Diario de una chica fantasma

Capítulo XIII

"Cuando era más joven, mucho más joven que ahora
Nunca necesité la ayuda de nadie en modo alguno
Pero ahora esos días han acabado ya no estoy tan seguro de mi mismo
Ahora he cambiado de opinión, he abierto las puertas

Ayúdame si puedes, me siento deprimido".
-Help!

Me siento vacía, es cómo si todo el tiempo que tomé recopilando información fuera en vano, porque en realidad, lo único que necesito es que alguien esté a mi lado.

O un poco de atención.

¿Cómo un fantasma retornaría a su estado humano?

Hablemos un poco de eso...

¿Cuál es el primer paso para que alguien se convierta en un ánima?

Morir.

No hablo del estado de inconciencia del cuerpo, sino más bien de tu esencia... tu corazón espiritual.... tu alma.

¿Cómo puede morir tu alma?

Puede ocurrir de muchas maneras, pero una y la más común es cuándo golpean de manera repetitiva tu corazón espiritual, es decir, lo que sientes.

Ese órgano instintivamente empieza a perder su volumen hasta reducirse prácticamente a nada, y es ahí donde empiezan los demás sistemas a fallar.

La otra manera tiene que ver con la fibrosis miocárdica. Esto es la acumulación de lo que se podría considerar 'basura' (pensamientos negativos, comentarios desconstructivos, el aislamiento, etc...) generando de alguna forma que los tejidos de éste órgano se endurezcan, convirtiéndose en algo así como una piedra.

¿Existe alguna cura para ello?

La verdad no sé.
Quizás haya un tratamiento que consista en inhibir los efectos nocivos de de lo que oyes o ves.

Porque realmente el alimentar las fantasías proporciona más daño que alivio.

Te vuelves un tanto ansiosa...

Les tengo que confesar algo, los fantasmas conocemos bien la fisiología de los sistemas del cuerpo, pero ¿De qué sirve tanto conocimiento si no puedes llevarlo a la práctica?

Un poco triste, lo sé, pero así es la vida.

Y bien, en ocasiones los días se vuelven oscuros tratando de hallar sentido al nido de pájaros que hay en tu mente, largas noches de insomnio que recurren a los secretos más profundo.

Y das vueltas una y otra vez al asunto.

¿Cómo puedo dejar de pensar en eso?

Tendría que desconectar mi cerebro... Y la verdad no lo haría, o al menos por ahora.

Usar 86 mil millones de células para pensar siempre lo mismo...

¡Es increíble!

La verdad es que no lo puedo evitar, cada vez que hay oportunidad empiezo a vigilarlo, sólo espero que no se dé cuenta que lo estoy haciendo porque si eso ocurre nunca más lo podría volver a ver a los ojos.

Quiero hacer parecer que nada me importa aunque me esté muriendo por saber qué camisa se puso hoy.

Me gustaría tener a alguien para contarle todo esto porque siento que me hundo...

Me dijeron que es sano poner por escrito lo que piensas y sientes, pero no sería viable, no quisiera que me pasara lo mismo que a Anna y su amiga Kitty.

¡Qué tonta!¡Ya lo estoy haciendo! Pero ¿Podrían guardar el secreto por mi?

En fin, sólo me gustaría hacer una cosa: dejar de ser una fantasma.

¿Creen que algún día lo logré?

-L.C.F.