Capitulo 4 "Primer beso"

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Duré varios días sin ir a clases. Por una parte tengo incertidumbre por saber si todo estará normal entre las dos, y si no pedirle disculpas, pero por la otra no podría mirarla a la cara después de todo lo que pasó.
"Yo no soy..." esa frase resuena en mi cabeza a cada instante.
Llegó el momento de enfrentar la realidad, mi padre ya no me permite faltar a clases y es tiempo de exámenes, así que volví al colegio.
He evitado a toda costa encontrarme con ella, evité pasar por su salón, por el atajo, e incluso en las meriendas me siento lo más lejos posible de la biblioteca.
Ahora estoy hablando con mis amigas.


*Dinah Jane Hansen, 17 años.
Mejor amiga de Camila desde la infancia.
Tiene el cabello castaño y califonianas monas, es de estatura alta, con buer cuerpo. Es bonita, amable y educada. Su hobbie favorito es bailar.
 Camila y ella fueron vecinas hasta los trece años, ya que el padre de Camila decidió cambiar de casa. Sin embargo, eso no fue impedimento para mantener su amistad, si no que la fortaleció.
Cuando Camila necesita un consejo siempre se lo pide a Dinah y viceversa.

*Normani Kordei, 17 años.
Amiga de Camila.
Es morena, tiene una hermosa sonrisa y un buen cuerpo. Mide 1,66 cm. Es graciosa, divertida y a veces algo loca.
Ambas se conocieron en primer grado del bachillerato ya que Camila llevaba malas notas en Sociales y la profesora le asignó a Normani como tutora. Con el tiempo se hicieron muy amigas.
En una fiesta, Camila y ella bebieron demasiado y se besaron, pero nunca tocaron el tema.

*Sandra Guzman, 17 años.
Amiga de Camila.
Su cabello es castaño oscuro pero si lo tinturo de color mas claro y sus ojos color marron. Tiene un buen estado físico debido a que es deportista, juega baloncesto, es de estatura baja. Además de eso sabe tocar guitarra y piano.
De todas las chicas, Sandra es la más directa y honesta, en cierto punto puede llegar a ser imprudente.
Camila y ella se conocieron gracias a Normani.


—Camila, ¿por qué faltaste a clases? Te estuve llamando y no contestabas (dice Dinah).
—Cierto, ¿sucedió algo? (dice Sandra).
—Calma chicas (risas) estuve un poco enferma.
—¿O será que te escapaste con Cristian? (pregunta Normani en tono picaresco, Sandra y Dinah hacen un "uh" y se ríen).
—No, no. Nada de eso Mani. Estuve con gripe y fiebre es todo. Cambiando de tema, ¿ha pasado algo en estos días que falte?
—Nada interesante (Dinah suspira).
—Bueno, hay rumores de que una de las chicas del colegio está embarazada (cuenta Sandra en voz baja).
—¿Qué? (preguntan Camila, Dinah y Normani al mismo tiempo).
—Sí, ¿no sabían?
—No (responden todas al mismo tiempo).
—¿Qué esperas? Cuenta (dice Normani).
—Bueno, se dice que la señora encargada del aseo encontró una prueba de embarazo positiva en una de las canecas del baño.
—Pero, podría ser de alguna profesora (dice Dinah).
—Cierto (dice Camila).
—Buen punto (dice Sandra).
—Podría ser de Sandy Beckman (dice Normani, todas la quedan mirando inmediatamente).
—¿Por qué lo dices? (pregunta Sandra).
—Porque cuando usa el uniforme de deportes se le ve una pansita rara y hace unas semanas, vomitó en los baños, sus padres tuvieron que venir por ella (cuenta Normani).
—Oh (dice Camila).
—Bueno, no les aseguro nada (dice Normani cruzada de brazos).
—Ni yo, quizá son sólo rumores (aclara Ally).
—¿Así como cuando dijeron que Mani se había hecho un tatuaje permanente el trasero? (Dinah les recuerda).
—¡Menudo rumor tonto! Y lo peor fue cuando ustedes tres hicieron que les mostrara mis nalgas (Normani encoge los hombros, Camila, Ally y Normani se ríen hasta que de pronto llega Lauren hasta donde están ellas e interrumpe la conversación).
—Disculpen, Camila ¿podemos hablar? (dice Lauren; Ally, Dinah y Normani la miran extrañadas, Camila traga saliva).
—Claro (contesta Camila fríamente y se pone de pie). Vuelvo más tarde chicas.

