¡Atención!
Lo siguiente será contenido +18, el cual no afecta en la historia. Está a su decisión leerlo o no leerlo. Además todos sabemos que lo leerán aún siendo menores de edad así que chale, disfruta y dime qué te pareció.
Último detalle: es un capítulo largo.Estás justo encima mío. Estamos concentrados en el beso donde parece que mi lengua va ganando sobre la tuya. Es todo tan desordenado y divertido que a veces paramos a respirar y acabamos riendo.
Es tan torpe para los dos ir deprisa... Pero eso no nos impide seguir.
El beso se intensificaba al igual que nuestro deseo. Porque, al menos yo, sentía como mis manos estaban inquietas queriendo tocar tu piel por dentro de tu camiseta. Y sin más lo hice. Mis manos estaban frías en ese momento, tal vez por eso soltaste un pequeño suspiro entre el beso, que logró hacer que te deseara con más locura.
Podía acariciar cada herida de una forma tan sumisa y tan cariñosa que era como si te estuvieras derritiendo en mis brazos. Tuve que parar el beso una vez me dije a mí mismo que esto no era como siempre.
— Wonwoo, yo... —quise empezar una conversación pero no me dejaste.
— Quítame la camiseta.
Mi yo normal te hubiera preguntado si estabas seguro, si era buena idea, si querías llevar esto a mucho más de lo que lo habíamos llevado antes. Pero supe que tenía que relajarme. Lo anhelabas igual que yo. Estabas anhelando que yo te diese placer.
Quité tu camiseta y te tumbé en mi cómoda cama. Me puse encima y dejé un pequeño beso en tus rojos labios para así bajar por tu cuello, por tu nuca, tu clavícula, tus hombros... Tu pecho. Cada parte de tu cuerpo estaba suave, era dulce de probar aún con esa diminuta capa de sudor. Ese sabor me estaba capturando, tanto eso como tus pequeños suspiros, gimiendo mi nombre.
Mis labios chocaron con tu cinturón una ves bajaron demasiado, por lo que alcé la mirada hace ti, llevándome una imagen tuya un tanto erótica. No voy a negar que fue una delicia verla.
— No es justo... No quiero ser el único desnudo.
Asentí con una sonrisa y me intenté alejar lo mínimo para poder sacarme mi camiseta. La tiré junto a la tuya y pasé mis manos, ahora calientes, por tus curvas. Tu cadera, tus piernas, tus muslos, hasta el maldito cinturón. Con tu aprobación, eché al suelo otra prenda que ya molestaba: tu pantalón.
Te tenía en boxers frente a mí, y la vista no podía ser mejor.
A cada beso y mordida, la ropa parecía desaparecer por sí misma, y en un abrir y cerrar de ojos tenía tu cuerpo delante mío, estabas totalmente entregándote a mí.
Ya que las prendas no eran más problema, procedí a acariciar cada parte desconocida de ti que moría por conocer. Y con ayuda de un lubricante en la habitación de Jeonghan (el cual traje antes por si acaso) llegamos al acto que de verdad importó.
Me adentré delicadamente, en cambio tú te agarrabas con fuerza. Tenía miedo de hacerte daño, tenía mucho miedo, pero tus súplicas por seguir y por hacerte mío lograron calmar esos demonios que me empezaban a atormentar.
Estaba dentro de ti, estaba besando tus labios haciendo que tu respiración se calmase. Te tenía a mi merced, y por una vez yo no era quien mandaba; éramos los dos. Porque podía perfectamente empezar a mi ritmo ideal, buscar un punto donde tú pudieras satisfacer mi deseo, pero no iba a hacer eso ni aunque lo pidieras. Aquí los dos debíamos disfrutar, aquí lo que menos quería era el dolor.
A la primera embestida te dolió, lo noté, pero me relajé pensando que es totalmente normal que duela a la primera vez. Y poco a poco fuimos tomando un ritmo lento y perfecto para los dos, mientras mis labios atacaban tu sudoroso cuello y los tuyos soltaban jadeos y quejidos.
Al igual que yo disfrutaba cada parte de ti, tú me acariciabas, me tocabas y me regalabas pequeños detalles que desataban un tanto de locura en el nuevo ritmo que habíamos creado.
La cama estaba haciendo ruido, pero no nos importaba ya que por suerte estábamos solos. No tardé en encontrar un punto donde empezabas a arquear tu espalda y temblar de placer. Supe que ese era el lugar correcto, junto con el punto sensible que tienes: las mordidas. Así que mezclé ambas sensaciones y tus gemidos eran maravilla en mis oídos.
Te sentías avergonzado de gemir, tratabas de callarte. Pero te dejé claro que no lo hicieras. Lo entendiste, aunque también besaba tus labios para que te sintieras cómodo sin tener que gemir.
El tiempo pareció poco una vez estábamos a nuestro límite. Cada embestida hacía mis piernas flaquear lentamente. Y una vez pudimos sentir el orgasmo al mismo momento, fue un momento magnífico.
Clavabas tus uñas sobre mi espalda por la intensidad de lo que sentías, mientras mi cabeza se apoyaba en el hueco de tu cuello pudiendo respirar tu aroma mezclado con sudor. Los dos nos encontrábamos exhaustivos, tanto que ni siquiera pensamos en que yo debía salir de dentro de ti.
Me ocupé de limpiarte, de calmar tu respiración y de besarte hasta convertir esta situación en total felicidad.
Fue espectacular, Jeon Wonwoo.
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Fuck you!! - ∆ м e a n ι e ∆
Fanfic"Te odio, Jeon Wonwoo." Nunca pensé que realmente te afectaría de esa forma. No te odio. Te amo. ˘˘˘Meanie (Mingyu & Wonwoo) ִֶָ˘˘˘ ♪ Punto de vista: Mingyu. ♪ Forma de escritura: diario, AU, +18, capítulos cortos. ✧Comienzo: 02/06/2020. ✧Final:...