La Danza de los Pensamientos (BxB Hanahaki AU)

Epílogo

Creo que una de las primeras cosas que uno se da cuenta cuando amas a personas de tu mismo género es que no todos serán así. O peor aún, no todos estarán de acuerdo.

Mas uno es joven y alocado y no puede evitar pensar que tal vez... solo tal vez... él te ame de vuelta...

Y a veces, la vida puede llegar a sorprenderte, de las mejores maneras posibles.

Bonnie se encontraba sentado junto los Animatrónicos y los Nightmares en una de las mesas del local, esperando a que los Toys terminaran de comprar sus helados para compartirlos en el que sería -para algunos- la tarde de su último día de escuela.

Los meses después de su confesión romántica pasaron más rápido de lo que ambos creyeron posible. Bon tuvo que estar en cama un par de semanas para recuperarse por completo, principalmente por el esfuerzo que obligó a su cuerpo esos días. Mas las buenas noticias abundaron luego de su recuperación.

Con el arresto del Hombre de Morado, muchas historias salieron a la luz, una de ellas siendo la de Mangle. Fue un tanto difícil para la joven compartir sus experiencias, pero con ello lograron atrapar a más cómplices y hacer de su ciudad un lugar un poco más seguro.

Bon logró recuperarse justo antes de su último concierto escolar con Bonnie, donde oficialmente le revelaron a la escuela de que estaban juntos, con la canción que estuvieron ensayando todas esas semanas.

Ahora solo esperaban a la graduación, unas semanas más tarde. Siendo la última oportunidad para disfrutar juntos, ambas bandas rechazaron la oportunidad asistir como músicos. Además, Bonnie y Bon se encontraban demasiados distraídos el uno con el otro como para poder tocar en público.

Bon nunca pensó que su novio pudiera ser tan romántico, y siempre terminaba asombrado con las cosas que Bonnie hacía para él.

Y hoy no sería la excepción.

—Así que en serio lo vas a hacer... ¡Nuestro bebé se ha convertido en todo un hombre!

Foxy molestaba a Bonnie, intentando robarle su cuaderno de canciones mientras el chico sacaba la guitarra de su funda.

—Recuerdo como si hubiese sido ayer cuando aún no tenías amigos. ¡Y mírate ahora! ¡Casi graduado, con pareja...!

—Dejen de molestarlo. ¿Qué no ven que ya se está sonrojando?

—¡Si siguen hablando, terminarán arruinando la sorpresa!

El puchero de Bonnie los hizo reír, pero todos callaron el instante en que los Toys se acercaron a la mesa.

Intentaron actuar natural mientras comían, pero pequeñas risas escapaban junto a miradas que se daban entre ellos, con un Bon que no comprendía de qué se estaban riendo.

El menor todavía no terminaba su helado para cuando Bonnie se levantó de la mesa, pero la presión de sus amigos era demasiada para él.

—Hey, Bon. ¿Podrías venir conmigo un momento?

Nuevamente la mesa entró en silencio observando al nombrado, el pobre chico avergonzado de ser el centro de atención sobre un tema del que, al parecer, no estaba enterado.