Ambas estamos en silencio. Yo sólo la sigo. Me ha llevado hasta el salón de Artes y estamos las dos solas. Apuesto a que las chicas deben estar preguntándose quién es ella y de qué quiere hablar conmigo.

—¿Qué quieres, Laur? (pregunta Camila).
—Saber qué te pasó, estaba preocupada por ti. Te estuve buscando pero no te encontraba, ni a ti ni a tu moto.
—Estuve enferma.
—¿Qué tenías? (pregunta Lauren preocupada).
—Fiebre y gripe pero ya estoy bien.
—Me alegra que ya estés mejor, necesitaré tu número de celular, así podré saber de ti más seguido (Lauren sonríe).
—Gracias por preocuparte (Camila y Lauren intercambian sus números telefónicos). ¿Y qué tal te ha ido en los exámenes?
—Fatal, saqué un 9 en el examen de Biología (Lauren hace una cara de horror).
—¿Eso es "fatal"? (dice Camila en tono sarcástico).
—Para mí sí, trato de sacar un promedio de 10 de nuevo.
—(Camila suspira) ¿Y por qué sacaste 9?
—No me pude concentrar bien para estudiar puesto que no lograba dejar de pensar en ti y en lo que casi sucedió en la pizzería (Lauren se sonroja).
Silencio.
—Así empieza.
—¿Qué? (Lauren pregunta, Camila la lleva hasta la pared).
—(Camila acaricia el cabello de Lauren) primero, no dejarás de pensar en mí. (Camila lleva su mano hacia el abdomen de Lauren) luego empezarás a sentir mariposas aquí cada vez que estés conmigo. Y por último...
—¿Por ultimo? (Lauren traga saliva y pregunta nerviosa).
—(Camila lleva su mano hasta el corazón de Lauren) me adueñaré de tu corazón. Soy como el cáncer, me expando.
—Sólo espero que no sea tan doloroso y mortal. Camila, debo serte sincera.
«Oh no, la cagué de nuevo.»
—(Lauren continua) tú me gustas... pero no me gusta que me gustes.
—Entiendo (Camila finge una sonrisa).
Silencio incomodó.
—(Camila continua) yo creo que mejor me voy.

Intento irme pero ella me toma de la mano, volteo para verla y me pone contra la pared.
Las palabras no salen de mi boca, simplemente estoy callada observándola.
Laur me mira fijamente, luego baja su mirada hacia mis labios y se acerca lentamente hacia mí. Las dos estamos tan cerca que podemos sentir la respiración de la otra, la mía está agitada. Estoy perdiendo el control, quiero besarla de una vez.
La rodeo con mis brazos, cierro los ojos y me inclino un poco hacia adelante acabando con el corto espacio que había entre las dos.
Mis labios tocan los suyos, una corriente eléctrica sube por mi espalda y me hace sentir escalofríos.
Esto no es un simple beso, es algo mágico. No quiero dejar sus labios y ella no deja los míos, por el contrario lleva sus manos a mi cuello y me agarra suavemente.
Ambas abrimos los ojos y sonreímos. Nos separamos. Ella está sonrojada, mirándome y podría jurar que yo también lo estoy.

—Laur, realmente me gustas. Las dos estamos en la misma posición, eres la primera chica por la que siento esto (dice Camila mirando fijamente a Lauren).
—¿No estás... asustada?
—Un poco, pero quiero arriesgarme.
—Quizá esto no sea lo correcto pero se siente tan bien (Lauren sonríe).
Suena el timbre.
—Debes irnos antes de que llegue el profesor de artes (dice Camila).
—¿Nos veremos luego? (pregunta Lauren).
—Claro, te llevaré a tu casa (Camila guiña el ojo) ¿Qué te parece si tenemos una cita mañana?
«¿Acabo de decir una c-i-t-a?»
—Vale, pediré permiso (dice Lauren con una sonrisa, ambas se despiden con un abrazo y se dirigen a sus respectivos salones).

Empieza la clase de física.
Mi cuerpo está en este salón y mi mente en las nubes.
Que beso tan maravilloso, nunca me había sentido así como me sentí con ella.
Oh, sus suaves labios, su delicadeza, su forma de besar.
Se supone que yo soy quien debe enamorar a Laur, pero lo cierto es que yo me estoy enamorando de ella.

Jugando Amar (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora