»Call me baby boy when we're behind the four walls«

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Enamorado

Una verdadera madre siempre va a saber cosas de su hijo incluso si éste intenta ocultarlo y cree que lo hace lo suficientemente bien.

La señora Park había sabido de la sexualidad de Jinyoung desde que él había entrado a la pubertad y había tenido una idea de sus fetiches hacia poco. Como ama de casa, le tocaba la limpieza del cuarto de su hijo, ya había visto sus productos pervertidos y también le había pillado lubricante, condones y pildoras en algunos abrigos. Por lo menos si Jinyoung no era sincero con ella, tenía la tranquilidad de que hijo era responsable en el sexo. Además, estaba el hecho de que Jinyoung poseía la condición de doncel y tanto ella como su esposo eran conocedores de esto.

En su idealismo, le hubiera gustado que Jinyoung tenga una vida común, que conozca una chica, se casen y luego tengan hijos. Pero Jinyoung era demasiado perfecto y buen hijo como para darle aquello. Por más que no lo quisiera había forzado aspectos de Jinyoung que le obligaron a ocultar una parte de él. ¿Qué podía hacer? Tanto ella como su esposo venían de familias estrictamente tradicionales, no sabían de otra cosa. Es cierto que podía a voluntad haberse inclinado por obtener una mente más abierta y aceptar de primeras a su hijo tal cual era.

De todas formas, estaba a tiempo.

Otra cosa que Jinyoung no sabía es que ella sabía que su relación era con Mark Tuan. Lo había sabido desde el preciso momento en el que se miraron a los ojos cuando fueron presentados. Sabía que habían chispas en sus ojos, fue un poco desconcertante y vergonzoso notarlo pero no era estúpida. Sería demasiado ingenua si no conociera sobre el hijo que ella había tenido en su vientre y luego cuidado y criado. Siendo honesta, de verdad, hubiera esperado que Jinyoung solo tuviera un romance corriente con alguien de su edad pero Jinyoung estaba lejos de ello. También estaba el hecho que Mark Tuan no daba buena impresión, a pesar de verse joven, poseía un aura intimidante y conociendo a los compañeros de trabajo de su esposo era un hecho que el hombre podía ser alguien duro y estricto en su puesto. ¿Cómo podía su adorable bebé estar con un hombre tan mandón?

—M-mamá.—la voz de Jinyoung está llena de pánico, tanto ella como Mark pueden notarlo. Sin embargo, Mark permanecía tranquilo como si no le importara en absoluto que la madre de su chico estaba frente a ellos descubriendo todo.

—Está bien, Jinyoung.—Mark colocó su mano en el hombro de Jinyoung y miró a la señora Park con serenidad.—Haneul. Supongo que mi edad me permite tratarla sin formalidad. ¿No? Siento mucho no ser lo que esperaba para su hijo.—eso fue un poco shockeante de oír para Jinyoung. Mark estaba siendo blando.

—Ya lo sabía. Simplemente...no quería que fuera cierto. Pero ¿qué es una madre que no apoya a su hijo y lo cuida a pesar de todo? Es el hijo que amo y debo confiar en sus decisiones. Aunque puede que fracase porque aún es muy joven, siempre seré la madre que abrirá su brazos y lo consolará si no sale bien.—dijo la señora Park. Estaba perpleja pero no al punto de escandalizarse, solo necesitaba recordarse a sí misma que Jinyoung era su vida y que sólo quería que fuera feliz.

—Entonces, ¿t-tú me seguiste...

—No quise hacerlo pero olvidaste las llaves de casa y esta noche tengo unos asuntos con tu padre... Al regresar ibas a quedarte afuera.—Jinyoung se sonrojó un poco. Eso no podría pasar. Si sus padres no hubieran estado en casa al momento de su regreso, él sólo debía decirle a Mark y él lo tendría hasta que haya forma de regresar. De hecho, no quería regresar a casa hoy, quería quedarse con Mark.