Capitulo 29 "Plan Acción"

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He empezado con lo básico, hacerle saber que quiero recuperarla.
Mandé un ramo de rosas rojas a su casa y le he mandado unos cuantos mensajes, entre esos:
"Jamás quise lastimarte, no fue mi intención, quiero remediar todo el daño que te he causado, por favor, permíteme estar cerca tuyo de nuevo."
"Mi corazón, mi cama y yo te extrañamos. ¡Por favor perdóname! Te amo."
Han pasado varios días y a ninguno obtuve respuesta.
Es obvio que evita tener contacto conmigo. Ya es hora de pasar al siguiente nivel, el encuentro cara a cara, algo con lo que difícilmente me ignorará.

***

Estoy en el parqueadero para llevar acabo el primer acercamiento. Espero la llamada de Normani mientras enciendo la moto.
Suena mi celular.

—(Camila contesta) ¿Alo?
—Ya está en camino (dice Normani).
—Gracias Mani, espérame en las bancas, cualquier cosa te llamo.
(Camila cuelga).

Me miro en el espejo de la moto, arreglo mi uniforme y mi peinado. Arranco y manejo por el camino que Laur toma regularmente.
La visualizo desde lejos, me acerco a ella y parqueo a su lado, justo como las primeras veces que hablamos. Ella me mira y camina más rápido. Yo le sigo el paso empujando mi moto.

—Hola guapa, ¿te llevo? (dice Camila en tono pícaro).
(Lauren la ignora).
—¿Qué dices?
(Lauren la ignora).
—Oh vamos, ¿me vas a seguir ignorando? Por lo menos di algo.
—No vuelvas a enviar flores ni mensajes (dice Lauren enojada).
—¿Qué tienen las flores? ¿No te gustaron?
—El problema no son las flores, el problema es que son enviadas por ti.
—¡Oh por favor! Amor...
—(Lauren interrumpe) Ya te dije, no me digas así, para ti soy Lauren.
—¿Hablas en serio? Eso es muy inmaduro de tu parte (dice Camila enojada).
(Lauren la ignora).
—(Camila inhala y exhala). Volvamos, dame una oportunidad. Intentémoslo.
—Ya es tarde para eso. Una vez que la confianza se pierde es difícil recuperarla.
—Pero nos queda amor. No tienes por qué dudar, sabes que yo te amo y yo sé que tú me amas.
—(Lauren mira a Camila a los ojos) si me amaras no hubieras hecho lo que me hiciste.
«Uhh, déjà vu.»
—Ya te conté lo que pasó, ya sabes por qué lo hice.
—¿Crees que saber que sólo fui una apuesta mejora la situación? (Lauren pregunta en tono sarcástico).
—Eres más que eso, eres la mujer que amo (Camila pone a Lauren contra la pared).
—Camila, por favor (Lauren se pone nerviosa).
Silencio.
—Aún recuerdo cómo fue nuestro primer beso, yo estaba como tú ahora mismo.
—Para, no digas más.
—Nuestra primera cita, nuestro primer mes. Cuantas tardes pasamos juntas, cuantas noches.
—Camila...
—Nuestra primera vez, nuestro primer te amo.
—¡Détente! Recordar me duele.
—No eres la única, no sabes cuánto me mata dormir en la misma cama donde hemos dormido juntas varias veces.

Nos miramos fijamente, me acerco para besarla pero ella voltea la cara.

—Deja que me vaya.
(Camila se aleja un poco dándole espacio).
—Piensa en todo lo que te he dicho.

Me monto en la motocicleta cabizbaja, saco una sonrisa como puedo y le lanzo un beso, ella me ignora por completo, eso me duele más.
Arranco y me voy de ahí, manejo hasta el parque donde Mani y yo nos citamos.

