Incluso siendo la tarde de un soleado día, la calle por la que corría se tornaba cada vez más oscura, más lúgubre.
Las sombras de las tiendas abandonadas y el equipamiento de construcción escondían secretos que el mayor no deseaba revelar, su mente preocupada por una persona solamente.
Jamás había corrido tanto en su vida, y estaba seguro que colapsaría al detenerse.
Bonnie ya se estaba quedando sin aire, sus pulmones rogándoles por descanso.
Pero no fue el cansancio lo que finalmente le hizo detenerse.
No sabía si era el sudor de su rostro o sus frenéticas ganas de volver a verlo, porque no era posible que el chico que divisaba a una cuadra de distancia fuese Bon.
El mayor aprovechó su sorpresa para recuperar su respiración, acercándose a la persona con un trote suave. Su corazón no cabía dentro de sí, la corrida y las emociones colmando su cuerpo.
Quería gritar su nombre, acercársele, y contarle todo lo que había estado ensayando en su cabeza, mas algo lo hizo parar en seco.
Llámenlo instinto o simplemente suerte, pero Bonnie cayó en la cuenta de que algo andaba mal.
Bon se veía nervioso, miraba hacia el suelo cansado, despreocupado de sus alrededores.
Fue el ruido de una puerta cerrándose lo que atrajo su atención a la realidad.
Las siluetas de unos familiares hombres salían de una camioneta negra. Parecían estar conversando entre ellos antes de reconocer a Bon, quien se aproximaba. Y Bonnie no dudó en esconderse detrás de uno de los autos estacionados al recordar en dónde había visto esa cara.
Un sudor frío le recorría el rostro al pensar en esa noticia de hace algunos años. El famoso Hombre de Morado, un mafioso autoproclamado con una tendencia a llevarse jóvenes, y...
¿Y por qué Bon hablaba con ellos...?
Náuseas comenzaron a invadir su cuerpo, el pensar las cosas que hicieron, las cosas que podrían hacerles...
Pero no podía horrorizarse en este momento.
Observaba sus labios sin escuchar palabra alguna, pero sabía que nada bueno ocurriría de aquella interacción.
Bonnie reconocía los hábitos de su amigo, intentaba ocultar el temblar de sus manos pero no lo conseguía, y su mirada no paraba de desviarse cada vez que uno de los hombres le hablaba. No podía confirmarlo de lejos, pero estaba seguro que sus ojos estaban rojos de llorar.
No sabía qué hacer. Podía ver a seis sujetos, mas uno probablemente conduciendo la camioneta. Bon sin duda estaba débil por la enfermedad, y él nunca fue bueno dando golpes (solo recibiéndolos...) No tendrían oportunidad alguna de pelear contra ellos, además de que era seguro que estarían portando armas.
El quejido de Bon fue lo que lo sacó de sus pensamientos, siendo este lo suficientemente fuerte como para escucharlo de su posición. Uno de los hombres lo forzaba del brazo, mientras que otro le golpeaba la espalda para que se apresurara adentro. Un ataque de tos lo sorprendió ya dentro de la tienda abandonada de tatuajes.
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La Danza de los Pensamientos (BxB Hanahaki AU)
FanfictionLa enfermedad de Hanahaki ocurre cuando una persona sufre de amor no correspondido. Flores comienzan a crecer dentro de sus pulmones, haciendo que tosa los pétalos de esta hasta el punto en que le termina matando. --- Bonnie se encuentra en su últim...