Reina de dos mundos

Capítulo 4

Adelyn West

Luego del pequeño inconveniente en la cafetería los chicos llegaron a la conclusión que Derian Collins, como ellos lo llamaban, solo era un gilipollas con humor terrible y estoy de acuerdo con eso, pero estoy segura de que mi instinto no se equivocaba Demián llego a mí y no voy a dejarme engañar como los demás, vi su aura oscura exactamente la misma que yo tengo, lastimosamente para él ni con sus poderes logrará escapar de mí ahora que lo encontré.

El día se pasó volando y en este momento ya estoy en la última clase del día y me la he pasado haciendo garabatos en mi cuaderno esperando que el timbre se digne a hacerse oír. Observe como una chica que no recuerdo haber visto por los pasillos entró al salón y le dijo algo al profesor.

—Señorita West y señor Collins, el rector los quiere en su oficina —no puedo creerlo, apenas va el segundo día y ya me he metido en un lío por ese chico y su humor de perros.

Me levanté de mi lugar molesta y salí del salón con dirección a la oficina del señor Andrews, el rector de este lugar y director de mi antiguo colegio, sin esperar al imbécil que habían mencionado junto a mí.

—Oye niña espera un poco —pare en seco y vi como Demián llego a mi lado —por si no lo recuerdas soy nuevo y no conozco bien el lugar —dijo mientras tocaba su pelo con fastidio.

—No me cuentes tu vida compañero, no me interesa si eres nuevo y te pierdes por buscar la oficina del rector, no es como si quisiera ayudarte. Además, seguro que con tus poderes logras llegar sano y salvo —escupí las palabras y seguí mi camino no sin antes escuchar una sonora risa con toque ronco por parte del dios griego caliente y con humor fatal y no pienso mentirles es el sonido más sexy que he escuchado en mi vida.

Llegue a la puerta del señor Andrews y di unos pequeños golpes para que me dejara pasar, cuando escuché su voz empuje la puerta e ingresé a su oficina con Verslov detrás de mí.

—Adelyn hija que gusto volver a verte por aquí este año —dijo poniéndose en pie y brindándome una sonrisa para luego acercarse a mí y rodearme con sus brazos.

La verdad le tengo un gran aprecio, es un buen hombre, tiene una hermosa familia y desde que ingresé a la escuela me he dado cuenta de que trata a sus alumnos muy bien y amablemente, siempre defiende y cuida a los demás, es por eso que lo admiró.

—Pues ya sabe, tengo que soportar un año más para poder graduarme —dije formando una mueca en mi rostro, el solo río y tomo asiento.

—Nunca cambias Adelyn West —su tono divertido me indicó que se refería a mi manera de tratarlo, es con respeto claro, más sin embargo siempre he sido muy directa con él al decirle las cosas que me gustan y que no —Señor Collins también es un gusto tenerlo por aquí —cuando dijo eso me percaté del chico que tenía al lado el cual permanecía serio todo el rato y solo asintió con su cabeza en forma de respuesta.

—Bien, tomen asiento tengo algo que hablar con ambos —creí que iba a castigarnos por lo que pasó en la cafetería, pero al parecer no se ha enterado —Adelyn estoy muy orgulloso de ti, has pasado en mi colegio desde que eras una niña y ahora también en la universidad que manejo, tus promedios siempre han sido los mejores, también desearía decir lo mismo de tu hermano —dijo observándome cariñosamente y diciendo esto último con un suspiro de derrota.

No es que sea la chica nerd del lugar ni nada de eso, pero siempre he procurado llevar bien todas mis notas, caso contrario de Dylan que es todo un caso con sus promedios.

—Por esta razón he decidido que este año tú nos representaras en la entrevista sobre la universidad —finalizó viéndome con duda por mi reacción.