Las piernas del Sr. Smith ya estaban acalambrándose de todo el tiempo que estuvieron sentados.
Bon se veía mucho más calmado (y cansado) que antes. El gran peso emocional que estuvo acarreando toda esta semana finalmente se liberaba desde sus labios.
Estaba sorprendido de que su padre se lo tomara con tanta calma, solo asintiendo y preguntando un par de cosas puntuales en la historia de su hijo. Muy dentro de su corazón, Bon pensaba que su padre lloraría o gritaría al saber la noticia, pero simplemente le dejó seguir hablando. Mas cuando terminó de contar su relato, su papá se paró sin decir una palabra, dándole nuevamente un fuerte abrazo.
Ninguno de los dos lloró en ese momento, las lágrimas siendo gastadas hace un par de horas atrás. Pero si Bon sintió que su padre lo abrazó por más tiempo que antes, no dijo ni una palabra.
Al separarse, el hombre soltó un largo suspiro. ¿Qué se supone que pasaría ahora?
Las respuestas eran fáciles de encontrar, pero difíciles de hacer. Probablemente quedarían endeudados por años, sin contar el peso emocional por el que tendría que pasar su hijo. No importa qué tan sencillo sonase, olvidar todo sentimiento que alguna vez sentiste por alguien y reemplazarlos con un vacío indiferente sonaba... cruel.
Mas cuando su padre preguntó por la otra opción, el pánico en los ojos de su hijo fue toda la explicación que necesitó. Bon estaba completamente convencido que el otro muchacho jamás lo amaría de vuelta.
De todos modos, ¿quién era este chico? Jamás lo había visto en todos estos años. Pero, pensaba el Sr. Smith, si es tan extraño como Bon dice, probablemente lo hubiera juzgado al primer momento de conocerlo...
Una incomodidad le recorría el cuerpo. Otra emoción que intentaba ocultar en su ego pero que siempre volvía en los momentos más honestos. Vergüenza. Vergüenza de que su hijo no le confiase cosas tan banales como traer un amigo a casa, o de que tuviera que ocultar sus gustos de su propio padre. ¿De verdad deseaba ser ese tipo de persona?
No. Las cosas irían a cambiar desde ahora.
Y partiría dándole el cariño que debió haberle concedido desde el principio.
Un bostezo sacó de sus pensamientos al Sr. Smith. Bon se encontraba reposando en el sillón, sus ojos cerrados, pero todavía intentando estar consciente. Hace tiempo que no veía a su hijo descansar, y agridulces recuerdos colmaban su mente ante la imagen.
—Hey, Bon. ¿Por qué no mejor vas a dormir por hoy? —Le decía, moviéndolo un poco del brazo para despertarlo
—Ugh... —Gruñía somnoliento el menor, abriendo sus ojos de a poco. —Pensaba cocinarme algo antes...
—Te prepararé algo y llevaré arriba, ¿okey? Si te duermes, siempre puedes venir a recalentarlo más tarde.
La voz de su padre sonaba... cálida, una olvidada capa de cariño volvía a sonar en sus palabras, y Bon no pudo evitar sonreír ante ella. Le recordaba a la vez que le sirvió el almuerzo luego de casi morir esa noche de las finales. Pero esta vez no estaba contento porque su hijo había ganado una pelea, solamente estaba contento porque tenía a su hijo de vuelta.
El dulce momento casi no duró, interrumpido por alguien tocando la puerta y una voz que paralizó al menor con tan solo escucharla.
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La Danza de los Pensamientos (BxB Hanahaki AU)
FanfictionLa enfermedad de Hanahaki ocurre cuando una persona sufre de amor no correspondido. Flores comienzan a crecer dentro de sus pulmones, haciendo que tosa los pétalos de esta hasta el punto en que le termina matando. --- Bonnie se encuentra en su últim...