―¿De verdad crees que estará bien? ―preguntó Luhan en voz baja para que el hombre que iba en la parte trasera del coche no la oyera.
Baekhyun, obligado por ciertas circunstancias desfavorables, acababa contraer matrimonio con el que había sido su jefe hasta hacía tan solo unas semanas y, cuando se despidió de el, su amigo no había podido disimular el temor que sentía por el paso que acababa de dar.
―Tranquilo. Chanyeol es un buen tipo. ―Sehun arrancó el coche y condujo despacio por el camino de tierra de la finca.
Jackson, el amigo de Chanyeol que había volado desde Idaho para la boda, a quien a pesar de ir un poco bebido no se le habían escapado sus comentarios, intervino en ese momento.
―Conozco a Park Chanyeol for a long time ―tenía un fuerte acento norteamericano y el exceso de alcohol en sangre, además de hacer que se trabara con las palabras, le hacía mezclar los idiomas― y podéis creerme cuando os digo que vuestro amigo is in good hands. Tanto Chanyeol como yo somos de fiar, «belo» Luhan, lovely Luhan, lindo Luhan... ―canturreó.
―Creo que lo he captado, Jackson.
Lo «belo», encantador y lindo Luhan cortó en seco lo que se anunciaba como una inagotable retahíla haciendo que Sehun, que iba con los ojos fijos en el camino iluminado tan solo por los faros del coche y el resplandor de la luna, contuviera una sonrisa.
A pesar de que había estado coqueteando sin freno con el americano durante toda la noche, estaba claro que su pelirrojo favorito no tenía el menor interés en el dicharachero amigo de Chanyeol quien, en ese instante, decidió deleitarlos con una versión ensordecedora de Yankee Doodle. Por fortuna, ya casi habían llegado al pueblo y la casa rural en la que habían reservado tres habitaciones para esa noche quedaba justo a las afueras.
En cuanto llegaron, Sehun detuvo el coche y ayudó a Jackson a bajarse, lo que no resultó nada fácil; el vehículo no era muy grande, pero el americano, en cambio, era tamaño king size. Al ver el modo inseguro en que se tambaleaba aquella considerable cantidad de hombre, Luhan se ofreció a ayudarlo:
―Ven, Jackson, apóyate en mí. Te ayudaré a llegar a tu habitación.
―Pesa demasiado, yo lo haré.
El tono seco de Sehun se asemejaba demasiado a una orden y, al oírlo, Luhan recuperó de golpe el espíritu combativo que se apoderaba de el en cuanto él estaba cerca ―y que debido a la preocupación que sentía por Baekhyun le había abandonado durante unos minutos― y sacudió la cabeza, desafiante.
―Puedo perfectamente.
―I want el «belo» Luhan, much better. ―Ni corto ni perezoso, el americano pasó un brazo por encima de sus hombros, y el no pudo evitar dar un respingo al notar el peso considerable que acababa de caerle encima.
Al ver que aquel apretaba a Luhan
los ojos oscuros destellaron, amenazadores, en la oscuridad; sin embargo, Sehun se limitó a apretar los labios y permaneció observando a la vistosa pareja por entre sus párpados entrecerrados mientras subían con torpeza los tres peldaños de la entrada y desaparecían en el interior de la pintoresca casita de piedra. La noche, amenizada tan solo por el canto de los grillos y el ulular de alguna lechuza solitaria, era magnífica; hacía una temperatura perfecta y la luna teñía todo lo que le rodeaba con un resplandor de plata. Sehun permaneció allí afuera unos minutos, sin pensar en nada, inhalando en aspiraciones profundas el aroma dulzón de la dama de noche que adornaba una de las fachadas del pequeño hotel, hasta que decidió que ya era hora de irse a dormir. Al subir la estrecha escalera que llevaba a la planta donde estaban las habitaciones, oyó el rumor de la conversación que Jackson y el pelirrojo mantenían en el rellano.
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Te odio pero, besame
RomansaSehun y Luhan se conocen desde niños. Segun Luhan, lo suyo fue odio a primera vista, pero da la casualidad de que Baekhyun es la mejor amigo de ambos y estan condenados a verse a menudo. A pesar de que odia los imprevistos y las sorpresas, esta disp...