—¿Qué tal? (Normani pregunta ansiosa).
—Pésimo. Ella estaba tan, tan, inexpresiva y fría.
—Es normal que de entrada actúe así, Camila.
—En parte la entiendo, pero ya he hecho de todo. Le mandé flores, le he dejado chocolates en el maletín, le mandé mensajes, ahora hablé con ella. ¿Qué más debo hacer? (pregunta Camila desesperada).
—Quizá debes demostrarle tu amor con actos, no con cosas. Muéstrale un cambio en ti.
—Mmm, un cambio (Camila repite).
—Sí, por ejemplo, dime algo que a ella no le agradara de ti.
—Odiaba que fumara.
—Ahí está, podrías dejar de fumar.
—Sólo lo hago pocas veces, quizá 3 por mes y ya lo intenté dejar por ella.
—Ok, sigue pensando, otra cosa.
—Laur siempre me pedía que me esforzara en las materias y que estudiara... Quizá si me vuelvo buena estudiante me note más.
—Esa es una gran idea, pero debe ser algo posible de realizar (dice Normani en broma y ríe).
—¡Oye! (Camilale pega a Normani en juego).
—Era broma, sé que puedes hacerlo.
—Sí (risas). Sabes, una vez me contó que su sueño era ser presidenta de los terceros...
(Camila y Normani se quedan mirando).
—¡Eso es! (exclama Normani).
—Vamos a postularla y a conseguir las firmas para que entre en el proceso de las selecciones.
—Esa es una buena idea. Además las elecciones están cerca, semanas antes de nuestra graduación (Normani sonríe).
—Sí, para nuestro favor se adelantaron.
—Son buenas noticias.
—(Camila suspira) sólo espero que funcione.
—Hey, animo. Vamos a comer McFlurry, yo invito.
—(Camila sonríe) oh, McFlurry, los amo.
—Yo igual (Normani se muerde los labios).
—¿Me permite su mano, bella dama, para poder escoltarla hasta la moto? (dice Camila en tono de broma).
—(Risas) sería un placer señorita

***

CC Carpe diem, el centro comercial con más ventas de toda la ciudad.
En el primer piso hay tiendas de accesorios, ropa y zapatos. En el segundo hay una enorme cafetería con restaurantes que sirven diferentes platos; por ejemplo, comida italiana, china, mexicana, árabe, egipcia, ect. También hay locales de comidas rápidas. Tiene un cinema con doce salas de cine, ocho de formato normal y cuatro 3D. Y por último en el tercer piso hay una discoteca para mayores de edad y un billar.
En el lado suroriental está el súper mercado y en el lado suroccidental se encuentra una tienda de instrumentos musicales, seguida de una tienda de CD's y DVD's y una librería. Y en el sótano hay varios parqueaderos.
Mani y yo acabamos de llegar al primer piso, vacilamos un poco recorriendo cada tienda. Nos detenemos más que todo viendo zapatos y carteras.
Normani acaba de enamorarse de unos tacones rojos, se los mide y le quedan perfectos sin embargo los deja de nuevo en el estante.

—¿Por qué dejaste los zapatos? (pregunta Camila deteniendo el paso de Normani).
—Son demasiado caros, tendría que trabajar 2 meses para comprarlos (Normani sobre-exalta la situación con una mueca, Camilase ríe).

Seguimos caminando.
Trato de recordar el precio de los tacones, después de varios minutos lo logro. Oh, verdaderamente son caros. El cumpleaños de Normani será pronto, ya tengo una idea de que puedo darle, sólo espero que no se agote ese modelo.
Hemos recorrido el primer piso en su totalidad. ¡Muero de hambre!
Normani y yo tomamos un ascensor hacia el segundo piso. Las mesas de la cafetería estaban llenas. Caminamos hacia el Mc donalds, percibiendo olores deliciosos provenientes de cada puesto por el que pasamos.
Llegamos y nos acercamos al mostrador para mirar el menú.

—Busca una mesa, yo me encargo del pedido (dice Normani con una sonrisa).
—Vale.

Camino hacia una mesa en el fondo, me siento y la espero, juego en mi celular mientras tanto.
Al rato, ella se acerca con una bandeja, en ellas hay dos hamburguesas, dos porciones de papas fritas y dos gaseosas.

—(Camila ríe) ¿no se supone que serían dos helados?
—No sé tú, pero aquellos puestos me provocaron y creo que he pedido de más (dice Normani)
—¿Te parece? (dice Camila en tono sarcástico, ambas ríen). Está bien, yo también tengo hambre.

Comemos todo, no dejamos ni una miga. Después compro dos McFlurry y ahora vamos caminando de vuelta al sótano por mi moto.
Ha sido un gran día junto a Normani. La llevaré hasta su casa, quizá salude a sus padres y después me devolveré a casa.

Jugando Amar (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora