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Eran las 6 de la mañana. Ninguno había dormido, lo único que habíamos hecho era hablar, reír y compartir un nuevo y complejo sentimiento.

Ambos estábamos despiertos, mirándonos el uno al otro. Tú estabas boca abajo dando besos en mi mano, y yo estaba tocando las cicatrices de tu espalda.

Recordé que no sabía tu historia, y sólo decidí fiarme de mis instintos. Necesitaba saberlo.

— Wonwoo, sé que no te puedo forzar a contarme, pero estoy preocupado por esas marcas.

Tú me miraste un tanto sorprendido de elegir ese tema entre tantos que habíamos tomado antes.

— Am... Vengo de una familia pobre, supongo que eso lo sabes. — después de asentir, diste una pausa larga, tal vez para prepararte.

— Mi padre es homófobo. Y tener un hijo gay en una familia pobre... Acaba mal. Todo esto... — paraste tomando mi mano y llevándola a diferentes marcas que parecías conocer de memoria. — ...son recuerdos de mi infancia y adolescencia. Él ha prometido no hacerlo nunca más y que vuelva a casa, pero no debería creerle. Es decir... Después de todo lo que me ha hecho, no pienso ni acercarme.

Esa confesión, además de tomarme desprevenido, conmovió mi corazón e hizo cambiar algo en mi mente al verte.

Esa apariencia torpe e insegura no era tu culpa. Habían sido demasiado duros contigo, y me incluyo en ese grupo. Me acerqué a ti y te abracé, acariciando las marcas.

— Yo curaré esos recuerdos si a cambio puedo contarte mi historia.

Dije entre el abrazo, mientras tú respondías que podía hacerlo.

Llegó la hora, Jeon Wonwoo.

Fuck you!! - ∆ м e a n ι e ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora