Un lugar mejor

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Tenía la razón, pero nadie quería dársela. Sus razones, en su mayoría, eran totalmente válidas para defenderse pero se volvían frágiles al escuchar una denegada.

¿De que servía todo esto sí siempre volvía a ser el mismo? todo volvía estar igual, como si ese fuera su único destino y como si sólo su vida se basara en engaños, promesas y dolor. A pesar de tantos años marcados en su historia, manchados en lágrimas y agonía, seguía siendo tan débil ante los golpes que recibía con constancia. ¿De que servía ganar la gloria y el respeto si luego te lo irán quitando poco a poco hasta que ya no quede nada? Sólo una ilusión que se escapaba de entre sus dedos como el agua mas dulce y pura que jamas habia podido disfrutar en su plenitud. Que todo se te escape de nuevo y no haya forma de recuperarlo. Que se desparrame por el piso hasta secarse.

Sabía exactamente que otros tampoco la tenían fácil, sin importar su estatus, siempre tenían épocas difíciles... Pero esto... lo hacía confundir aun más. Al menos ellos sabían que estaban pasando por una crisis o algún otro desorden interno pero él no. Sus preguntas no tenían mayor respuesta, y la sensación de vacío y dolor tampoco. Lo peor de todo es que el es el único que puede sentirlo en carne propia, mas nadie lo entiende, ni lo intentan tampoco.

Es tan difícil expresar sus sentimientos ahora que no comprende bien cuando es el momento de llorar o cuando debe de enojarse. No quiere derrumbarse ante nadie, pero su autoestima se ve gravemente afectada por su ego. No se entiende.

Hasta siente que se victimisa demasiado, todo el tiempo, sin entender por que lo hace ya que sabe lo que paso a lo largo de su trayectoria histórica y lo fuerte que pudo llegar a ser en esos momentos de su vida, como sobrevivió a las críticas de el exterior e interior de si mismo sin derrumbarse y a todos esos cambios de ideales que tuvo. Tendría que ser mucho más fuerte en momentos así, como en el pasado pero se habia vuelto blando, y quizas los puntos fuertes que lo protegian ya no funcionaba como antes.

Su personalidad se desmoronaba cada vez más sin darle tiempo de entender esas nuevas facetas que experimentaba. Se habia vuelto tan sensible hasta el punto de que sus lágrimas simplemente salian y resbalaban una tras otra apenas lograba subir las escaleras sin darle tiempo a cerrar la puerta de su habitación.

Se odiaba a sí mismo por culpar a los demás de su estado de ánimo. Dictadura, sus protectores, sus mismos ciudadanos, todos tenían la culpa de su malestar actual, pero a la vez el mismo tenía la culpa de su incompetencia y su ignorancia ante los caminos que tendría que tomar en su vida. Se sentía perdido y confuso todos los días de su vida sin saber realmente quien era el bueno o el malo de la historia. Pensando que la dictadura quiere lo mejor para él y para sus ciudadanos, mientras que el dolor de las noches frías solo seria un sacrificio para luego estar en un lugar mejor y más cálido. Que él, a pesar de estar sufriendo, era el malo. Un estorbo para una buena economía sin tanto consumo, una guerra para toda la paz que buscaba dictadura. Nunca quiso ser el malo, pero el dictador le hacía creer eso.

"¿En serio les hice tanto daño...?"

Hacia frío y la oscuridad consumía toda la pequeña habitación, con un suave haz de luz nocturna que entraba desde el ventiluz.

Ya no podia reconocer de quien era aquel rostro que se reflejaba sobre el cristal empañado.

Sus ojos ya no transmitían el mismo brillo jovial que tanto caracterizaba a Argentina. Aquellos no eran más que sólo ojos verdes, tristes, con grandes bolsas moradas debajo de si, cubiertos por su alrededor de lagañas que se suponía que debía haberselas lavado, pero no sintió que fuera gran cosa por atender, ya que ni siquiera se interesaba por su apariencia, por que casi ni se importaba a sí mismo como para tratarse bien. Mientras que su línea de agua se veia roja e hinchada de tanta suciedad y de llantos esa noche. Sus ojos se sentían tan pesados y hasta le costaba mantenerlos abiertos por que sin lágrimas en ellos sólo podía sentir un picor y a la vez un ardor que no lo dejaba ver. Pareciera como si ya se hubiesen acostumbrado a estar empapados todo el tiempo.

Potencia (C.H.) 2da Dictadura Argentina [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora