Título: SFAM
Protagonistas: Maria y Allison Hargreeves
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Si algo le gustaba hacer a la joven Allison Hargreeves en sus tiempos libres, era ir a visitar a su mejor amiga María. Se conocieron a los 12 años en una cafetería. Ambas fueron a comprar donuts y de un choque terminaron botándolas, desde ese momento se volvieron muy unidas.
La rizada tocó la puerta y en menos de cinco segundos le abrió la puerta una castaña
- ¡Allison! - se abalanzó para abrazarla - Te extrañé, pensé que me habías olvidado
- Noo como crees, es que el viejo nos mataba con entrenamientos, me dolía el cuerpo - hizo una mueca.
María se hizo a un lado para que Allison pase a su casa, rápidamente fueron a la cocina para agarrar snacks y bebidas para luego subir a su habitación.
- Y.... ¿qué cuentas? - comió una papita - Cómo vas con Luther...
- Luther.... - se sonrojó - Casi nos besamos y luego.... Vanya abrió la puerta
- Jajajaja que suertuda eres, oye ¿y Diego? ¿Cuando me lo presentas?
- Hey.... cuando quieras, les hablo mucho de ti a mis hermanos y sienten curiosidad. ¿Recuerdas que les mandaste dulces?? Bueno se los comieron todos en menos de una hora
- Que bueno que les haya gustado, de verdad. Tengo más, cuando te vayas les puedes llevar
- Gracias, María - suspiró, María había notado que su mejor amiga no estaba tan alegre como suele estar cuando va a su casa, su mirada expresaba un poco de tristeza y cansancio. No fue difícil notarlo
- ¿Qué sucede Alli? ¿Todo bien?
- No tenía día libre, escapé de casa. Necesitaba un pequeño respiro - agachó la mirada - Las cosas en la academia no han estado nada bien. Ben murió y todo ha sido una mierda, tengo miedo.... miedo a que en una misión pueda ser yo la siguiente, o cualquiera de mis hermanos. No estoy tranquila... - las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas
- No... cuánto lo siento - le dio un abrazo - Estoy aquí para ti, ok? No dudes en venir cuando necesites ayuda
- Gracias María, de verdad gracias - se secó las lágrimas con la manga de su saco - Será mejor que regrese, es tarde y estoy segura de que tus padres están por volver
- ¿Cuándo vuelves? Puedes quedarte a dormir....
- Mañana, tal vez. Y si no vuelvo... tal vez estaré
- Cállate, no digas eso - le lanzó una almohada
- Adiós María, cuidate. Y gracias por los dulces, te amoooo
- Yo también te amoooo enana
- Soy más alta que tu
- Por dos centímetros - le sacó la lengua
4 años después
Desde ese día Allison no volvió a visitar a su mejor amiga. Las primeras semanas no se asustó ni nada ya que la veía en televisión luego de cada desastre en alguna parte del mundo. Luego pasaron unos meses y seguía sin volver, ya no la veía ni en la televisión. Luego un año ya estaba muy preocupada, asustada. No sabía nada de su mejor amiga, pensó lo peor y muchas veces no dormía tranquila. Tal vez debía asimilar que había perdido a su mejor amiga y ya no podía hacer nada.
Ahora con 20 años, María se encontraba en la universidad como una chica normal. La carrera de Economía le había encantado desde un principio. También se había mudado de departamento, uno cerca de su universidad.
- No entiendo ni caca - lloriqueó al ver que habían preguntas que no estaban en ningún libro - Claro María siempre cagándola
Le dio un largo sorbo a su café expreso y respiró hondo
- La teoría de la ciencia de... - alguien tocó la puerta principal - Genial....
Se levantó de la silla y fue a abrir la puerta. Al abrirla se encontró con una chica de cabello rizado y alta.
- Si?
- Aquí vive... María Ordoñez? - preguntó viendo un papelito
- Si, soy yo - respondió - ¿Quién eres?
- ¿Tanto he cambiado? - preguntó - Mari, soy yo
- No puede ser... Allison? - sonrió - Carajo.... - la abrazó - Nunca volviste, me preocupé. Maldita sea 4 años
- Al final salí de la academia, todos nos fuimos. Menos Luther....
- Te extrañé, pensé que te había pasado algo malo. Eso no se hace, me hubieras llamado, escrito una carta, mandado una paloma. ¡Tienes cerebro mujer!
- Yayaya, lo siento. Pero vamos, espero no interrumpir nada para charlar un rato y ponernos al día