Título: ¡Hey!
Protagonistas: _____ x Dante Albidone
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Si algo saben hacer algunos adolescentes un viernes por la noche en las calles de Canadá, son pendejadas. Claro ejemplo: Dante y los mamarrachos de sus amigos. Los típicos chicos de mami y papi, o eso piensan todos. En realidad ellos solo son un grupo de chicos relajados y palomillas.
- ¿Nos explicarás qué demonios hacemos aquí? — preguntó Michael — Hace un poco de frío Dante, además vinimos ayer. Solo venimos una ves a la semana
- Si Dante, mis padres no me querrán dejar salir la próxima — esta vez dijo Matteus
- Pero no estamos divirtiendo, ¿verdad? — los miró esperando respuesta. Lo único que ganó fue que sus amigos negaran con la cabeza — Bueno, es por una chica. Todos los viernes pasa por aquí a estas horas
- ¿Qué clase de chica sale a estas horas de la noche?
- Son las 8, Matteus — rodó los ojos — No es tan tarde
- ¿Va a la escuela?
- Si
- Entonces la ves en la puta escuela
- Noooooo, mucha gente. Siempre anda con sus amigas — alzó los hombros — Eso de estar mirándola en plena escuela puede salir mal
- Ah bueno — responde Michael
- Miren, ahí está — los chicos voltearon y pudieron ver a una chica. ____
Iba vestida con una falda negra, una polera blanca y Converse negras. Caminaba escuchando música, mientras tarareaba y bailaba un poco.
- Ok, es guapa — dijo Matteus pero se ganó un golpe por parte de Dante — Perdooón, no sabía que teníamos prohibido opinar
- Háblale — sugirió Michael
- Estás loco, ¿verdad?
- ¡Hey! Chica, ¡Oye! — _____ volteó confundida y se sacó los audífonos — Si, ven un rato por favor
_____ confundida se dirigió a los tres chicos, mientras que Dante mataba con la mirada a su amigo.
- Hola — saludó ____ — ¿Qué sucede?
- Mi amigo Dante piensa que eres muy bonita, quiere saber tu nombre — Dante abrió los ojos como platos. ____ lo miró comprensiva, sabe perfectamente cómo se siente el pobre, ya que ella también ha sido molestada por sus amigas de la misma manera
- Ah, claro. ¿Ustedes también van a la misma escuela?
- Sip
- Mi nombre es ____, mucho gusto Dante — estrechó su mano — Espero seamos amigos o.... algo más — sonrió — Buen día o...noche — se volvió a poner los audífonos y se alejó de ellos
- Ok... eso fue, increíble — exclamó Matteus — Joder, qué chica
- Tienes tres segundos para correr, hijo de la gran.... — dijo Dante, Michael se echó a correr
- ¡Oye viejo, deberías agradecerme! — gritó mientras corría — ¡Matteus ayuda!