra persona me parecería un sueño con poca ambición, sin embargo, me fascina y es la clase de sueño que va justo contigo, es un sueño puro y libre de pecados. Algunos sueñan con se abogados y defienden criminales, violadores y asesinos quedan impunes, otros con ser médicos y si bien se trata de salvar vidas son los primeros en tratar con vidas, la mala praxis, las drogas para mantenerse despiertos sin importar que ya no son totalmente lúcidos a la hora de atender ergo matan sin darse cuenta o lo hacen tarde, pero la avaricia, la ambición siempre están a flor de piel, siempre quieren más porque nunca es suficiente.
— Suena tonto pero...junto dos cosas que me apasionan, enseñar y la cocina, es como enseñar a jugar— respondiste con una sonrisa. Y es verdad, es como enseñar a jugar ¿Qué puede salir mal? ¿Un mal sabor? Si lo sé, accidentes con agua o aceite hirviendo pero no dejan de ser solo eso, accidentes.
— No suena tonto, suena a ti y tú eres hermosa por lo tanto, tu sueño es hermoso — dije, tal vez considere la idea de volver a la ciudad...en algunos años. En ese tiempo podría dedicarme a cumplir tu sueño.
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Bajo Llave | Jeon Jungkook
FanfictionSoledad, eso es lo que hay en estas cuatro paredes. Salir, correr, ordenar, es lo único que hago. Una rutina, monótona. Pero eso cambió cuando te encontré, frente al muro, desnuda, sola, hambrienta y tan mía. Joder, cuando te ví, solo quería llevar...