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Un mes.

Un maldito mes ha pasado desde que me tiraste por la borda mis ilusiones.

Incluso un mes después, soy incapaz de relajar mis llantos nocturnos. Incapaz de olvidar estos sentimientos que aumentan cada vez que mis ojos te encuentran.

Hoy, como todos los demás días, estaba en el salón sin haber dormido nada, escuchando música y pensando en ti. Tú estarías dormido.

Creía que lo estabas.

Repentinamente se abrió tu puerta, y estabas ahí, con maletas y mochilas en tus manos.

— ¿Won... Wonwoo...?

Tenías una mirada triste, y decidiste seguir andando hasta la puerta. Yo me puse delante al instante para pararte.

— ¿Pero qué coño haces...?

— Mingyu, por favor, déjame.

— ¡No puedes irte! ¡No sé lo que haces pero no puedes! — dije sin pensarlo, acumulando mis lágrimas. No estaba preparado para verte ir.

— Se acabó Mingyu, me voy a mi verdadera casa, déjame en paz.

— ¿Verdadera casa...? ¿Qué te han hecho, Wonwoo? ¿Por qué parece que me odias ahora...?

Me miraste como queriendo explicarte. Pero pusiste tu suave mano en mi brazo y me tiraste al sofá para salir corriendo con las maletas.

Lo único que me aseguró tu ida fue la puerta cerrándose.

Pero no quería mirar la puerta. Tal vez estarías ahí, tal vez esto era una tonta broma, ¡seguramente era eso...!

Te has ido, Jeon Wonwoo.

Fuck you!! - ∆ м e a n ι e ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora