Capítulo 10

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El sol parecía estar riéndose en la cara de Meg, recordándole que ya se iba a oscurecer, y que el tiempo de búsqueda se estaba acabando.


No había nada más que hacer en el sector, terminaba su tercera vuelta sin rastros de su amigo.

De quien sí tenía rastro era del chico que intentaba esconderse a unos metros de ella entre los columpios. Ha, como si Mangle no lo hubiese visto desde que llegaron a la casa de Bon.


Caminó unos minutos más hasta llegar a una zona vacía del parque, rodeada de árboles y pasto. Se podía ver a unos cuantos niños jugando a lo lejos, y los adultos paseando a sus mascotas.


Mangle se detuvo frente a una banca y se volteó, encontrándose a Bonnie mirando hacia cualquier parte excepto a su compañera, esperando que no lo reconociera.


—Bonnie, sé que me has estado siguiendo.

El nombrado no pudo evitar dar un suspiro de derrota al saber que su plan no había funcionado.


Se acercó a unos metros de la chica, pero no se atrevía a mirarle la cara.

¿Cómo podía hacerlo? Si hace no menos de unos días Meg le dejó bien claro que no quería nada que ver con su presencia. El fiasco de cita el sábado anterior les había hecho hacer cuenta de cosas que no consideraban hasta ese momento.


La joven tosió un poco para obtener la atención de su compañero, indicándole una banca y preguntándole indirectamente si se sentaban juntos.


Ambos agradecían el ruido que causaban los niños, porque el silencio que se formaba entre ellos se hacía insoportable.


Bonnie volvía a su antiguo e inevitable hábito de morderse las uñas. Lo había dejado un tiempo después que conoció a Bon, cuando este le ayudaba a perder la costumbre.


—Entonces... ¿él tampoco te ha hablado?

Mangle suspiró al escuchar las palabras del chico, mientras terminaba de mandarle el mensaje a Joy dándole la negativa sobre la búsqueda de Bon.


—No, no he sabido nada desde el viernes pasado. Joy parece ser la última a la que le ha respondido el fin de semana... Me preocupa...


Bonnie alzó la mirada, encontrándose con una faceta de Meg que jamás había visto.

—Bon no es el tipo de persona que se escapa de la casa... O... Tal vez lo era antes de conocernos, pero...


Su compañera parecía estar haciendo lo imposible para retener las lágrimas que osaban salir. No quería llorar, no en frente de Bonnie. Tenía que ser fuerte por ambos, pues estaba segura de que el chico se encontraba peor que ella.


Tranquilizó su respiración por unos segundos, y se sorprendió cuando una mano posó en su hombro.

—No te preocupes, lo vamos a encontrar. Probablemente se perdió en una esquina diferente.


La Danza de los Pensamientos (BxB Hanahaki AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora