La madre de Bonnie estaba sorprendida de lo temprano que se había levantado su hijo. El reloj daba las 7:00 y el chico ya se encontraba vestido y desayunando.
Hace unos años atrás, la mujer jamás habría pensado que esta sería su realidad: ver a su hijo contento en la mañana para ir a la escuela. En el pasado, a Bonnie le costaba levantarse los días de semana, si es que decidía hacerlo. Llegaba la mayoría de las tardes con algún que otro moretón en el rostro, siempre con las mangas abajo e intentando no verla a los ojos.
Nunca pudo hacerlo hablar los primeros meses. Unos 'gracias' y 'buenas noches' salían de su boca antes de que se encerrara en su pieza hasta el día siguiente. Lo que más le dolía era la incertidumbre de no saber si no le quería hablar por miedo a que ella la juzgara, o porque simplemente no le importaba lo suficiente su vida para contarle.
Una tarde camino al hospital, cuando los golpes habían llegado demasiado lejos, pasaron frente a un hombre tocando guitarra.
Bonnie simplemente paró en seco. Sus ojos observaban maravillados a la presencia del hombre. Se encontraba en un mal estado, con más heridas en su cuerpo de las que podía contar, una barba y pelo que le llegaban hasta los hombros, su ropa vieja y desgastada.
Pero su música...
Su madre no lo pudo mover hasta que el hombre terminó su canción, otorgándole a su hijo una simple sonrisa, y continuando con la melodía siguiente.
Esa misma noche le compró una guitarra.
Las cosas fueron mejorando desde ese día. Pasó de encerrarse a su pieza a no hacer nada a encerrarse a su pieza a tocar guitarra.
Comenzó a hablar con ella. Al principio se quedaba un tiempo más después de la cena, preguntándole sobre su día. Después comentaba sobre las canciones que estaba aprendiendo. Hasta que llegó el día donde finalmente le contó de los golpes.
—Ya no duelen, no como antes.
No supo si fue su cara, el momento o el silencio. Pero por primera vez vio a su hijo mirarla a los ojos y romper a llorar, al principio muy callado, hasta que ella fue a abrazarlo.
Una tarde, Bonnie volvió de la escuela con una sonrisa en su rostro, y una palabra que escapaba de sus labios cada vez que tenía la oportunidad: amigos. Esa noche celebraron como nunca.
Y unos días más tarde, conoció a la persona que cambiaría el rumbo de su vida.
—¡Mamá! ¡Hoy conocí a mi nuevo maestro!
Desde ese momento, el nombre de Bon ocupó la mente de su hijo como nadie lo hizo antes, y ella no pudo ser más feliz.
Cuando llegó Bonnie anoche, la hizo sentarse rápidamente en el sillón para que le dijera algo muy importante. Quería regañarlo por la hora en la que había llegado, pero sabía que cuando Bonnie se ponía así de emocionado con algo no había quién lo parara.
Tomó un gran respiro y le otorgó la sonrisa más grande que había visto en su rostro.
—¡ESTOY ENAMORADO DE BON! —Gritó, al parecer de la emoción, porque después se tapó la boca un tanto preocupado de que se llegase a escuchar en las otras casas.
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La Danza de los Pensamientos (BxB Hanahaki AU)
FanfictionLa enfermedad de Hanahaki ocurre cuando una persona sufre de amor no correspondido. Flores comienzan a crecer dentro de sus pulmones, haciendo que tosa los pétalos de esta hasta el punto en que le termina matando. --- Bonnie se encuentra en su últim...