»Call me baby boy when we're behind the four walls«

2🍭

Primera crisis

—¡Ah, papi! ¡Por favor, más fuerte!— Jinyoung gritó sosteniéndose del barandal de la cama mientras Mark arremetía con fuerza contra su trasero. Siendo un empuje brutal. Sentía las lágrimas bajar debido al placer agonizante mientras el mayor lo sujetaba de las caderas y no daba indicios de querer parar. Mark admiraba desde atrás, la ropa interior del menor hecha a un lado para meter su polla, le encantaba verlo usar lo que él pedía. Y la imagen de Jinyoung usando esa ropa interior rosa pastel lo tenía en llamas. Solo podía entrar y salir sin perder el ritmo, clavando los dedos en las caderas ajenas haciendo que Jinyoung tomase los 23 centímetros de polla por completo.

—Estás sonando como una puta. ¿Lo sabes, bebé?—a Jinyoung no le podía importar menos ser eso si era con el hombre que le estaba dando esta sobrecarga de placer, ni siquiera podía mantener la lengua dentro de su boca, sólo podía gemir con fuerza mientras Mark lo follaba sin piedad en esa posición.—Contesta.—ordenó.

—Lo sé...mgh~ ahhh... Soy la puta de papi, ya...lo sé... ¡Ah, mierda!— gimió alto. Y Mark se inclino hacia adelante.

—¿Acabas de maldecir estando en mi presencia? Responde.—elevó hacia arriba el suéter que llevaba el menor.

—Si, lo...lo siento, papi. Ya no lo haré... ¡Más! Es todo tu culpa, de todos modos.—dijo Jinyoung. Mark se clavó duro dentro de él. Soltando un jadeo.

—¿Si?

—Papi tiene esa voz y esa polla tan grande que me hace decir cosas extrañas y...ahhh...por Dios.— casi se siente derrumbar cuando los labios de Mark cayeron en su espalda y éste comenzó a morderlo con fuerza. El dolor mezclado con el placer invadió todos sus sentidos. Se sentía tan primitivo ahí sudando mientras el mayor lo follaba con una fuerza bestial. Mark se puso de rodilla otra vez erguido y junto a su polla también metió uno de sus dedos, sintiendo la carne contraída de Jinyoung apretarlo.

—Joder, estás tan listo para mi tamaño.—gruñó el mayor y continuó embistiendo la abertura. Le fascinaba que Jinyoung sea tan entregado a su edad. Él había tenido muchos sumisos antes pero con Jinyoung tenían una conexión que jamás había experimentado y le gustaba como el joven podía adaptarse perfectamente a él. Había logrado que se convirtiera en su pareja sexual ideal pero no era sólo eso, si todo seguía bien quería convertirlo en algo más. Hacerlo pasar la línea de lo sexual y entregarle a Jinyoung aquello que no le había dado la oportunidad de mostrar a nadie. Pero no olvidaba que este era su baby boy de menor edad y que Jinyoung tenía que pasar por ciertas vivencias adolescentes que aún no ha experimentado. Porque la realidad es que su bebé, si es un bebé. E iba a haber momentos en los que habria una desobediencia que Mark no permitiría y que podrían hacerlo perder los estribos. Pero lo cierto es que Mark estaba dispuesto a perdonar muchas cosas solo por ser el niño de sus ojos.

—¡Ah, me estás rompiendo!—vio la mano de Jinyoung ir hacia atrás como queriendo que él frenará sus estocadas. De verdad, estaba ya haciéndose la idea de que vendría a lanzarle la palabra maldita. Pero no pasó.—Mmm...¡Más!—Mark se sorprendió un poco y casi pierde el ritmo porque él era consciente de que estaba siendo bruto. ¿Podía Jinyoung exigirse a él mismo con tal de complacerlo? Mark volvió en sí tomó los cabellos del menor entre su mano y siguió chocando obsenamente contra Jinyoung.

—Demonios...eres un gatito que no deja de sorprenderme.— dijo y siguió impulsándose hacia adelante. Veía su polla entrar y salir de ese precioso y firme culo. Siguió penetrándolo. Sintiendo que podía a Jinyoung las estrellas si lo pedía porque él le daba tanto, tenía que devolver esto de alguna forma. Y no le importaba si pensaban que estaba perdiendo la cordura, si estaba ganando el doble de lo que da.